Victoria Fuentes
Las persecuciones policiales son peligrosas. Lo dicen las cifras de muertos: en EEUU se cobran una vida al día, y muchas veces por una infracción de tráfico o un delito menor. En Nueva York, como ya han hecho otras ciudades y estados, van a prohibir las persecuciones a alta velocidad por infracciones menores, aunque en otros lugares han intentando flexibilizar las normas para tener vía libre en las persecuciones.
Uno de ellos es Florida, donde antes se prohibía perseguir a un sospechoso que se daba a la fuga, a menos que fuera un delincuente o representara un peligro inminente para la comunidad. Ahora la cosa ha cambiado y está teniendo consecuencias.
Hay alternativas más seguras
Según detallan desde Carscoops, la Patrulla de Carreteras de Florida impedía en 2023 que la policía creara una amenaza mayor para la seguridad pública al perseguir a una persona. Ahora han vuelto atrás y después de que se empezara a perseguir a cualquiera que intentara huir tras darle el alto, las muertes se han triplicado: aumentaron de cinco en 2023 a 15 en 2024.
Las víctimas suelen ser o los propios sospechosos, o el agente que los persigue o como ocurre en muchos casos, víctimas colaterales. Es el caso de un camionero que falleció en Florida cuando una patrulla chocó frontalmente con él en una persecución, pero también ha habido muchos peatones y conductores que tuvieron la mala suerte de estar en el lugar equivocado.
De hecho, el Departamento de Justicia estadounidense ha indicado a las agencias policiales que no deben detener vehículos a más de 64 km/h debido al riesgo de seguridad que esto supone para todos los conductores. "Los datos simplemente demuestran que lo que están haciendo no es seguro”, asegura Roy Taylor, experto nacional en procedimientos policiales y exjefe de policía del condado de Jackson, Carolina del Norte.
Ante esta situación se proponen métodos alternativos ante el repunte de criminalidad en todo el país, como patrullas aéreas, detener al sospechoso posteriormente una vez se haya localizado. También el uso de herramientas como StarChase, un sistema que consiste en lanzar un pequeño proyectil con GPS y adhesivo desde un vehículo policial, que marca el vehículo del sospechoso que huye. Una vez marcado, las fuerzas del orden pueden rastrear la ubicación del vehículo en tiempo real sin poner en peligro a la ciudadanía.
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