El lanzamiento del SUV eléctrico Fisker Ocean fue un océano de problemas para la marca estadounidense por la lluvia de críticas que le cayó por parte de sus propietarios y de reconocidos youtubers del Motor. La firma está oficialmente en bancarrota tras fracasar las negociaciones para salvarla que los directivos de la marca mantenían con un gran fabricante de automóviles.
Como parte de su declaración de quiebra, Fisker va a vender a precio de saldo las unidades que le quedan del Ocean a una empresa de leasing.
Cuando el Ocean costaba 40.000 dólares
En el acuerdo, recogido por Car and Driver, Fsiker ha acordado (mal) vender los 3.231 Ocean que le quedan en su stock a American Lease, una empresa con sede en Nueva York que realiza leasing a usuarios de viajes compartidos y que ha acordado pagar entre 2.500 y 16.500 dólares por cada Ocean, dependiendo del estado del vehículo. Fisker asegura que tiene 2.711 SUV nuevos en "buen estado de funcionamiento" reservados para el precio más alto, lo que supondrá un pequeño alivio entre tanto número rojo.
Si se lleva a cabo la venta de este lote, algo que depende del tribunal, la firma norteamericana podrá hacer frente al pago de nóminas y de impuestos. Para hacernos una idea de lo que supone vender un Ocean a 16.500 dólares, podemos mirar a cuando salió a la venta la versión Extreme, la tope de gama, por 70.000 dólares. Por su parte el Sport, el de acceso a la gama, partía de 40.000 dólares, una cifra que el fabricante fue reduciendo hasta los 14.000 dólares en su intento por evitar la quiebra. En 2023 fabricó poco más de 10.000 unidades del Ocean (menos de una cuarta parte de lo esperado) y solo entregó 4.700 vehículos.
Fisker se suma así a otras startups de automóviles eléctricos que han quebrado, como la alemana Sono Motors o la también estadounidense Lightyear. Y son varias las razones que han llevado a Fisker a esta situación: los altos tipos de interés que incluso se han traducido en incumplimiento de pagos, los elevados costes asociados a la comercialización y distribución de su primer (y único) coche, el Fisker Ocean, una demanda de vehículos eléctricos más baja de lo esperado y los múltiples problemas que ha tenido el Fisker Ocean desde su lanzamiento.
A las malas críticas que ha recibido el SUV eléctrico, entre las que figuran la del Youtuber Marques Brownlee y la de Consumer Reports, que es el organismo equivalente a la OCU en Estados Unidos, hay que sumar la investigación que abrió la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carretera tras registrarse varios incidentes de seguridad relacionados con el Ocean.