Así es cómo el Polestar 1 quiere cambiar el mercado de los coches premium

Así es cómo el Polestar 1 quiere cambiar el mercado de los coches premium
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Volvo, que por una parte ha decidido no desarrollar motores de más de 4 cilindros, tiene en su haber Polestar. Volvo compró en 2015 el negocio de la preparación de coches y el nombre de la escudería que lleva a competición los Volvo desde 1996: Polestar. ¿Cómo puede una compañía que apuesta por la movilidad eléctrica y el abandono a término de los motores de combustión interna sacarle partido a Polestar?

La respuesta es tan sencilla como complicada de realizar: convirtiendo Polestar en una marca de coches eléctricos de altas prestaciones. Es sencillo, porque está claro que vamos hacia un futuro eléctrico, y complicado al mismo tiempo, porque entran en territorio desconocido. Tan sólo dos marcas lo han intentado hasta ahora .El reto para Polestar es convertirse en rival de Tesla y BMW i.

Con las premium alemanas y Tesla en el punto de mira

Volvo V60 Polestar

Cuando Volvo compró Polestar tenía un plan. Y no era transformar Polestar en su AMG particular (aunque de momento lo sea, como con el S60 y V60), al menos no de la misma forma que lo hizo Mercedes-Benz. Volvo quería un su catálogo modelos pasionales, como lo fueron en su día el cupé P1800 el 850 T5, pero al mismo tiempo no podía entrar en una lucha por la potencia y la dominación en los circuitos al enfrentarse a BMW M, AMG o Audi Sport. Ir por ese camino le habría costado una inversión descomunal y sin garantías de éxito. Por eso decidieron ir por un camino nuevo y casi sin rivales: el de la electrificación.

Este camino requiere una inversión sin duda todavía mayor y tampoco conlleva una garantía de éxito, pero las probabilidades de lograrlo son mayores que si vas de frente contra 50 años de historia de AMG y los casi otros tantos de BMW M (el BMW M3, por ejemplo, tiene a sus espaldas más de 30 años de éxito).

Así, el objetivo de Polestar es atraer a una clientela que busca prestaciones, modernidad y movilidad eléctrica en un coche premium. Y de momento, en el mercado, sólo dos marcas proponen todo eso: Tesla y BMW i. Pero pronto habrá más, como la gama EQ de Mercedes-Benz.

Cambiar lo establecido con una estrategia ya probada

Polestar 1

El camino iniciado por Polestar no difiere mucho del de sus dos rivales. Primero se lanza un modelo halo, de poco volumen de venta, y que ponga el nombre de la marca en boca de todos para luego lanzar un modelo más asequible y que haga volumen de ventas. BMW i lo hizo con el espectacular BMW i8 para casi al mismo tiempo lanzar al mercado el BMW i3, su primer modelo 100 % eléctrico. Tesla, en su día, hizo lo mismo. La primera generación de Roadster dio a conocer la marca, rematando la jugada con los Model S y Model X, para por fin llegar con el Model 3 (he incluso ir más allá con un camión, el Semi, y un nuevo Roadster).

El primer modelo de Polestar ya lo conocemos, el Polestar 1, un híbrido enchufable con hasta 150 km de autonomía eléctrica. Animado por un 4 cilindros y dos motores eléctricos es el híbrido enchufable con mayor autonomía hasta la fecha. Por si fuera poco, desarrolla 608 CV y un par motor máximo de 1.000 Nm. En comparación, e BMW i8 ofrece una potencia total de 362 CV, 570 Nm y una autonomía eléctrica de tan sólo 37 km. El siguiente modelo de Polestar llegará en 2019 y su gama se irá completando con una berlina compacta y un SUV.

Polestar 1
Polestar 1

Con estas características, el Polestar 1 cumplirá las funciones de coche halo. Y es que la marca no prevé fabricar más de 500 unidades al año al horizonte 2020. Las razones de su bajo volumen de producción hay que buscarlas en su proceso de fabricación. El Polestar 1 debía inicialmente ser un cupé en la gama del Volvo S90 y por tanto utiliza la plataforma de acero de la berlina. Sin embargo, como es un híbrido, contener el peso es algo primordial por lo que su carrocería es de fibra de carbono. Así, la complejidad técnica a nivel de producción que supone pegar la carrocería de fibra de carbono en un chasis de acero hace que sea un proceso largo y por tanto caro. Se calcula que el Polestar 1 costará entre 130.000 y 150.000 euros.

A finales de 2019, la firma sueca lanzará el Polestar 2. Se trata de una berlina compacta 100 % eléctrica desarrollada sobre la base de la plataforma CMA (Compact Modular Architecture) que ya utilizan los Volvo XC40 y Lynk & Co 01. Para 2021, se habla ya de un SUV sobre la base de la segunda generación de la plataforma Scalable Product Architecture (SPA).

Vía suscripción y on line

Polestar 1

Polestar quiere vender placer de conducción, lujo y prestaciones de una forma diferente. En Europa, el hecho de comprar un coche, de ser su dueño, es algo todavía muy arraigado. A pesar de que todas las marcas proponen para particulares alguna forma de leasing tipo: pagas una entrada (asequible), pagas una mensualidad durante cuatro o cinco años que lo incluye casi todo en términos de mantenimiento y al final devuelves el coche o pagas una última mensualidad (enorme, esta) si te lo quieres quedar o vuelves a repetir la operación con otro modelo de la marca. La fórmula para hacerse con un Polestar 1 será exclusivamente vía suscripción (al menos, inicialmente).

Como su nombre lo indica, la suscripción es una cuota mensual que te da derecho a usar el coche y que incluye su mantenimiento. No es un leasing porque no hay cuota de entrada ni una cuota final que pagar (o que te ata a la marca). Cuando llegue el Polestar 1, tener un coche vía suscripción la firma ya tendrá experiencia con este modelo de negocio, pues el nuevo Volvo XC40 ya está disponible vía un servicio de suscripción llamado “Care by Volvo”. Un servicio, por cierto, que lo incluye casi todo hasta una niñera o asistente personal si fuera necesario. Además, al igual que Tesla, Polestar apenas tendrá tiendas físicas (unas 80 en Europa como máximo), y todas las gestiones se harán online. Y no creas que puede ser un impedimento para vender. Lynk & Co lo ha probado con su primer SUV: en dos minutos vendió 6.000 unidades.

Polestar 1

Eso sí, ni Volvo ni Polestar quieren aclarar todavía qué pasará con los coches tras finalizar el contrato de suscripción. ¿Habrá suscripciones V.O. (de segunda mano)? ¿Irán esos coches al mercado de segunda mano normal y corriente? ¿Se reciclarán y no volverán al mercado?

Movilidad eléctrica de lujo sin renunciar a las prestaciones y con un nuevo modelo de comercialización y negocio, así es como Volvo y Polestar quieren hacerse un hueco en el nuevo escenario que supone la transición del motor de combustión al eléctrico.

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