Qué tengo que hacer si se me enciende la luz del líquido refrigerante en marcha. ¿Puedo seguir conduciendo?

Es una medida de seguridad para avisarnos cuando nos estamos quedando sin refrigerante o hay un riesgo de sobrecalentamiento del motor

Luz Liquido Refirgerante
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Daniel Murias

El pequeño Ford Fiesta subía hasta Pedrafita do Cebreiro como si no hubiese un mañana. Al volante, mi madre que había decidido adelantar a todo camión y coche que había. Era un crío en ese momento, pero me sorprendí igualmente al ver que el pequeño Fiesta 1.1 podía con todo los BMW y Mercedes de la carretera. Y de repente, un olor a quemado y el testigo del líquido refrigerante que se enciende

Problemón, estamos en medio de los Ancares y el coche nos va a dejar tirados. Inevitablemente, le pregunto cuánto tiempo se puede seguir conduciendo cuando se enciende la luz del refrigerante. “Depende”, me dice. Claro. 

Todavía es posible conducir, pero solo una distancia muy corta

No te daré la misma respuesta a la gallega, pero que sepas que cuando se enciende, es como una cuenta atrás y hay que parar cuanto antes. La luz indicadora del líquido refrigerante se representa con un pequeño indicador de temperatura similar a un termómetro sobre unas pequeñas olas. Cuando se enciende, significa que el vehículo se está sobrecalentando. Más concretamente, indica que el líquido refrigerante está demasiado caliente y ya no puede enfriar algunas piezas sensibles o el propio motor.

El refrigerante, que suele ser una mezcla de glicol y agua, es un líquido que circula entre el motor y el radiador del coche para ayudar a regular la temperatura y evitar el sobrecalentamiento. Mantener el nivel adecuado de refrigerante es esencial para el rendimiento y el buen estado general del motor, y debe sustituirse a intervalos regulares.

Mirando Debajo Del Capo

Si la luz que se enciende es de color naranja, puede significar que el nivel de líquido refrigerante es demasiado bajo. En cualquier caso, conducir durante demasiado tiempo con esta luz encendida supone un peligro para el conductor y sus pasajeros. Por lo tanto, hay que detenerse cuanto antes.

Cuando se enciende en rojo, lo ideal es detenerse inmediatamente. Dado que se trata de una emergencia podrá uno detenerse en el arcén de la carretera o, mejor aún, en una zona segura. En principio, se puede seguir circulando unos (muy) pocos kilómetros, para evitar males mayores.

Y es que cuanto más tiempo conduzcamos con la luz encendida, mayor será el riesgo de avería. En ese caso, deberá llevar el coche a un taller para solucionar el problema y evitar un nuevo sobrecalentamiento. Dependiendo de las piezas dañadas o de la avería, que pueden ser desde un radiador perforado hasta un manguito que pierde líquido pasando por un sensor que falla, las reparaciones costarán desde menos de 100 euros a más de 1.200 euros.

Eso sí, una vez que nos hemos parado, nunca debemos abrir el depósito del refrigerante cuando está caliente. Es extremadamente peligroso, la presión y el calor al que puede salir disparada el agua o el vapor nos puede quemar profundamente.

En todo caso, que la luz se encienda no significa que vayamos a reventar el motor en una nube de vapor de agua al estilo del rally Dakar o de 'Top Gear' en el desierto. También puede significar que, por la razón que sea, el líquido refrigerante y el sistema de refrigeración no consiguen enfriar el motor. 

En otoño, por ejemplo, pueden ser una acumulación de hojas, una bolsa de plástico traída por el viento u cualquier otro objeto similar que tapan el radiador sin que lo sepamos e inevitablemente el motor se calienta y se enciende la luz del líquido refrigerante.

O puede ser que te hayas venido arriba subiendo un puerto de montaña con una fuerte pendiente en pleno verano, un puerto de montaña como el de Pedrafita do Cebreiro (no miro a nadie). En ese caso, lo mejor es hacer una pausa y dejar que el motor se enfríe.

Imágenes | Mart Productions

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