Hace casi 30 años nació el McLaren F1, el mejor superdeportivo de la historia. Ahora su padre lo resucita con dos bestias ultralimitadas y carísimas

  • El S1 LM es un homenaje directo al McLaren F1 GTR vencedor en Le Mans 1995

  • El Le Mans GTR reinterpreta los longtail de los años 70, 80 y 90 sobre la base del T.50.

Gordon Murray Automotive S1 Lm
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Irene Mendoza

Han pasado casi 30 años desde que Gordon Murray hizo historia con el McLaren F1, un coche de calle que terminó escribiendo una de las páginas más gloriosas de Le Mans en 1995. Hoy, aquel ingeniero que no se conforma con ser “el padre del mejor coche del siglo XX” vuelve a poner el listón altísimo con la nueva división Gordon Murray Special Vehicles (GMSV), encargada de materializar sueños imposibles en series ultralimitadas.

Los dos primeros capítulos van a ser muy, muy difíciles de superar: el GMSV S1 LM, una reinterpretación del mítico F1 GTR, y el GMSV Le Mans GTR, un ‘longtail’ inspirado en los prototipos que dominaron La Sarthe en los 70, 80 y 90. Ponte un babero, que lo vas a necesitar.

Ojito con el MSV S1 LM: el sucesor espiritual del McLaren F1

Si algún coche podía atreverse hoy en día a reivindicar el título de sucesor del McLaren F1, ese es el S1 LM. Murray lo concibió como un homenaje al coche que en 1995, contra todo pronóstico, se llevó la victoria absoluta en Le Mans en su primer intento.

De esta auténtica obra de arte con ruedas se fabricarán solo cinco unidades, todas para un mismo cliente obsesionado con aquella gesta histórica. Bajo su carrocería de fibra de carbono se esconde un V12 atmosférico desarrollado junto a Cosworth, llevado hasta los 4,3 litros y más de 710 CV, con un régimen máximo de 12.100 rpm y un escape de Inconel recubierto de oro, como en el F1 original.

La transmisión manual de seis marchas mantiene la disposición icónica de tres asientos, con el conductor en posición central y dos plazas laterales ligeramente retrasadas, un sello de identidad de Murray. La suspensión, por su parte, se ha endurecido y rebajado para acercar las sensaciones al pilotaje de un coche de carreras, con una respuesta inmediata y un chasis más comunicativo.

En el apartado estético, el S1 LM es un viaje en el tiempo: faros estrechos y rasgados, llantas de cinco radios que evocan al F1 GTR de 1995, toma de aire en el techo y un gran alerón trasero de doble plano que remata una zaga dominada por escapes cuádruples y pilotos redondos. Todo pensado para equilibrar nostalgia y funcionalidad, porque cada trazo de la carrocería responde tanto a la aerodinámica como al tributo.

GMSV Le Mans GTR: un ‘longtail’ para el siglo XXI

Interior S1lm1 Interior S1 LM1

El segundo protagonista es el Le Mans GTR, una reinterpretación radical basada en la arquitectura del GMA T.50, pero con una carrocería alargada y perfilada en túnel de viento que revive la silueta de los míticos longtail que dominaron las 24 Horas de Le Mans durante los años 70, 80 y 90.

Esa zaga extendida no es sólo un guiño estético: busca maximizar la eficiencia aerodinámica y la estabilidad a alta velocidad, fiel al espíritu de aquellos coches concebidos para resistir las rectas interminables de La Sarthe. Este modelo marca el estreno de la rama SV Design dentro de GMSV, enfocada en reinterpretaciones de producción ultralimitada que combinan ingeniería avanzada y memoria histórica.

Su razón de ser es clara: llevar la aerodinámica y la ligereza al extremo, pero sin sacrificar el principio irrenunciable de Murray: la pureza de conducción. Nada de perseguir cifras de récord ni llenar el habitáculo de electrónica invasiva; aquí lo que manda es el equilibrio entre piloto y coche, como en los grandes iconos de la resistencia.

Mucho más que coches: joyas sobre ruedas

Que Gordon Murray siga creando joyas así casi tres décadas después del McLaren F1 es pura poesía. Mientras muchos superdeportivos actuales se obsesionan con cifras y pantallas, los proyectos de GMSV reivindican algo más raro y valioso: la conducción pura, la ingeniería artesanal y la conexión directa entre piloto y máquina.

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En su día, el F1 LM fue el homenaje de McLaren al triunfo de 1995. Hoy, el S1 LM recoge ese testigo y lo lleva más allá, junto con el Le Mans GTR, que rescata el espíritu de los longtail que marcaron una época. Gordon Murray ya hizo historia con el McLaren F1; ahora, casi 30 años después, demuestra que aún sabe cómo reinventarla.

Imágenes | Gordon Murray

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