Dos personas que creíamos intocables de la Fórmula 1 perdieron su cargo en apenas unos meses, a finales de 2016 y principios de 2017. ¿Quién imaginaba una Fórmula 1 sin Bernie Ecclestone? ¿Y sin Ron Dennis? Ambos salieron, sin hacer demasiado ruido, de la F1 y de McLaren… después de ponerlas en el lugar en el que se encuentran a día de hoy.
La marcha de Ron Dennis de Mclaren, que es lo que ahora nos ocupa, se produjo por obra de los otros accionistas de la compañía británica, Mansour Ojjeh y el fondo bahreiní Mumtalakat, que recompraron las acciones del británico y lo echaron. Ficharon a un apasionado del motor y gurú de los negocios, Zak Brown, para sacar a McLaren del agujero en el que se encontraba.
La misión encomendada a Brown no va a cumplirse de un día para otro. En su segundo año en el cargo ha cambiado el equipo de Woking de arriba abajo y promete seguir haciéndolo. A él hay que agradecerle que viéramos a Fernando Alonso en las 500 Millas de Indianápolis el año pasado, e incluso que Alonso siga en la Fórmula 1.
Las vergüenzas de McLaren al descubierto
Pero lo que Brown no ha conseguido en su año y medio al mando de McLaren es que los resultados mejoren tanto como se espera. Han cambiado el motor Honda –con el que no había futuro, seamos realistas– por el Renault. Y ha sido cuando han salido a la luz las “vergüenzas” de la escudería.
El chasis no es tan bueno como debía ser, tampoco la aerodinámica, y hay una enorme falta de comunicación y de liderazgo dentro de cada departamento. Esto, unido a mil y una acusaciones, es lo que ha terminado por hartar a Eric Boullier, director deportivo de McLaren desde 2015, y que ha dimitido de su cargo esta semana.
Brown ha aprovechado la oportunidad para renovar el equipo. Ahora es Gil de Ferran - quien fuese coach de Alonso en su preparación para la Indy 500 y asesor de la escudería desde hace unos meses – quien ocupa la dirección deportiva. Además, se ha nombrado a Andrea Stella como responsable de rendimiento en pista y a Simon Roberts como supervisor del departamento técnico.
Los dos primeros son personas de confianza de Alonso, lo que muestra la fuerza del español en la escudería y el deseo de McLaren para que se quede… Sea suficiente o no, lo veremos en unos meses.
Los cambios llegan ahora, los resultados… ¿cuándo?
Desde Silverstone, el CEO de McLaren ha declarado que los resultados de los cambios realizados en la estructura de la formación tardarán en dar resultados. Es obvio que el coche de este año no se puede rehacer, y que al fin y al cabo las mejoras programadas durante el año no van a poner al MCL33 en la lucha por victorias.
Para Brown, la esperada lucha por el título y por victorias se hará esperar. No sabe si será en dos, tres, cinco o diez años… pero está convencido de que volverán a ganar en un futuro.
Es como empezar desde cero, prácticamente desde el fondo de la parrilla. Cada séptimo puesto será como una victoria de aquí al final de la temporada, pues teniendo en cuenta que Mercedes, Ferrari y Red Bull están a un mundo, lo máximo que puede lograrse es ese séptimo lugar.
Pero en esa lucha también han perdido terreno en las últimas carreras. Ahora Haas es más rápido, también Renault, y a veces Toro Rosso y Force India. Si McLaren acaba cuarto en el Mundial de Constructores este año, tendrán que celebrarlo como una gran gesta.
La Indy (quizás) debería esperar
Mientras McLaren intenta no hundirse en la Fórmula 1 y convertirse – con todos nuestros respetos – en Williams, también piensa en correr tan pronto como el próximo año en la Indycar. Brown ha depositado mucha ilusión en este proyecto, pero quizás no sea el momento adecuado.
Dentro del equipo británico hay malestar por ello, pues no entienden que piensen en otros proyectos y desvíen recursos cuando en la Fórmula 1 son uno de los peores equipos de la actualidad. Zak no ha descartado la Indy de cara a la próxima temporada, pero si lo hace será absolutamente respetable, y deberíamos tomarlo como algo normal.
Dejando el futuro a un lado, el próximo desafío para McLaren es este fin de semana, en Silverstone. La carrera en casa para la escudería llega después de un gran octavo puesto de Alonso en Austria, remontando desde el pit-lane. Si llueve, en Gran Bretaña es posible repetirlo, pero si no lo hace, habrá que volver a pensar en la épica… porque en condiciones normales estarán fuera de los puntos.