Después de viajar muchos años con mi perro en camper, por fin sé qué tengo que llevarme para disfrutar de verdad

Viajar con tu perro en furgoneta camper o autocaravana es una de las experiencias más bonitas que puedes vivir con tu casa sobre ruedas, pero también una de las que más preparación exige. Eso sí, una vez te acostumbras a compartir el camino con él, cuesta imaginar otra manera de viajar.

Pero antes de salir, debes informarte y planificar bien el viaje. Después de muchas rutas, en mi caso con un Border Collie de tamaño mediano y energía infinita, he aprendido qué detalles marcan la diferencia entre un viaje improvisado y uno tranquilo, en el que los dos disfrutamos sin sobresaltos (ni multas).

Viajar con perro en camper: libertad multiplicada si haces bien los deberes

Tienes planeado viajar con tu perro en camper o autocaravana, pero no sabes por dónde empezar? No te preocupes: preparar bien el viaje es más fácil de lo que parece, y te evitará quebraderos de cabeza ruta. Repasamos todo lo que necesitas saber: desde la documentación obligatoria hasta el equipaje, la seguridad en marcha, los trucos para sobrellevar el calor o el frío y cómo encontrar lugares donde ambos seáis bienvenidos.

En Motorpasión

Cuándo puedes aparcar una furgoneta camper como cualquier otro coche y cuándo puede caerte una multa

Antes de arrancar el viaje, pon al día toda su documentación. Esto es lo que vas a necesitar sí o sí:

• Cartilla sanitaria con vacunas y desparasitaciones actualizadas.
• Pasaporte europeo para mascotas, obligatorio si viajas por la UE.
• Si sales fuera, revisa si te piden test serológico de rabia o certificado de buena salud (algunos países lo exigen con menos de diez días de antigüedad).

Tu veterinario te ayudará con los trámites, y puedes consultar los requisitos específicos de cada país en la web del Ministerio de Agricultura. Y si tu ruta cruza fronteras, lleva siempre copias físicas y digitales del pasaporte y asegúrate de que la chapa del microchip está bien visible. Algunos destinos también exigen certificados de desparasitación interna antes de entrar.

Viajar en ferri con tu perro. Si tu viaje incluye trayectos en barco, revisa las condiciones de cada compañía. Muchas navieras ofrecen la opción de viajar en tu camper con la electricidad desconectada, lo que te permite mantenerlo contigo durante el trayecto. Otras cuentan con camarotes pet-friendly o zonas de paseo específicas para mascotas. En temporada alta conviene reservar con antelación, ya que las plazas suelen ser limitadas.

Cómo debe viajar el perro en tu camper o autocaravana: seguridad real

En carretera, la DGT especifica que los animales deben ir bien sujetos para no interferir con la conducción ni convertirse en un proyectil en caso de accidente pero no exige un sistema determinado para ello. Pero aunque la normativa deje cierto margen, los expertos coinciden: el método más seguro es el transportín o jaula rígida bien anclada al suelo o, en su defecto, un arnés de doble anclaje fijado a un punto firme.

Yo utilizo este último, con un sistema como el de los chicos de Galaventura, que viajan con su border collie ‘Gala’: una correa corta de doble enganche al chasis y una anilla junto a la puerta. Esto le permite tumbarse cómoda durante el viaje, y con ventilación constante. Su vídeo con consejos es un gran ejemplo práctico de cómo hacerlo bien.

Si prefieres transportín, recuerda tres claves: tamaño adecuado para la talla de tu perro, buena ventilación y fijación firme. Una jaula mal sujeta puede ser tan peligrosa como un perro suelto. Ojo, porque llevar al perro sin sujeción puede acarrear multas de 200 a 500 euros y pérdida de puntos. Y más allá de la sanción, la seguridad de ambos no tiene precio.

Equipaje y bienestar a bordo: lo que de verdad necesitas para viajar con tu perro en camper

En camper o autocaravana, cada kilo cuenta y el espacio vale oro, pero hay básicos que nunca dejo atrás. Empieza por lo emocional: su cama o mantita y un par de juguetes favoritos. No ocupan nada y transforman la furgo en su casa desde el primer día, reduciendo el estrés del cambio.

Luego, pasa a lo práctico: comederos estancos (mejor si incluyen dosificador), un bebedero antigoteo, bolsas suficientes, toallitas o una toalla para las patitas si llueve, y un botiquín veterinario con lo esencial: medicación habitual si la necesita, gasas, suero y su número de microchip anotado por si se pierde.

En verano, el calor puede convertirse en el peor enemigo: una camper se calienta en minutos, incluso con las ventanas abiertas. No lo dejes solo si el termómetro pasa de 23–25 °C. Asegúrate de que tenga sombra, ventilación y agua fresca siempre disponible, y cuenta con aliados como ventiladores portátiles, parasoles o alfombrillas refrescantes. Si vais a la playa, acláralo después con agua dulce antes de subirlo de nuevo a la furgo, y protege las zonas más sensibles con protector solar canino como el morro, sobre todo en perros de pelo claro.

En invierno, la prioridad es justo la contraria: mantener el calor y el confort. Ajusta la calefacción, coloca su cama cerca de la salida de aire y añade una manta polar o abrigo térmico ligero si lo necesita. Evita la humedad y asegúrate de que siempre tenga un rincón seco donde descansar.

Y si tu perro sigue una dieta específica, como el mío, mete siempre raciones de más por si el viaje se alarga o no encuentras su pienso habitual. Cambiar de comida en ruta puede estropearos el viaje tanto como una avería.

Paradas y descanso con tu camper: dónde dormir (y viajar tranquilo) con tu perro

Planificar las paradas con un poco de antelación marca la diferencia. No se trata sólo de encontrar dónde dormir, sino de hacerlo en un entorno donde también tu perro pueda descansar y disfrutar.

En webs como Pets.travel puedes buscar campings que admiten perros en España y Europa, filtrando por servicios como parques, duchas o zonas de sombra. También merece la pena echar un vistazo a los recursos de Roadsurfer, que incluye mapas actualizados de áreas y destinos pet-friendly, perfectos para quienes viajan sin ruta fija.

Mi consejo es que priorices los campings con espacio, sombra y acceso a agua, aunque el precio sea un poco más alto. Lo agradeceréis los dos al final del día. Algunos incluso cuentan con piscinas caninas, zonas de agility o parques exclusivos para perros, ideales si viajas con compañeros grandes o muy activos.

Si en tu ruta aparece algún lugar donde no admiten animales, hay alternativas sencillas: apps como GuDog o Wakyma te permiten localizar cuidadores o centros caninos cercanos para dejarlo unas horas. Aun así, evita dejarlo solo más tiempo del imprescindible, sobre todo en días calurosos o en zonas muy concurridas.

Viajar con perro en camper no es solo posible: es una de las mejores formas de hacerlo. Con todo en regla y bien preparado, no hay plan más libre ni compañía mejor. Y cuando, tras días de ruta, ves a tu compañero de viaje disfrutar y dormirse tranquilo a tu lado, entiendes que la carretera se disfruta más cuando se comparte.

Imágenes | Hymer

En Motorpasión | Le abrí una ventana a mi camper para tener más luz… y en la ITV aprendí por qué no puedes hacerlo sin homologarla primero