Bosch pretende digitalizar los parasoles, uno de los pocos elementos intactos en los coches

Bosch pretende digitalizar los parasoles, uno de los pocos elementos intactos en los coches
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El sector de la automoción está evolucionando a un ritmo nunca visto. En los últimos 10 años los coches han alcanzado un nivel de desarrollo tecnológico más fuerte que el acumulado durante varias décadas anteriores, pero aún hay margen para seguir evolucionando hacia coches más avanzados y amables con el ser humano.

Uno de estos puntos de mejoría es precisamente un elemento tan sencillo que no ha cambiado absolutamente nada desde que se creó por primera vez. Estamos hablando de los parasoles, un dispositivo sumamente analógico que Bosch quiere revolucionar hacia la era digital.

La revolución de un elemento prácticamente intacto desde que el coche es coche

Más sencillo no puede ser. Cuando el sol está en una posición baja al amanecer o al atardecer absolutamente todos los coches tienen el mismo elemento. Ya sea un coche viejo o el más moderno, barato o caro, basta con tirar de la cortinilla para refugiar la vista detrás de un parasol sin artificios técnicos.

Un parasol es extremadamente sencillo tanto de fabricación como de utilización, pero también tiene sus inconvenientes puesto que limita el campo visual y el 90% de la información que recibimos al volante procede a través del sentido de la vista.

Para evitar esta limitación en la mayor medida posible, Bosch pretende revolucionar los parasoles convirtiéndolos en elementos inteligentes que sigan protegiendo los ojos de la luz del sol pero minimizando la restricción que producen del campo visual.

La propuesta del gigante alemán presentada en el CES de Las Vegas es sustituir el panel opaco y tapizado por una pantalla translúcida. En el interior de dicha pantalla se implementarían celdas de cristal líquido para oscurecer bien una parte del panel o su totalidad y su funcionamiento podría ser automático o manual. Pero, ¿cómo funciona en modo automático?

El principio de funcionamiento sería bastante similar a los faros LED más modernos con luces de carretera automáticas que detectan a otros coches y desconectan los ledes correspondientes para evitar deslumbramientos. En este caso una cámara y varios sensores detectarían tanto los destellos de luz solar como los ojos del conductor para determinar exactamente qué paneles del parasol deben ser opacos para evitar deslumbramientos.

Así, en lugar de tener un parasol completo opaco que bloquea tanto la luz solar como la visión de la carretera, este parasol sólo bloquearía la porción necesaria para proteger los ojos sin interferir en la vista para el resto.

El reto de este sistema es el software necesario para determinar la posición de los ojos del conductor, sus movimientos, la incidencia de la luz solar y las variaciones de posición del vehículo para que el panel se ajuste de manera dinámica.

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