El mundo de los entusiastas del motor ha demostrado, una vez más, que la pasión por los coches puede unir a las personas y lograr lo imposible. Thomas Bristol, propietario de un raro Nissan Skyline GT-R de 1993, vivió una pesadilla cuando, en plena madrugada, su preciado deportivo japonés fue robado de su garaje en Denver (Colorado, EEUU).
Sin embargo, la historia dio un giro inesperado gracias a la acción coordinada de los miembros de un grupo de Facebook llamado "Colorado Cars and Coffee".
En tan sólo 44 horas, esta comunidad no sólo ayudó a localizar el coche, sino que demostró cómo las redes sociales pueden superar la eficacia de las autoridades en ciertas situaciones. La odisea del Skyline R32 terminó con el vehículo recuperado, ileso, y con su dueño agradecido por el apoyo recibido.
El robo de un coche mítico, pero nada discreto
El pasado martes, en plena madrugada, los ladrones irrumpieron en el garaje de Thomas Bristol usando un Subaru Impreza de segunda generación, también robado, para forzar la puerta. La cámara de seguridad captó el momento en que uno de ellos, con herramientas en mano y rostro cubierto, se dirigió directamente hacia su Skyline R32.
Este coupé deportivo, también conocido como ‘Godzilla’, es un auténtico icono para los amantes de la automoción que nunca se comercializó en EEUU, por lo que Bristol lo importó en 2017 por unos 20.000 dólares (unos 19.200 euros al cambio). Concretamente, hablamos de un Nissan Skyline R32 de octava generación (1989-1993) con una combinación de piezas únicas, como un escape Nismo y un bloque motor de un R34.
Como declaró Bristol al podcast Automotive ADHD, es un coche con un valor emocional y material incalculable para él. “Para mí, es mucho más que un vehículo”. Así que a pesar del shock inicial, tras descubrir y denunciar el robo a la policía, decidió no rendirse y empezar a buscarlo él mismo.
Con la esperanza de encontrar ayuda más rápido, un amigo de Bristol publicó una alerta en el grupo de Facebook “Colorado Cars and Coffee”, donde miles de entusiastas comparten su pasión por los coches. Y la respuesta fue inmediata. En cuestión de horas, empezaron a llegar fotos y avistamientos del Skyline circulando por distintas carreteras de la zona.
“Casi de inmediato, Internet se puso manos a la obra para localizar mi coche”, explicó Bristol. Los entusiastas del motor no solo compartieron información, sino que también comenzaron a recorrer activamente la ciudad en busca del deportivo.
El propio Bristol intentó recuperar el coche en una ocasión cuando lo vio en la carretera, pero el tráfico le impidió alcanzarlo. “Sentía que la policía no estaba actuando con la rapidez que yo necesitaba”, lamentó.
Mientras tanto, los miembros del grupo siguieron compartiendo actualizaciones y avistamientos casi en tiempo real, incluyendo avistamientos en Colorado Springs y, finalmente, en una zona conocida como ‘Black Forest’, a las afueras de la ciudad.
La teoría de Bristol es que el ladrón, al darse cuenta de que el coche estaba siendo rastreado por toda la comunidad en línea, se sintió acorralado y decidió abandonarlo. Menos de 72 horas después del robo, la oficina del sheriff del condado de El Paso encontró el coche estacionado e intacto.
Aunque el vehículo sigue retenido como prueba, Bristol se muestra optimista: “Me han dicho que no está destrozado y parece que está bien. Estoy deseando recuperarlo”. El propietario también expresó su gratitud hacia todos los que ayudaron:
“Si todo este trabajo conjunto que hicieron en línea motivó al ladrón a desistir, hicieron más de lo que jamás podría pedir. Desde el principio hasta el final, fueron 44 horas. Me robaron el coche y lo recuperaron en tiempo récord”. Esta historia es un recordatorio del poder de las comunidades digitales y del amor que los entusiastas sienten por sus coches.
Para personas como Bristol, un vehículo es mucho más que un medio de transporte: es una parte esencial de su vida. Así que gracias a la implicación de su comunidad de Facebook, lo que pudo ser una pérdida irreparable se convirtió en una especie de “milagro navideño”.