El Peugeot 205 cumple 40 años: un mito que salvó a la marca vendiéndose como churros y arrasando en competición
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El Peugeot 205 cumple 40 años: un mito que salvó a la marca vendiéndose como churros y arrasando en competición

Hoy, 24 de febrero, celebra su 40º aniversario uno de los coches más emblemáticos de la historia de Peugeot: el Peugeot 205. Este pequeño y polivalente utilitario, llegado en 1983, abrió la puerta a la serie 200 de la marca gala. Aunque su llegada supuso más que eso, siendo un antes y un después para Peugeot. En muchos sentidos.

Rendimos homenaje a este utilitario francés que no solo triunfó en el mercado, sino también en competición. Acompáñanos en este viaje lleno de éxitos y curiosidades de este utilitario, todo un icono de los años 80.

Un pequeño superventas que evitó el probable fin de Peugeot

Peugeot 205 GT

Del Peugeot 205 se produjeron 5,27 millones de unidades, lo que le convierte en el segundo coche más comercializado de la historia de Peugeot. Solo le gana su sucesor, el 206, con 8,35 millones de modelos matriculados. Y pronto convenció a los conductores: en 1985, cuando contaba con dos años de vida, ya había firmado el millón de unidades vendidas.

Una apuesta que salió bien. El éxito del 205 fue un gran alivio para Peugeot, pues antes de su llegada la marca estaba rozando la quiebra. Con la compra de Chrysler Europa intentaron revivir Talbot, jugada que no les salió bien.

Peugeot 205 Cabriolet

Así, a principios de los años 80 optaron por apostar por este utilitario desechando proyectos como el Matra, que acabó convirtiéndose en el Renault Espace de la mano de la del rombo. Era un todo o nada. Y acertaron.

Una década y media en el mercado. Lanzado al mercado el 24 de febrero de 1983, estuvo en activo un total de 15 años. Se trata del Peugeot 200 más longevo de todos los estrenados hasta la fecha. Su producción cesó en 1998.

Triunfando sin Pininfarina en la ecuación

Peugeot 205

Un buen grueso de los modelos de Peugeot anteriores al Peugeot 205 fueron diseñados por Pininfarina, pero con este utilitario todo quedó en casa: quien esculpió el Peugeot 205 fue el equipo de diseño de la propia marca, capitaneado entonces por Gérard Welter.

Un coche que lo tuviera todo y además barato. A finales de los 70, Jean Boillot (miembro del Consejo de Administración de Peugeot) quiso cambiar el rumbo del fabricante ante la tremenda crisis que estaba sufriendo. Y puso sobre la mesa un producto hasta la fecha inédito en Peugeot.

Boillot quería un pequeño utilitario asequible, que fuera cómodo en ciudad, pero capaz en carretera. Y, pese a sus pequeñas dimensiones, también polivalente. "Un coche que lo tuviese todo", señalan desde la propia Peugeot. Así, Peugeot organizó un concurso interno y el proyecto ganador fue el de Gérard Welter.

Peugeot 205

Hoy la marca saca pecho porque el 205 fuera un coche 100 % Peugeot, pero también es cierto que no subcontratar el diseño suponía ahorrar costes ante un modelo que aún no sabían si iba a triunfar o no. Y más con la que estaba cayendo entonces en la marca. Sea como fuere, el de Pininfarina se desechó, aunque posteriormente diseñó el Peugeot 205 Cabriolet.

El Peugeot 205 dio el pistoletazo de salida a rasgos estéticos que encontraríamos en posteriores modelos de la firma francesa, como la parrilla a base de lamas horizontales o la franja entre los pilotos traseros.

Este pequeño firmaba los 3,7 m de largo, los 1,56 m de ancho y los 1,35 m de alto, siendo su distancia entre ejes de 2,42 m. Según versión, paraba la báscula entre los 742 kg y los 904 kg.

Un utilitario de muchas caras

Peugeot 205 Cabriolet

Peugeot explotó al máximo la buena acogida del Peugeot 205. No fueron pocas las versiones que tuvo: contando todas las opciones (de carrocería, mecánicas y variantes especiales) tuvo más de 40 diferentes.

Por ejemplo, contó con carrocerías de tres y cinco puertas, así como descapotable o incluso una variante industrial, el 205 Muti. Y a nivel de mecánicas, fue equipado con motores diésel y gasolina, así como con opciones de cambio manual y automático. La potencia de este pequeño, en sus versiones de calle, osciló entre los 45 CV del más comedido hasta los 200 CV del más bestia.

Peugeot 205 GTI

Los Peugeot 205 más brutos: el GTI y el Turbo 16. Las variantes deportivas fueron una parte muy importante de la historia de este utilitario. Y, a día de hoy, son las más veneradas. Las dos principales que ha tenido, aunque posteriormente han contado con evoluciones, se lanzaron solo un año después de que llegara al mercado: el Peugeot 205 GTI y el Peugeot 205 Turbo 16.

El 205 GTI se diferenciaba por un chasis ajustado específicamente y por equipar motores más potentes. El que se lanzó en 1984 escondía un gasolina de 1.6 litros y 105 CV.  Pero en 1986 llegaron nuevas versiones, con el mismo bloque pero ampliando su entrega hasta los 115 CV y los 130 CV.

Peugeot 205 Turbo 16

Por su parte, el Peugeot 205 Turbo 16 era aún más salvaje, pues derivaba del de competición. Como es habitual, para competir en los rallys, las marcas debían contar con una versión homologada para carretera y con una tirada determinada. En su caso, vieron la luz 200 unidades.

Así nació el 205 Turbo 16, que escondía un motor central transversal de 1.8 litros, 200 CV y 255 Nm de par. Fuerza que se transmitía a los dos ejes, pues era tracción total, mediante un cambio manual de cinco velocidades. Con 1.145 kg, su velocidad máxima era de 211 km/h. En el menú, también encontramos una suspensión de competición, jaula antivuelco o frenos deportivos, entre otros.

Peugeot 205 Turbo 16

Y a nivel estético era igualmente el más deportivo: carrozado por Heuliez, se destacaba por la zaga y el frontal ensanchados, nuevas rejillas de ventilación o acentos en color rojo. El Turbo 16 es a día de hoy un estupendo objeto de deseo entre coleccionistas cuando sale alguno a subasta. Y han llegado a alcanzar cifras astronómicas, con unidades superando los 400.000 euros.

Este fin de semana el Peugeot 205 es el gran protagonista de Classic Madrid, que se celebra en el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo: abre sus puertas hoy y estará hasta el domingo 26 de febrero. Varios 205 estarán expuestos en esta cita de coches clásicos: desde los GTI al industrial Multi, pasando por el Rally o el GTX. También ediciones especiales, como el Indiana.
Varios Peugeot 205 en el Classic Madrid 2023
Varios de los Peugeot 205 expuestos en el Classic Madrid 2023

Pequeño campeón: dos mundiales y dos París-Dakar

Peugeot 205 T16 Rally Car

Peugeot aprovechó la llegada del Grupo B al Campeonato Mundial de Rally para colar al Peugeot 205 entre los contendientes. Y no le pudo ir mejor.

Dos veces campeón del mundo en rallys. El Turbo 16 del equipo Peugeot Talbot Sport, debutó en el Mundial ya en 1983, pero solo compitió en una cita. Al año siguiente, en 1984, comenzó a avisar con Ari Vatanen a sus mandos: ganó su primer rally en Finlandia y luego también subió al primer cajón en el de Italia y en el de Gran Bretaña. Estas victorias permitieron a Peugeot firmar el tercer puesto de constructores.

Peugeot 205 T16 Rally Car

Llegó así a 1985, con un buen grueso de pilotos en el equipo Peugeot Talbot Sport. El finlandés Timo Salonen firmó cinco victorias con el 205 Turbo 16 y varios podios, haciéndose con el Mundial de Rallys con nada menos que 127 puntos, sacandole buena brecha al Audi quattro de Stig Blomqvist (75 puntos).

Al año siguiente, revalidó el título. Esta vez con Juha Kankkunen, con un total de tres victorias y otros tres podios. Pero 1986 también supuso el fin del Grupo B, poniendo punto y final a los años más dorados del campeonato. Y, por tanto, a la participación Peugeot 205 en el Mundial.

Peugeot 205 T16 Rally Car

Y es que la tragedia del Rally de Portugal, propició el fin de esta categoría, tras fallecer tres espectadores atropellados por el  Ford RS200. En esta misma cita, el Turbo 16 tiene una curiosa historia: se encontraron dos dedos enganchados en las rejillas de ventilación del coche, que nadie reclamó. Se entiende de un aventurado espectador: las imágenes de aquellos rallys aún ponen los pelos de punta, con decenas de aficionados agolpándose en las curvas pegados a la carretera.

Dos coronas en el raid de los raids. Peugeot colgó los guantes en el Mundial de Rallys, pero al año siguiente se pasó al París-Dakar, el rally-raid más famoso y exigente. Fue llegar y besar el santo, pues Ari Vatanen se hizo con la corona con el Peugeot 205 Turbo Dakar.

Peugeot 205 T16 Rally Car

Y de nuevo en 1988, este pequeño de amarilla carrocería consiguió el título sobre las dunas, aunque pilotado de nuevo por Juha Kankkunen. No obstante, en 1989 el equipo Peugeot cambió la montura al 405 T16, sustituyendo al 205 en la competición. Pero para la historia queda que fue este pequeño quién abrió la puerta a los éxitos de Peugeot en el rey de los raids.

El primer eléctrico de Peugeot fue un 205

Peugeot 205 Electrique

​Hoy, el heredero del 205, el Peugeot 208, tiene variante eléctrica. Pero el primer coche de la marca que se aventuró en esto de la electrificación fue precisamente el Peugeot 205. Y lo hizo solo un año después de lanzarse en el mercado.

En junio de 1984 la firma presentó el Peugeot 205 Electrique, que desarrolló junto a la Agencia Francesa para la Conservación de la Energía (AFME por sus siglas en francés). Se trataba de un prototipo y en ello se quedó. En total, se fabricaron 20 unidades de estos 205 eléctricos.

Este 205 Electrique tenía varias particularidades. Quizá la más destacada era que todo el sistema eléctrico se alojaba en el vano del motor, así que tenía exactamente la misma habitabilidad que el de combustión. Además, gozaba de sistemas que hoy equipan los electrificados modernos como la frenada regenerativa.

Peugeot 205 T16 Rally Car

El motor eléctrico era un Leroy-Somer muy escueto en potencia: de 8 kW (11 CV) que podía llegar como máximo a 17,5 kW (23 CV) y circular hasta 100 km/h. La energía la tomaba de una batería de niquel-hierro de 12 módulos de seis voltios. Su autonomía variaba según velocidad oscilando entre los 200 y los 140 km si se circulaba a 40 y 70 km/h respectivamente. Para cargar esta batería había que armarse de paciencia, sin opción de carga rápida alguna: tardaba 10 horas.

El caso es que este 205 eléctrico no vio jamás la luz: el objetivo era comercializarlo en 1990 pero se quedó en la nada. En parte porque habría sido caro (dando al traste con uno de sus principales reclamos) y segundo porque mercado no había: sí, en aquellas la combustión tardaría años en estar demonizada.

Sea como fuere, queda para la posteridad que el 205 también estrenó las cero emisiones treinta años antes de que se comenzara a pensar en el veto a los térmicos. ¡Eterno Peugeot 205!

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