Alguien ha tirado al menos 7 kg de clavos y tornillos en esta carretera de Burgos donde ya han pinchado decenas de conductores. Nadie sabe quién es el culpable

Alguien ha tirado al menos 7 kg de clavos y tornillos en esta carretera de Burgos donde ya han pinchado decenas de conductores. Nadie sabe quién es el culpable
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Una pequeña convencional que une Burgos capital con tres pueblos cercanos se ha convertido en "la carretera de los pinchazos". Desde hace meses, son muchos los conductores que han pinchado en uno de sus tramos. No tiene nada que ver con el asfalto o algún desperfecto del firme: alguien se está dedicando a tirar tornillos enormes en toda la calzada. Los agentes han llegado a retirar kilos de tornillería.

Tal ha sido el volumen de llamadas de vecinos denunciando esto, que la Guardia Civil ha abierto una investigación para dar con quien está perpetrando semejante canallada. Mientras, los usuarios habituales de esta carretera están intentando evitarla en la medida de lo posible por miedo a pichar en el intento.

Meses de investigación, aún sin éxito

La carretera en cuestión es la BU-800. Esta convencional nace en Burgos capital, en el sureño barrio de San Julián y conecta la ciudad con tres municipios: Cardeñajimeno, Cardeñadijo y Carcedo de Burgos. El tramo en concreto donde están tirando deliberadamente los tornillos es bajo el puente que une la A-1 con la BU-11, autovía de acceso sur a la ciudad.

Tras sucesivas alertas y denuncias de conductores durante varios meses, la división de Burgos del Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico (GIAT) de la Guardia Civil optó finalmente por abrir una investigación el pasado mes de septiembre. Investigación que señalan como "sumamente compleja".

El tramo de la BU-800 bajo el puente de la A-1 que enlaza con la BU-11. Imagen: Google Maps

Lo que tienen claro es que no es casual o fruto de un accidente puntual: alguien los está colocando a conciencia. Se trata de clavos de gran tamaño, tornillos especiales para pladur y otras piezas metálicas y puntiagudas que, de pasarse por encima, pueden pinchar un neumático.

Se están colocando en toda la calzada, en ambos carriles, además de en los arcenes. Y se cuentan por docenas, siendo prácticamente imposible eludirlos si se circula por el tramo: en una de las últimas inspecciones, los agentes aseguran al local Diario de Burgos que retiraron entre 6 y 7 kg de tornillería.

Desde Motorpasión nos hemos puesto en contacto con la división GIAT de Burgos y nos confirman que la investigación continúa abierta y que siguen trabajando para dar con el culpable o culpables. Cuando les preguntamos si ha habido algún avance, nos trasladan que "de momento, nada". Dado que la investigación sigue en curso, no pueden dar más detalles.

Lo que sí nos confirman es que no se ha registrado ningún accidente por los reventones y pinchazos sufridos por los conductores.

Clavos y tornillos grandes

El peligro de pinchar la rueda con un clavo enorme. Los neumáticos han avanzado mucho y cada vez son más resistentes, pero un clavo o un tornillo de gran tamaño puede provocar un corte importante en la goma.

Cuando un clavo o tornillo se incrusta en la rueda, dependiendo de cuanto se clave de profundo, puede tardar tiempo en perder presión o hacerlo de forma inmediata. En todo caso puede acabar incluso reventando, lo que a altas velocidades o dependiendo de por donde se circule puede ser fatal.

También depende del neumático en sí. Por ejemplo los de tipo Run Flat, al ir reforzados, permiten circular con la goma pinchada hasta cerca de 100 km y a velocidades de 80 km/h.

Neumático de coche

¿Reparar o cambiar el neumático? Si la goma revienta en plena circulación, o pierde por completo la presión, para salir del paso y poder seguir circulando podemos cambiarla por la de repuesto (de tenerla) o bien repararlo con el kit antipinchazos. Esto podemos hacerlo nosotros mismos (si es seguro hacerlo y señalizándolo como se exige) o bien llamar al servicio de asistencia del seguro.

No obstante, cuando se clava en un neumático un tornillo o clavo grande y muy largo, lo más recomendable es cambiarlo. Lo malo que cuando cambiamos un neumático hay que sustituir igualmente su compañero del mismo eje, pero mejor no escatimar en estos casos. Hablo de la propia experiencia: tras una reparación por un enorme clavo alojado en el neumático de mi coche, acabé reventando días después en plena autovía. Poca broma.

Teniendo todo esto en cuenta, es incalificable que una persona, o personas, lleven meses tirando enormes clavos y tornillos en esta convencional burgalesa, llena de curvas y sin apenas arcén según el tramo. Al peligro que supone, se suma la gracia de tener que cambiar dos neumáticos. Una reparación que, como mínimo, supera los 100 euros.

Imágenes | Pixabay, Pexels, Motorpasión

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