Hace 100 años la gente empezó a preocuparse por lavar sus coches. No tenía nada que ver con lo que hacemos ahora

El automobile Washbowl de Chicago fue mucho más que un túnel de lavado

lavado retro
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Josep Camós

Director
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Josep Camós

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Hubo un tiempo en el que los coches sólo se lavaban a mano, como un carruaje cualquiera. Seguramente las técnicas que se empleaban distaban bastante de lo que hoy conocemos por detailing. Al fin y al cabo, las carreteras eran caminos pensados para carretas, como su propio nombre indica en castellano, así que el polvo y la mugre fácilmente se transformaban en barro, que debía de ser algo complicado de limpiar. Malos tiempos para el cuidado de la chapa.

Faltaban muchos años para que se popularizaran los actuales centros de lavado con mangueras a presión, pero pronto se entendió que para tener el coche limpio habría que invertir mucho ingenio... y mucha agua. El Automobile Washbowl de Chicago (Illinois, Estados Unidos) no era exactamente un túnel de lavado, sino un lavadero instalado en medio de una plaza inundada. Corría el año 1924.

Del esfuerzo muscular a la automatización de procesos

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De hecho, la imagen de la plaza inundada en Chicago es célebre hoy por su espectacularidad, pero la Historia de los túneles de lavado se remonta a un tiempo atrás. En 1914, el Automobile Laundry de Detroit (Michigan, Estados Unidos), inaugura una forma diferente de entender el lavado de coches.

Heredero del trabajo en cadena que ha venido popularizando Henry Ford desde 1908, gracias a la iniciativa de Oldsmobile, el Automobile Laundry aplica ciertas ideas fordistas al lavado de automóviles. La más llamativa consiste en mover el vehículo mientras los trabajadores lo limpian. De hecho, los propios trabajadores se encargan de empujar el vehículo con su esfuerzo muscular.

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El siguiente gran paso en el terreno del lavado de vehículos lo vemos ya en la década de 1940. Con unas instalaciones alojadas en edificios que normalmente quedan anexos a los talleres de mantenimiento de vehículos, los túneles de lavado pronto se convierten en un servicio más de atención al automóvil.

Hollywood ve nacer, en 1940, el primer túnel de lavado semiautomático. Con la ayuda de un cabrestante, el vehículo avanza mientras los trabajadores lo lavan a mano.

Pronto se incorporan las primeras máquinas para hacer más sencillo el trabajo sucio de lavar los coches. De los primeros túneles de lavado semiautomáticos llaman la atención las grandes dimensiones que tienen los elementos necesarios para automatizar algunos procesos, como el secado de vehículos. Estos ventiladores, que con los años funcionarán con motores de hasta 50 CV, constituyen una verdadera revolución en el mundo de la limpieza de automóviles. En la imagen siguiente podemos ver una información correspondiente a un túnel de lavado situado en Coppell (Texas).

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Después de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos emerge con su American way of life, y empiezan a proliferar las gasolineras con túneles de lavado por todo el país norteamericano. Hacia 1946, Thomas Simpson diseña un sistema de aspersores para lavar el vehículo, pero todavía es necesario rematar el trabajo de forma manual.

En mayo de 1947, la revista Life publica un amplio reportaje fotográfico en el interior del que se tiene por uno de los primeros túneles de lavado semiautomático: Paul's Auto Matic Speedy Best Wash, situado en Detroit (Michigan).

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Como podemos apreciar en esta galería de imágenes de Life, los coches son remolcados con la ayuda de una cadena a lo largo del proceso de lavado. El trabajo de limpieza se remata de forma artesanal, como todavía sucede hoy en algunas instalaciones de lavado de coches.

Robin C. King vende estructuras para gasolineras, cuando repara en el gran éxito de los túneles de lavado en Estados Unidos. Y de ahí, a cambiar de negocio en 1949 y a fundar lo que será una cadena de franquicias de lavado: King Car Wash.

Ya en 1951, los hermanos Archie, Dean y Eldon Anderson dan con la clave para enjabonar los vehículos de forma automática a través de boquillas. Con ese remate en el proceso de lavar un coche en el túnel, sólo habrá que esperar que los diferentes elementos se vayan modernizando hasta llegar a nuestros días. Cepillos más suaves, presiones de agua cada vez más ajustadas, jabones adaptados a las necesidades de los vehículos, son algunos de los avances de una industria que arrancó, hace ya más de 100 años, en Detroit.

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