Tesla ofrece un primer vistazo al laboratorio donde estrella sus coches eléctricos antes que los demás

Tesla ofrece un primer vistazo al laboratorio donde estrella sus coches eléctricos antes que los demás
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El vídeo no dura ni dos minutos, pero ofrece un paseo fugaz por primera vez por el laboratorio en el que Tesla estrella sus coches para poner a prueba su seguridad antes de que lo hagan organismos como el IIHS estadounidense o Euro NCAP.

Situado en Fremont, California, cuenta con una pista de alrededor de 103 metros de largo en la que los modelos eléctricos cogen carrerilla para acabar contra una pared, o siendo impactados desde detrás.

Un enorme trabajo de ingeniería

Tras un intenso trabajo de ingeniería, el vehículo es fijado al sistema de propulsión a través de un cable de acero, y son las dos unidades de propulsión eléctrica del Model S Performance las que impulsan el coche hasta el final de la pista, donde se encontrará con un muro.

Como otras compañías, Tesla hace simulaciones por ordenador, y explican que crearán próximamente, a nivel de diseño, componentes en 3D para simular los choques a través de un sistema matemático y valorar las consecuencias del impacto.

En este laboratorio pusieron a prueba el Model 3, un coche que ha ganado las calificaciones de 5 estrellas en todas las categorías y la probabilidad más baja de lesiones jamás probada por la NHTSA; 5 estrellas de Euro NCAP así como de su homólogo australiano, mientras ha sido aclamado por establecer un "nuevo punto de referencia de tecnología de seguridad".

Más recientemente, el Model 3 obtuvo el premio 'IIHS Top Safety Pick +' junto al Audi e-tron, que es el nivel de seguridad más alto posible otorgado por la organización estadounidense.

Lo cierto es que estos coches eléctricos disfrutan de zonas de deformación frontales optimizadas, ya que al no existir un gran motor térmico en la parte delantera, se puede diseñar con mayor libertad esta parte del vehículo.

Tesla Model 3 Crash Test

Además, las pesadas baterías situadas en el suelo de los vehículos (pueden llegar a pesar 500 kilos) permiten un centro de gravedad bajo y refuerzan la estructura, algo que se hace notar sobre todo en choques laterales. El año pasado pudimos ver cómo la compañía trataba de volcar un Model X tras desviarse de forma lateral, como puede ocurrir en una curva, y deslizarse fuera de la carretera.

Y no lo consiguió, aunque no desveló la velocidad a la que se realizaron las distintas pruebas.

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