Los vuelos comerciales cortos en España tienen los días contados: el tren se impone como alternativa ecológica

Los vuelos comerciales cortos en España tienen los días contados: el tren se impone como alternativa ecológica
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Prohibir los vuelos domésticos en rutas con alternativa en tren: es una de las medidas para reducir emisiones de CO₂ recogidas en el acuerdo programático entre PSOE y Sumar para formar un nuevo Gobierno de coalición.

Esta iniciativa ya ha sido propuesta en varias ocasiones pero, de ver la luz este nuevo Ejecutivo con ambas formaciones al frente, se haría efectiva. España se sumaría a otros países europeos que ya la han aplicado, aunque como en estos no serían muchas las rutas afectadas.

Siguiendo los pasos de Francia y con el beneplácito de Europa

Avión de Iberia en Madrid Barajas

"Tal y como han hecho otros países de nuestro entorno, impulsaremos la reducción de los vuelos domésticos en aquellas rutas en las que exista una alternativa ferroviaria con una duración menor de dos horas y media, salvo en casos de conexión con aeropuertos-hub que enlacen con rutas internacionales", se especifica en el texto firmado por ambas formaciones que aspiran al Ejecutivo en coalición.

La medida es calcada a la francesa, que entró vigor el pasado mes de mayo. En nuestro país vecino también se aplica idéntica duración para los trayectos alternativos en tren e igualmente quedan exentos los de conexión internacional. Aunque aún se ha de definir la excepción de aeropuertos-hub y detallar cuales serán.

La Comisión Europea dio luz verde a la medida de Francia, en términos de duración, por lo que en ese aspecto España tiene allanado el camino para aplicar la medida. También se adapata a la normativa comunitaria: el Reglamento Europeo de Servicios Aéreos, permite a los estados miembros "limitar o denegar el ejercicio de los derechos de tráfico" por "motivos medioambientales siempre y cuando existan otros medios de transporte como alternativa".

Respecto a la medida sugerida por Unidas Podemos, la de este acuerdo programático es más laxa, ya que la propuesta de este grupo parlamentario fijaba la eliminación de viajes en avión que pudieran cubrirse con trayectos en tren inferiores a cuatro horas. En su caso igualmente incluían rutas aereas de transporte de mercancías, pero la propuesta de PSOE y Sumar sólo afecta a trayectos de viajeros, como ocurre en Francia. Y de momento no hay mención alguna a los vuelos privados.

En todo caso, el texto habla de una reducción y no de eliminar los vuelos cortos nacionales en su totalidad, tal y como adelantó erróneamente Yolanda Díaz en su comparecencia ayer en la que además no se explicó correctamente. Y hay que tener en cuenta que la medida sólo se aplicará en caso de que gobiernen estas dos formaciones y además debe votarse en el Congreso.

Como en Francia, pocas rutas aéreas afectadas

Avión aterrizando

No serían muchas rutas españolas en avión que quedarían eliminadas por esta media. Según un informe comisionado por Iberia, que recoge ABC, serían cinco rutas: Madrid-Barcelona, Madrid-Málaga, Madrid-Valencia, Madrid-Alicante y Madrid-Sevilla.

Todas ellas están cubiertas por líneas de tren de alta velocidad (AVE y nuevas compañías), aunque en su mayoría son de dos horas y media clavadas, no menos. Sólo el AVE entre Madrid y Valencia es un trayecto de dos horas.

En un estudio recién presentado por Ecologistas en Acción se recogen un total de 11 rutas que podrían de eliminarse al contar con alternativa en tren. Pero éstas se aplican con la anterior propuesta de trayectos inferiores a cuatro horas. Es decir, que en muchas de éstas no podría aplicarse. La asociación detalla que de eliminarse dichos trayectos en avión se ahorrarían 50.000 vuelos al año y 300.000 toneladas de CO₂ a la atmósfera.

Si nos vamos a Francia, de momento sólo se han eliminado tres rutas desde que está activa la medida. Todas igualmente parten de su capital: París - Nantes, París - Burdeos y París - Lyon. Este trío de trayectos acoge únicamente un 2,5 % de los vuelos nacionales franceses, y son menos de 5.000 anuales.

Si bien se habían contemplado más, sólo estas rutas cumplen las exigencias para el veto al dejar fuera los vuelos de conexión y además tener que cumplir una frecuencia determinada los trayectos alternativos en tren.

En Francia esta medida se aplicará durante tres años en principio, periodo en el que se evaluará si es rentable a nivel de reducir emisiones en relación al impacto económico. Ya en su momento el sector aéreo en España afirmó que dado las pocas conexiones a las que se aplicaría, la reducción de emisiones sería de un 0,9 % menos, pero mucho mayor en términos económicos.

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