
La presencia de animales salvajes en los aeropuertos, tanto en las pistas como en su espacio aéreo, suponen un riesgo para los aviones porque pueden provocar una colisión.
Los aeropuertos utilizan muchos métodos para ahuyentar a las aves y al resto de fauna que pueden interferir en el tráfico aéreo. Lo que no es tan habitual es que utilicen perros, pero a un aeropuerto de Estados Unidos le funciona.
Entrenados para evitar accidentes y salvar vidas
El Aeropuerto Internacional Yeager de Virgninia Occidental, Estados Unidos, está situado muy cerca de la ciudad de Charleston, pero se encuentra en mitad de la naturaleza y eso puede ser un problema para los más de 385.000 pasajeros que pasan por este aeropuerto cada año.
El motivo es que, con tanta naturaleza alrededor, es fácil que los animales accedan a las pistas del aeropuerto. En el mejor de los casos, podría afectar directamente al tráfico aéreo porque la presencian de animales en las pistas obligaría a retrasar despegues y aterrizajes. En el peor de los casos, algún avión podría tener una colisión con estos animales. Este aeropuerto, por lo tanto, tiene que encargarse de ahuyentar a esos animales.
Eso sí, el Aeropuerto Internacional Yeager de Virgninia Occidental no utilizan métodos tradicionales, como la cetrería: prefieren los perros, concretamente dos Border Collie. Se llaman Ned y Hércules y se encargan de evitar que otros animales accedan a las pistas. También ahuyentan a las aves.
Ambos están entrenados para ello y hacen muy bien su trabajo. Primero llegó Hércules, hace ocho años, por recomendación de un biólogo, según cuenta AP. Hércules se pasó su primer año y medio de vida como perro pastor de gansos y ovejas, pero no tardó nada en hacerse a su nuevo trabajo cuando llegó al aeropuerto.
Unos años más tarde llegó Ned para ayudar a Hércules. Fue el año pasado, cuando Ned solo tenía dos años y antes de trabajar en el aeropuerto estuvo al cuidado de rebaños de cabras y de gansos. En tiempo récord se ha adaptado a su nueva labor y lo hace tan bien como Hércules. Chris Keyser es la persona encargada de cuidar de estos perros y de trabajar con ellos en el aeropuerto.
Su trabajo es fundamental para salvar vidas, es sostenible y es eficaz. Además, respeta a otras especies animales, a diferencia de otros métodos disuasorios, como los cañones de gas que ahuyentan a los animales a base de explosiones. Más allá del trabajo, los dos Border Collie son muy queridos por el personal del aeropuerto y llaman mucho la atención de los viajeros, incluso Hércules tiene su propio perfil de Instagram.
Según señala AP, en 2023 se registraron alrededor de 19.000 incidentes relacionados con aviones y fauna silvestre en los aeropuertos de Estados Unidos, en el 95% de ellos estuvieron aves involucradas. Por suerte, estos incidentes no suelen tener consecuencias, pero hay veces que sí: la Administración Federal de Aviación de EEUU señala que las colisiones de aviones (en inglés se llaman ‘bird strikes’) con animales provocaron la muerte de 76 personas en EEUU entre 1988 y 2023. También provocaron la destrucción de 126 aviones.
Teniendo en cuenta estos números, es lógico que los aeropuertos tomen medidas para evitar que los animales salvajes se cuelen en las pistas. Entre ellas está la instalación de barreras físicas, la eliminación de nidos y madrigueras, el control de la vegetación para que no atraiga a esos animales, la eliminación de charcos y humedales para que no atraigan a las aves acuáticas o una gestión estricta de la basura para que no se convierta en alimento de los animales.
Por otro lado, los aeropuertos tienen métodos de disuasión activa. El más popular es la cetrería, es decir, el uso de aves rapaces entrenadas, como los halcones, para sobrevolar las pistas; estas aves son depredadores de otras aves y pequeños animales, así que los ahuyentan. También se utilizan sirenas, cañones de gas que emiten fuertes explosiones o altavoces que reproducen sonidos de aves de presa.
Imágenes | @crwhercules (Instagram)