
Vasily Builds, un joven preparador de coches afincado en Tennessee, EEUU, ha convertido un antiguo Comuta-Car en una máquina capaz de poner los pelos de punta. El resultado es tan extraño como espectacular: un cochecito de fibra de vidrio con motor de Hayabusa que ruge a 190 CV.
Lo que empezó siendo un biplaza eléctrico de formas simpáticas y rendimiento limitado es ahora un misil sobre ruedas que lucha incluso por mantenerse en línea recta. Y todo gracias al talento, la paciencia y una buena dosis de locura por parte de su creador.
Del microcoche eléctrico al monstruo: el antes y el después del Comuta-Car
El protagonista de esta historia es un Sebring-Vanguard Comuta-Car, un microcoche eléctrico fabricado en Estados Unidos entre los años 70 y 80, en pleno auge de las alternativas a los coches de combustión tras la crisis del petróleo. De aspecto peculiar, este vehículo nació con unas prestaciones muy modestas: batería de plomo, unos 6 CV de potencia y unos 600 kg de peso.
Pero eso fue antes de caer en manos de Vasily Builds, un YouTuber que ha hecho del arte del swap (intercambio de motores) una auténtica religión. Su canal, con miles de seguidores y vídeos que superan las 600.000 visitas como el de este microcoche, se ha convertido en un rincón de culto para los amantes de las preparaciones más locas.
Motor Hayabusa: 190 CV en una caja de zapatos
Y esta podría ser su creación más salvaje hasta la fecha. La genialidad (o locura) de Vasily consistió en desmontar todo el sistema eléctrico original del coche para reemplazarlo por el motor tetracilíndrico de una Suzuki Hayabusa, una de las motos más rápidas jamás fabricadas.
Estamos hablando de 1.298 cc, unos 190 CV y una velocidad potencial de hasta 299 km/h. Un despropósito absoluto para un coche de su tamaño y peso. El proceso de transformación quedó documentado en una serie de vídeos, donde se puede ver desde la compra del coche (a un entrañable nonagenario fan del DIY) hasta la puesta a punto del motor y sus primeras pruebas en carretera.
Vasily tuvo que modificar el chasis de aluminio, reconfigurar la suspensión trasera, alojar un nuevo depósito de gasolina y resolver algún que otro contratiempo con los inyectores que inicialmente le hicieron sonar como un V-Twin. ¿El resultado? Un microcoche que acelera con furia y suena brutal.
Vasily Builds: de cortacéspedes a barcos pasando por tractores
Aunque este proyecto ha sido el que más atención ha captado, Vasily no es nuevo en esto. Su canal está plagado de experimentos mecánicos tan sorprendentes como ingeniosos. Desde karts y quads hasta lanchas motoras o tractores de jardín, cualquier cosa con ruedas (o sin ellas) puede acabar convertida en una máquina de adrenalina con su sello.
Su estilo mezcla talento para la fabricación artesanal, conocimientos de mecánica y una buena dosis de sentido del humor. Y eso se nota en cada uno de sus vídeos, que combinan momentos técnicos con anécdotas y una comunidad fiel que sigue cada locura con entusiasmo.
El vídeo del Comuta-Car Hayabusa se ha convertido en todo un fenómeno en YouTube, con más de 658.000 visualizaciones. No es para menos: ver una cuña de queso amarilla luchar por mantener el rumbo mientras suena como una superbike japonesa es pura poesía visual y sonora. ¿Quién dijo que los microcoches eléctricos y clásicos no podían ser divertidos?
Imágenes | Vasily Builds