barco mercante

El nuevo coloso del mar, Anji Ansheng, del Grupo SAIC, puede traer a Europa hasta 9.500 coches a bordo en cada viaje.

Muchos han querido restaurar este transatlántico, pero nadie se ha atrevido, así que han decidido convertirlo en el mayor arrecife artificial del mundo.

Se está librando una batalla legal entre BMW y un grupo de empresarios de Rotterdam que quiere revender 260 BMW que fueron rescatados del barco en llamas.

La incipiente sequía está haciendo que el bajo nivel de agua provoque cuellos de botella, y el gigante naviero danés Moller-Maersk ha tenido que recurrir al ferrocarril para transportar parte de su carga.

O cómo un sólo barco puede provocar una catástrofe ecológica, hambruna y agudizar una crisis económica.

15 Lamborghini Aventador, 20 Lamborghini Huracán, 38 Bentley Continental GT, 50 Lamborghini Urus... la lista es larga.

Las unidades que se perdieron en el naufragio del buque Felicity Ace, y que se reemplazarán lo antes posible, suponen una pérdida de más siete millones de euros como mínimo para la marca italiana.

La operación de rescate de la mercancía y del navío ha fracasado.

Una semana a la deriva, pero con la mayor parte del fuego controlado.

Las últimas fotos que ha publicado la Armada portuguesa del Felicity Ace muestran a un carguero aún humeante y muy dañado.

Porsche ha dicho que cerca de 1.100 modelos de la firma formaban parte del cargamento.

Para poder descargar los vehículos usados -en algunos aún se puede adivinar bajo la gruesa capa de hielo que son Honda o Toyota- los trabajadores tienen que romper el hielo como pueden tras sacarlos con una grúa.

Aunque resulta un alivio a nivel comercial, se desconoce en qué momento exacto se podrá acabar con el atasco provocado por el incidente.

Las consecuencias de este inusual atasco ya se dejan ver en Siria, donde el bloqueo de petroleros ha provocado el racionamiento de combustible.

Los trabajos de reflotación se basan en aliviar la enorme carga y drenar 20.000 toneladas de tierra de las orillas del canal. Pero el terreno no lo está poniendo fácil.