
Rimac, el estudio de ingeniería y fabricante de superdeportivos eléctricos, quiere hacerse con el control absoluto de Bugatti, la histórica marca resucitada por el Grupo Volkswagen. Rimac quiere comprarle a Porsche la totalidad de Bugatti.
Según fuentes anónimas, Rimac habría hecho una oferta preliminar para comprar la participación de Porsche, sin mencionar la cantidad de esa oferta. El problema es que Porsche y el Grupo Volkswagen no quieren vender. Es más, el grupo alemán querría recuperar la que era la joya de su grupo industrial. Ahora las cosas podrían ponerse feas para la marca francesa.
Porsche y Rimac quieren cada uno la custodia exclusiva de Bugatti
En 2021, el Grupo Volkswagen decidió apoyar el desarrollo de Bugatti asociándose con Rimac. Se creó una nueva estructura, "Bugatti Rimac", bajo el control no de Volkswagen, sino de Porsche, su filial premium. Actualmente, la empresa conjunta Bugatti Rimac está controlada en un 55% por Rimac y en un 45% por Porsche.
Rimac hizo recientemente una oferta preliminar por la compra de la participación del 45% de Porsche que valoraba la empresa conjunta en algo más de 1.000 millones de euros, según Bloomberg. Rimac podría asociarse con otros inversores para hacerse con el control de Bugatti.
Por otra parte, se dice que, tras la creación de Bugatti Rimac en 2021, Porsche intentó comprar la participación de Rimac en la joint venture. Sin embargo, Porsche tiene problemas más acuciantes a los que hacer frente, debido tanto a la baja demanda de sus coches eléctricos como al desplome de las ventas en China.
Tampoco es que Bugatti sea una empresa especialmente rentable. Y es en parte lo que propició que se pusiese bajo el paraguas de Porsche y de Rimac, para limitar las pérdidas y financiar el desarrollo del sucesor del Bugatti Chiron, el nuevo Bugatti Tourbillon.
De hecho, según el Grupo Volkswagen que es accionista de Rimac vía Porsche, el fabricante croata habría perdido 156 millones de dólares en 2024. En cuanto a Bugatti Rimac, las pérdidas ascienden a 170 millones de dólares. Entonces, ¿por qué pelear por recuperar Bugatti?
Según Manager Magazin, “en Porsche también se quejan de que la dirección aún no funciona de forma óptima. Las decisiones de Maté Rimac son a veces demasiado erráticas, su organización no se ajusta a la estructura de Bugatti y el CEO no presta suficiente atención a la rentabilidad, se está quemando demasiado efectivo. El resultado, según personas cercanas a Porsche, estaba claro. Sólo hay dos opciones, vender lo que queda de Bugatti o retomar su control”. El consejo de administración de Porsche decidió comprar lo que queda de Bugatti.
Porsche y Rimac no han hecho comentarios sobre el estado de las conversaciones. Maté Rimac confirmó al medio alemán en diciembre que “las conversaciones sobre una posible transacción están en marcha”. La empresa va tan bien, aseguraba, “que preferiría aumentar yo mismo mi participación en Rimac”.
Sea como fuere, parece que Rimac y Porsche quieren hacerse con la totalidad de Bugatti. De momento, quien tiene la sartén por el mango es Maté Rimac. Si este quiere comprar el resto de Bugatti, le basta con aumentar la deuda de la marca francesa.
Para ello le basta con aumentar los gastos de Bugatti tanto como sea posible, y con el desarrollo e industrialización de un coche como el Tourbillon es muy fácil salirse del presupuesto, para que el nivel de endeudamiento de Bugatti Rimac sea tal que le será más difícil a Porsche justificar un precio alto por sus acciones.
En principio, no es lo que está pasando. Y si bien sería una jugada plausible, también sería peligrosa para el futuro de Bugatti. Una marca que pasó de fabricar los mejores coches del mundo antes de la Segunda Guerra Mundial a motores de tren, que ha conocido dos bancarrotas y tuvo cuatro dueños diferentes tras la muerte de su fundador Ettore Bugatti.
De momento, Rimac podría haber rechazado la oferta de compra de Porsche, mientras que la marca alemana aún no ha rechazado la contraoferta de Rimac. La batalla por la custodia de Bugatti no ha hecho más que empezar y, como en todos los divorcios, son los niños los que pagan los platos rotos.
Imágenes | Bugatti, Rimac