Toyota Aygo

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Además de sus primos franceses Citroën C1 y Peugeot 107 2012, el Toyota Aygo también ha sido renovado. Se empezará a vender en primavera, a tiempo para competir con el trío de miniutilitarios de VAG (Volkswagen Up!, SEAT Mii, Skoda Citigo), Renault Twingo 2012, Kia Picanto, etc.

Los Aygo, C1 y 107 forman parte de la misma joint-venture europea entre PSA y Toyota. Por lo tanto, hablamos básicamente del mismo coche. Toyota ha vendido con su escudo 580.000 Aygo, de los cuales, el 85% fueron gasolina. Por lo tanto, el motor 1.4 D4D ya no se va a ofrecer en su gama.

Tiene una nueva imagen exterior, mejoras en el interior, un consumo de gasolina levemente reducido, mejor equipamiento y otros cambios que le hacen ganar puntos respecto al Aygo actualmente a la venta. Básicamente se trata de quitarle esa connotación de coche barato en el sentido peyorativo del término.

Cambios exteriores

Ahora se parece más al modelo inmediatamente superior, el Toyota Yaris. La remodelación se debe fundamentalmente a motivos estéticos (para mantenerlo más fresco), pero también a una mayor eficiencia (es más aerodinámico y el motor está mejor ventilado) y a la legislación comunitaria sobre luces diurnas de serie.

El comunicado nos dice que las luces LED horizontales son opcionales, luego los básicos tendrán que tener un sistema similar por faros halógenos. Son más baratos, pero requieren mantenimiento —cambiar bombillas— mientras que las LED estarán ahí hasta que reciba un golpe o vaya al desguace.

Los cristales traseros podrán ser oscuros por primera vez. Tiene ocho colores exteriores, dos de los cuales son nuevos, como el naranja de las fotos (Vibrant Metallic Orange). Para los neumáticos hay un nuevo diseño de tapacubos o dos de llantas aleación (5 y 6 radios), todos de 14 pulgadas. En las fotos tiene ruedas Continental EcoContact3.

Cambios interiores

Lo sentimos, pero Toyota no ha proporcionado imágenes del interior en el momento de publicar esta información. El salpicadero recibe un color gris oscuro para sus partes superior e inferior. Al igual que sus primos, puede tener el volante forrado de cuero, y las versiones automáticas reciben las levas para cambiar.

Los aros del velocímetro, tacómetro y salidas de aire se pueden elegir en color gris, naranja o negro. Además, los altavoces delanteros, en las puertas, pueden estar decorados en plata o naranja. Los pomos del cambio, ya sean manuales o automáticos, también pueden ser de cuero.

La marca también asegura que se ha aumentado el material aislante en dos puntos, bajo el capó, y en la zona del embrague. Teóricamente reduce ruido y vibraciones. Aunque el motor 1.0 VVT-i no tiene un sonido feo de escape, lo cierto es que el ruido en el interior puede ser molesto, y las vibraciones muy puñeteras al ralentí.

Peor era en las versiones diesel, pero como no venderán más ese motor, muerto el perro se acabó la rabia. En cuanto a la suspensión, los amortiguadores ahora son más cómodos pero sin que eso degrade el comportamiento dinámico del coche, según el comunicado.

Dispone de dos equipos de música, ambos leen MP3. El básico tiene radio-CD y dos altavoces, el superior incorpora la toma USB, conectividad Bluetooth, pantalla multifunción y dos altavoces más. El conector auxiliar sigue estando ahí, vital para el segmento al que va dirigido.

Por último, nos cuentan que el portón del maletero, que sigue siendo de vidrio, ahora tiene un ángulo de apertura más grande, lo que facilita colocar objetos grandes. No hay ningún cambio en su habitabilidad o capacidad de maletero, pese al incremento de 15 mm en longitud.

Motor 1.0 VVT-i con dos sabores

El fiable 1.0 tricilíndrico da 68 CV y 93 Nm de par máximo, como la versión a la venta. En vez de consumir 4,6 l/100 km (actual), el manual consume 4,4 l/100 km y el automático 4,5 l/100 km. Lo mismo que sus primos franceses. Pero hay una novedad, la versión ECO.

El modelo ECO promete un consumo de 4,3 l/100 km, cuenta con una tercera marcha más larga y neumáticos de baja resistencia a la rodadura (-14% de resistencia). Como baja de 100 gramos de CO₂/km, tiene ventajas fiscales en algunos países europeos, pero en el nuestro no. Cada 15.000 km o anualmente lo llaman a mantenimiento.

Sigue siendo un modelo muy económico. Toyota permite ver el precio de las revisiones en su Web antes de pisar el taller. Por ejemplo, viviendo en Barcelona, la revisión de los 15.000 km sale a 98 euros (sin SIGAUS), la de 30.000 km a 219 euros, la de 45.000 km por 105 euros… Son tarifas del modelo vigente pero no deberían ser muy diferentes con el nuevo.

Todavía no conocemos los precios.

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