EEUU también cree en el coche eléctrico, pero su demanda de litio podría suponer un nuevo problema ecológico

EEUU también cree en el coche eléctrico, pero su demanda de litio podría suponer un nuevo problema ecológico
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Europa y China no están solos en la transición hacia el coche eléctrico. Estados Unidos también. Y eso podría suponer un enorme problema.

La transición de Estados Unidos a los coches eléctricos podría requerir tres veces más litio del que se produce actualmente para todo el mercado mundial.

Esa enorme demanda provocaría una escasez de agua, la apropiación de tierras indígenas y la destrucción de ecosistemas dentro y fuera de sus fronteras, según un estudio efectuado por el 'Climate and Community Project' y la University of California Davis, del cual se ha hecho eco The Guardian.

El estudio advierte de que, a menos que disminuya drásticamente la dependencia del país americano con los automóviles, la transición a una movilidad eléctrica alimentada por baterías de litio de aquí a 2050 agravará las desigualdades medioambientales y sociales mundiales relacionadas con la minería, y puede incluso poner en peligro el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5º C.

Casi medio millón de toneladas sólo para Estados Unidos

Mina Litio

De seguir así, la producción mundial de litio debería triplicarse de aquí a 2050 sólo para poder satisfacer el consumo estadounidense. Según el estudio, necesitarían 483.000 toneladas al año. Para hacernos una idea de lo que supone, en la producción mundial de litio a nivel mundial superó por primera vez las 100.000 toneladas en 2021 (cuatro veces más que en 2010).

Estados Unidos no es el único país que va a necesitar mucho litio. Solo para cumplir los los planes de transición energética de los Veintisiete, Europa necesitará hasta 18 veces más litio del que usa actualmente en 2030 y de cara a 2050, casi 60 veces más.

Litio bruto

Si bien las reservas de litio no parecen ser un problema, cada día se descubren nuevos y más grandes yacimientos, su extracción es más delicada a nivel medioambiental.

La minería de litio requiere mucha agua y es perjudicial para el medio ambiente. A menudo, el litio se encuentra en ecosistemas frágiles. Es verdad que hay grandes depósitos en Chile, en el desierto de Atacama, y en el salar de Uyuni, en Bolivia, así como en la provincia de Salta, Argentina.

salar litio

En estos casos, la extracción es bastante sencilla y a priori con bajo impacto en una zona ya de por si árida. Y sin embargo, se necesitan unos dos millones de litros de agua para producir una tonelada de litio. Este enorme consumo de agua no sólo afecta a los ecosistemas circundantes, sino que también tiene un enorme impacto en los agricultores locales.

También hay importantes yacimientos de litio en Europa, como en el noroeste de la península Ibérica, al norte de Portugal, y en el Oeste, como en Extremadura. ¿El problema? Unos ecosistemas en peligro y una densidad de población que no favorece la minería del litio. Por ejemplo, en Cáceres se encuentra el segundo yacimiento de litio más grande del mundo,pero se ubica en la mina a cielo abierto de Valdeflórez, en el enclave natural de la Sierra de la Mosca.

La sociedad del automóvil

Los Angeles
(Foto: Roberto Nickson)

¿Por qué Estados Unidos va a ser necesitar más litio que nadie? Según el estudio, básicamente por su relación con el automóvil. Una relación de necesidad. Se suele decir que Estados Unidos es el país en el que nadie camina. Y salvo algunas excepciones, como las grandes urbes de la Costa Este (Nueva York, Filadelfia, Boston, etc), la realidad es que el modelo de ciudad que impera en el país norteamericano está pensado de tal forma que sin coche, no hay salvación. A menudo, el transporte público es muy escaso o directamente inexistente.

Lo que recomienda el estudio es que cambien la manera de entender y ver la sociedad, algo bastante complicado de lograr en cualquier país del mundo. En el caso de Estados Unidos, en los planos urbanísticos de las ciudades y pueblos (lo que llaman zoning), si una determinada área se destina a viviendas, no puede haber absolutamente nada que no sea una vivienda. NO puede haber, ni una simple panadería o un pequeño supermercado. Y como el transporte público es muy deficiente o inexistente, se necesita un coche para todo.

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(Foto: David McBee)

Ocurre en las áreas con grandes casas individuales donde, por cierto, los municipios no suelen dar permisos de construcción para casas de menos de 1.000 pies cuadrados, uno 92 m²,  y lo que ha llevado a la creación del movimiento de las tiny houses (básicamente, caravanas decoradas), sino también en áreas residenciales de edificios. Las pocas excepciones se dan en los centros históricos.

En Europa, por la propia naturaleza de nuestras ciudades, muchas veces más antiguas que el descubrimiento de América, el fenómeno no es tan drástico. Si bien es verdad que las mejores redes de transporte público se dan en las grandes urbes, París, Lyon, Londres, Madrid, Barcelona, Fráncfort, etc. Fuera de esas ciudades, hay mucho margen de mejora, también es verdad.

El estudio aboga por una reducción de la demanda de litio y una mayor reciclaje de las baterías. Según recuerda el diario inglés, “la mayor reducción vendrá de cambiar la forma en que nos desplazamos por pueblos y ciudades -menos coches, más desplazamientos a pie, en bicicleta y en transporte público, posibles gracias a la mayor densidad de las ciudades-, seguida de la reducción del tamaño de los vehículos y el reciclado de las baterías”.

Unos coches cada vez más pesados

Bmw Ix

Reducir el tamaño de los coches eléctricos, y por tanto su peso, empieza ya a ser una necesidad. Ese incremento del peso, al menos en los coches eléctricos, se debe en parte a una batería cada vez más grande y por tanto más pesada.

La reducción del tamaño y peso, ya no es sólo por una cuestión de eficiencia energética, sino de seguridad vial e incluso de sentido común. Actualmente, ya se venden coches que rozan el límite a partir del cual se exigiría un carnet de camión para conducirlos.

Gmc Hummer Ev Suv

El Bentley Bentayga Extended Wheelbase pesa 2.514 kg en orden de marcha y tiene una MMA o masa máxima autorizada de 3.250 kg. Y no son sólo los SUV de lujo. Un BMW i4 eDrive40 eléctrico pesa más de 2.100 kg. Y luego está el Hummer EV, que con sus más de 4.100 kg de peso es imposible que llegue a venderse como turismo en Europa.

Al final, y aunque el estudio se hay centrado en Estados Unidos, este viene a decir que si queremos evitar convertir el litio en el nuevo petróleo, con unas consecuencias medioambientales nefastas, debemos cambiar de manera de usar el coche. Sin embargo, parece poco probable que eso ocurra sin incentivos y sin una mejora de los transportes públicos.

Por otra parte, la tecnología de las baterías no ha tocado techo. Actualmente, las esperanzas están puestas en las baterías de estado sólido. Unas baterías con mayor densidad energética -y por tanto que requieren menos litio y serían más ligeras-, así como una mayor seguridad y velocidad de carga.

El problema es que ninguna marca ha logrado todavía industrializarlas. Los fabricantes más optimistas hablan del horizonte 2026-2030. Por otra parte, al mismo tiempo se trabaja en el desarrollo de sistemas en base al hidrógeno, como coches y camiones con pilas de combustible, que pretenden ser una alternativa a los vehículos eléctricos de batería.

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