La furgoneta camper más rápida del mundo está a la venta, para no quedarte sin sitio en el camping

La furgoneta camper más rápida del mundo está a la venta, para no quedarte sin sitio en el camping
4 comentarios

Las furgonetas, autocaravanas y otros vehículos recreativos no suelen destacar precisamente por sus prestaciones o rendimiento (incluso suelen tener un límite de velocidad específico). Pero siempre hay una excepción, y para muestra traemos esta GMC Kingsley de 1977 transformada en una máquina de velocidad punta llamada ‘MoHo’.

Preparada con fines solidarios al más puro estilo ‘Fast and Furious’ por Palmer Designs, tiene más de 700 CV y en 2016 se convirtió en la más rápida del mundo de su clase en las Salinas de Bonneville. Ahora podría ser tuya por 95.000 dólares (unos 88.700 euros al cambio).

Con 700 CV bajo el capó y una inyección de nitro

Cuando nació hace ya 46 años, esta GMC LSR Motorhome de 7,9 m de largo, llevaba el corazón de un Cadillac Eldorado con un Oldsmobile V8, una transmisión automática de 3 velocidades y pesaba 5.700 kg. Ahora disfruta de una segunda juventud con 700 CV bajo el capó y un empuje extra de “nitro” que la hacen capaz de batir récords de velocidad a casi 200 km/h.

La transformación de esta curiosa GMC Kingsley se remonta a 2006, cuando su propietario, Britt Palmer, se propuso pulverizar el récord de velocidad en tierra para un vehículo recreativo de su clase, que entonces era de 165,27 km/h y había sido establecido precisamente por otra GMC.

Para no fallar, dejó su GMC en manos del fabricante de algunas de las máquinas más célebres de la saga ‘Fast & Furious’, Dennis McCarthy, quien recogió el guante y se puso manos a la obra para el debut de ‘MoHo’ en las Salinas de Bonneville, cuna de los amantes de la velocidad y testigo de alguno de los récords más locos de la historia de la automoción.

Moho Salar

El equipo capitaneado por McCarthy, “Vehicle Effects”, despojó a la furgoneta de todo lo innecesario, y la convirtió en una bestia que nada tiene que ver ya con el vehículo en el que te llevarías a la familia de camping.

Los muebles y electrodomésticos de la GMC dejaron sitio a un interior revestido en aluminio y presidido por una jaula antivuelco completa, asientos de competición, un depósito de 75 l de combustible, un sistema de cámaras 360 grados y un equipo de extinción de incendios, entre otros.

Moho Interior

Pero sin duda lo mejor está bajo el capó: un motor Chevrolet Ram Jet 502 de 700 CV acoplado a una transmisión automática TH425 que recibe un extra de potencia gracias a una inyección de ácido nitroso que mueve a ‘MoHo’ a velocidades de vértigo.

Para gestionar esta caballería y mantener a este bicho de tres ejes pegado al suelo, las seis ruedas recibieron frenos de disco de última generación, y la vieja suspensión de fábrica se sustituyó por un sistema Ridetech Air Ride. El exterior también recibió algunas mejoras enfocadas en la aerodinámica, dentro de lo posible.

Mohointerior 2

Todas estas modificaciones estudiadas al detalle para la GMC del 77 fueron más suficientes para que en 2016 lograse alcanzar los 196,34 km/h (122 mph), superando la cifra que alcanzó en su debut (118 km/h) en Bonneville y pulverizando de nuevo el récord anterior en su clase.

En comparación, otras camper bastante más pequeñas y modernas, han llegado a cortar el viento a 227,35 km/h.

Moho Lateral

Por el momento ‘MoHo’ se conforma con sus resultados en las Salinas y fuera de ellas, pues además de hacerse un hueco en el libro ‘Guiness de los Récords’, Palmer tenía un objetivo más importante con su proyecto:

Dar visibilidad a la enfermedad neurológica “Charcot Marie Tooth” (CMT) y recaudar fondos para impulsar la investigación y posible cura para esta patología degenerativa. Y afortunadamente, no le fue mal.

Moho Tras

Ahora, quien se haga con este peculiar monstruo de corazón benéfico y una bonita historia que contar podrá seguir atesorando aventuras dentro y fuera de las Salinas.

Además de volver a ponerse a punto para seguir dejando el listón alto en las carreras de velocidad, ‘MoHo’ siempre puede volver a convertirse en lo que su nuevo propietario quiera. O no. ¿Quién no querría aparecer en el camping con semejante brutalidad? Discreta no es, pero curiosa, un rato.

Temas
Comentarios cerrados