La baliza V16 conectada será el único dispositivo legal para señalizar una avería a partir del 1 de enero de 2026. Al activarla, envía un aviso a DGT 3.0 y comparte la incidencia con otros conductores. En cierto modo, es un puente necesario para un parque envejecido, pues los coches nuevos ya integran SIM, eCall, ADAS avanzados y sistemas que hablan con la nube del fabricante.
Ese es el futuro que persigue Bruselas: que la señalización en caso de accidente o avería no salga de una baliza externa, sino del propio vehículo. En esencia, el coche conectado es un ordenador con ruedas que envía y recibe datos de forma continua: posición, estado de los sistemas, eventos de tráfico, información meteorológica o incluso cómo conduces.
El coche conectado ya hace lo que la V16 intenta: avisar antes de que veas el peligro
Esa conectividad se apoya en módulos telemáticos, con tecnología 4G o 5G y plataformas en la nube y ese mercado, que no es tan futurible como se podría pensar, ya mueve en Europa unos 11.700 millones de euros. Además, se prevé que de aquí a 10 años crezca empujado por las redes 5G, la electrificación y la demanda de servicios de seguridad y confort de los usuarios, cada vez más alta.
En paralelo, los C-ITS (sistemas cooperativos inteligentes) ya funcionan en corredores y ciudades europeas gracias a proyectos como C-Roads, donde la infraestructura y los vehículos compatibles intercambian avisos de obras, coches detenidos, accidentes o niebla en tiempo real. Es exactamente lo que hace una V16, pero sin accesorios: el coche y la carretera se hablan solos.
Euro NCAP también se mueve en esa dirección. Su hoja de ruta hasta 2030 incorpora datos externos y alertas en tiempo real para evaluar cómo un coche detecta y comparte peligros, porque si tu vehículo sabe que más adelante hay un detenido, una grúa o una tormenta, el riesgo baja antes incluso de que tú lo veas.
El gran reto de este salto tecnológico está en la privacidad: estos sistemas recopilan y comparten enormes cantidades de información personal. Y, por si fuera poco, la UE trabaja en migrar el eCall a nuevas tecnologías ante el apagado o las interrupciones de las redes 2G y 3G, para evitar que un servicio crítico quede mudo de la noche a la mañana.
El futuro de la seguridad vial pasa por coches e infraestructuras que se hablen entre sí
Mientras tanto, la V16 aporta algo muy tangible: evita bajarse del coche en caso de incidencia, con las ventajas que ello implica. En España, cada año mueren decenas de personas atropelladas en autovías y autopistas. Según la DGT, sólo en 2023 murieron 56 peatones en autopistas y autovías. Son situaciones que, en la mayoría de casos, ocurren justo después de bajar del coche por una avería o tras un siniestro menor.
En este sentido, la V16 también facilita la vida a quienes tienen discapacidad o movilidad reducida, y evita dilemas habituales: si viajas con niños, ¿los dejas solos en el coche o los bajas contigo a la autopista en caso de accidente? Además, elimina los minutos perdidos buscando los triángulos en el doble fondo del maletero, muchas veces enterrados bajo equipaje.
Help Flash IoT + Luz de Emergencia V16 con Geolocalización + Funda de Neopreno Roja, Exigible en 2026, Conectada con DGT 3.0, Señal V-16, Aviso Ubicación, Plan de Datos Incluido, Mayor Visibilidad
A los conductores, hoy nos toca comprar una V16 conectada porque lo exige la ley. Pero todo apunta a que, cuando pasen esos 12 años de conectividad que trae la baliza, el aviso ya lo enviará directamente tu coche y la carretera hablará con él sin que tú hagas nada. En ese momento la V16 será sólo un pisapapeles con luces, pero con suerte habrá cumplido su papel: proteger a los más vulnerables mientras todo el tráfico aprende a hablar el mismo idioma.
Imágenes | DGT
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