Mientras que los conductores hemos interiorizado muchas máximas de la seguridad (como el uso del cinturón), existen otras normas y recomendaciones de protección que no terminan de calar. ¿Sabías que un uso incorrecto de dispositivos móviles en el habitáculo también entraña riesgos para los más pequeños?
No nos referimos solo a las distracciones propias del conductor. Y es que, en ese apartado, empieza a imponerse una mayor concienciación. La utilización indebida de móviles y smartphones al volante se ha convertido en un campo de batalla para la seguridad vial.
Se trata del factor de riesgo que más se ha agravado en los últimos años, favoreciendo el supuesto estancamiento en las cifras de siniestralidad. Así, en 2019, las distracciones provocaron casi un tercio de los siniestros, con un total de 359 fallecidos. De ahí la actualización de la normativa que penaliza con 6 puntos del carnet y 200 euros este tipo de desatenciones.
El arte de viajar con niños en el coche
Sin embargo, los dispositivos móviles también conllevan ciertos riesgos que van más allá del asiento del conductor. Es lo que resulta de encajarlos en la categoría de objetos sueltos.
La situación se torna más compleja si de lo que hablamos es de su utilización por parte de niños e, incluso, bebés. Los padres saben bien lo complicada que puede resultar esta situación. Por una parte, hemos de proteger a los más pequeños de cualquier riesgo al que puedan exponerse durante la marcha; por otra, su conducta en el habitáculo puede ocasionar, y ocasiona, distracciones al conductor.
A propósito de los modos de sobrellevar estas últimas situaciones y hacer más llevaderos algunos viajes, un estudio australiano apuntaba que los niños pueden distraer hasta 12 veces más que un teléfono. Aproximaciones "científicas" a este asunto aparte, la gran cuestión estriba en cómo lidiar con ello priorizando, por encima de todo, la seguridad vial infantil.
El punto de partida de esto reside en los sistema de retención infantil (SRI). Las estadísticas de la DGT muestran el peso específico de las sillitas en la protección infantil. Aunque el uso de los SRI es obligatorio y alcanza al 90 % de los usuarios, todavía hay niños que viajan sin ellos o lo hacen de forma incorrecta.
Según la DGT, "el 75 % de las muertes infantiles y el 90 % de los daños graves se podrían haber evitado si los más pequeños hubieran viajado correctamente en el coche, en asientos especiales y con las medidas adecuadas".
Viajar con niños y objetos sueltos, una peligrosa relación
Cualquier padre o madre sabe que el interior de un vehículo puede convertirse en un muladar en un abrir y cerrar de ojos gracias a la inestimable ayuda de los más pequeños de la casa.
El trajín del día a día puede que nos lleve a descuidar un aspecto muy relevante de la seguridad vial: la higiene del habitáculo. Con higiene no apelamos solo a la limpieza de tejidos y materiales, sino a controlar los objetos que penetran y van anidando como polizones.
Juguetes, pequeños peluches, pañuelos, vasos de plástico, bolsos, lápices, piedrecitas curiosas, bellotas... son tan solo algunos ejemplos, entrañables en los títulos de crédito de la película "Matar a un ruiseñor", pero peligrosos si los llevamos a bordo y en masa. Pueden deparar en una acumulación indebida.
El problema de esto va más allá del ataque al confort y el orden. Los objetos sueltos en el interior de un vehículo suponen un riesgo considerable en caso de accidente. Según un informe del RACE, el motivo principal se encuentra en la relación que mantienen velocidad y masa en el interior de un vehículo. El peso puede llegar a multiplicar hasta 30 o 40 veces la masa inicial transitando en torno a 50 km/h.
Ese peso virtual se incrementa en la medida que lo hace la velocidad. A 60 km/h, por ejemplo, el impacto de un teléfono móvil de unos 140 gramos equivaldría al golpe con un objeto de 7,8 kilogramos. Imaginemos cómo aumenta el peligro con la velocidad y con el propio objeto, por ejemplo, una tablet que supere los 400 gramos.
De ahí que la recomendación básica sea minimizar los objetos sueltos que viajan con nosotros y realizar una sujeción y contención adecuada de la carga.
Uso de dispositivos móviles por parte de los niños
Por la inercia y el "efecto elefante", la fuerza con la que un objeto suelto dentro del #vehículo golpearía a cualquier ocupante se multiplicaría hasta por 40 veces su peso a 50 km/h. Imagina si fuese un niño mal anclado o sin sujeción.
— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) July 29, 2020
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Por todo lo anterior, es aconsejable evitar dejar en las manos de los niños teléfonos móviles y tablets cuando estamos en marcha. Es cierto que se trata de una acción muy socorrida a la que recurren muchos padres, pero implica un riesgo mayor de lo que parece.
Las investigaciones en la materia señalan que no hay una concienciación plena sobre este asunto. Según un estudio elaborado por Enterprise Rent-A-Car, el 52 % de los niños hacen uso de dispositivos móviles en el coche durante viajes largos.
Si nos quedamos con la perspectiva de la seguridad vial (en pediatría existe un profundo debate sobre la exposición de las pantallas), estos son datos preocupantes. Aunque, en lo que a fallecimientos infantiles se refiere, el impacto por objetos no es un factor principal, toda pérdida o lesión por estas causas resulta inadmisible y, por desgracia, puede terminar ocurriendo.
Distracciones seguras que evitan otras distracciones
Existe muchas alternativas a la hora de buscar opciones seguras para hacer más llevadero a los niños los viajes. Estos son algunos ejemplos.
Sistemas de integración y anclaje de pantallas seguros
El mercado ofrece una gran variedad de soportes seguros y homologados que permiten fijar las pantallas tras el respaldo de los asientos delanteros.
Toyota lleva años probando la fiabilidad de su Sistema de Entretenimiento Trasero o Rear Entertainment System (RES). Su esquema presenta dos opciones: la de un soporte universal multiusos para colocar tablets y la de una Sistema Portátil DVD que incluye dos pantallas de 7 pulgadas. Por tratarse de una fórmula desarrollada por el propio fabricante, la integración del sistema no intercede en el funcionamiento de otros componentes o la propia habitabilidad.
El complicado y tradicional arte de entretener
Dicen que los niños son el público más exigente. Si añadimos una situación de un viaje largo en la que sienten que se les ha robado su libertad de movimiento durante horas, el nivel de exigencia puede subir a cotas muy elevadas. Por normal general, cada padre y madre desarrolla sus propios métodos para equilibrar el disfrute con el nivel de tensión, para que el viaje sea lo más llevadero posible para todos y, especialmente, para que no vaya en detrimento de la seguridad.
Dependiendo del tiempo del trayecto, resulta ideal combinar una serie de soluciones que contribuyan a ello: juegos clásicos, música, canciones infantiles, historias, ciertas recompensas, etc. Como ya hemos visto en alguna ocasión, no consiste tanto en desplegar todo el arsenal de entretenimiento nada más cerrar las puertas, sino en dosificarlo y atender a los pequeños según la situación lo vaya requiriendo y la circunstancias en la carretera lo permitan.
De hecho, algunas veces entregar una pantalla fijada de forma segura puede ser una solución transitoria que gobierne la atención del niño momentáneamente. Solo momentáneamente.
Lo que está claro es que la presencia y el uso a la ligera de objetos sueltos, como dispositivos móviles contundentes, compromete la seguridad. Por eso, no conviene descuidar este tipo de detalles que pueden echar al traste, a fin de cuentas, toda la atención y el tiempo que hay detrás una correcta elección e instalación del SRI, así como de llevar al día sus ajustes y su mantenimiento.
Imágenes | Toyota y Freepik