Probamos el Renault 5: el primer coche eléctrico que te vas a querer comprar porque es divertido, gasta poco, mola muchísimo... y te lo puedes permitir
El próximo mes de noviembre comenzarán las entregas del Renault 5 E-Tech 100% eléctrico, un pequeño utilitario de cero emisiones que llega cargado de nostalgia y tecnología para acabar con el mantra de que los coches eléctricos son aburridos.
De paso, el Renault 5 E-Tech 100% eléctrico pretende demostrar que los coches eléctricos empiezan a estar al alcance de casi todo el mundo. Su objetivo es ser un superventas, como lo fue su abuelo en los años 70 y 80.
El Renault 5 E-Tech es uno de los coches más esperados del año
Voy por las calles de Niza en un coche amarillo, paso por delante de tiendas como Omega, Louis Vuitton, Yves Saint Laurent, Cartier o Rolex y la gente que sale de todas esas tiendas se queda mirando de forma descarada. No me miran a mí, sino al coche que conduzco.
No falla, casi todo el mundo gira el cuello cuando paso. Claramente soy el foco de atención (insisto, no yo, sino el coche). Pensarás que llevo uno de los tantos Ferrari, Lamborghini o McLaren que se ven por la Costa Azul francesa, pero no, lo que conduzco es un pequeño coche eléctrico y lo que hace que todo el mundo mire es “el efecto R5”.
Lo he llamado así porque, después de conducir dos días por esta zona el nuevo Renault 5 E-Tech eléctrico, he comprobado que es un “giracuellos” de manual. De los coches que he probado en los últimos años, es uno de los que más llama la atención de peatones, conductores, ciclistas y motoristas.
Es innegable que los colores verde y amarillo de las unidades de prueba que Renault ha puesto a nuestra disposición en la presentación internacional a prensa de este modelo llaman la atención porque “pegan mucho cante”, pero es el diseño lo que realmente atrae a la gente.
Mientras hago fotos al coche en un aparcamiento, un matrimonio de cierta edad se acerca y me pregunta por el R5. Me cuentan que tuvieron uno hace muchos años y que están pensando en comprar el nuevo como segundo coche.
Parte del atractivo de este nuevo Renault 5 tiene mucho que ver con eso. Si no lo has tenido tú, todos conocemos a alguien que ha tenido uno, ya sea un amigo o un familiar; en mi caso, mi padre tuvo uno, un Renault 5 TX de 1982 que fue el coche con el que aprendí a conducir, por lo que tengo un cariño especial a este modelo.
Se llama nostalgia y Renault es consciente de lo mucho que vende hoy en día, por eso este Renault 5 tiene un diseño neoretro que recuerda tanto al Renault 5 original y a su segunda generación, el Supercinco. Más allá del diseño, el concepto del coche es similar porque es un utilitario del segmento B de dimensiones muy reducidas: apenas mide 3,92 metros de largo.
Pero estamos en 2024, es decir, en plena transición hacia la electrificación total del automóvil (te recuerdo que en Europa solo podremos comprar coches eléctricos nuevos a partir de 2035). Renault ya tiene un utilitario de combustión y parcialmente electrificado, el Renault Clio, así que el Renault 5 es exclusivamente eléctrico. Realmente, es el sustituto del Renault ZOE, pero, en lugar de hacer un nuevo ZOE, Renault ha preferido recurrir a la nostalgia para intentar convertir a su pequeño coche eléctrico en un superventas.
El Renault 5 E-Tech por fuera: a medio camino entre el pasado y el futuro
Viendo lo mucho que llama la atención de todo el mundo, está claro que la marca del rombo ha acertado con el diseño. Lógicamente, es una cuestión subjetiva, pero no se puede negar que este coche tiene muchísima personalidad y, en mi opinión, es un buen homenaje al Renault 5 original y al Supercinco porque tiene rasgos de ambos modelos, al mismo tiempo que su aspecto es bastante futurista y claramente más innovador y deportivo que el del ZOE.
También cuenta con detalles que son un guiño a sus antepasados, como los pilotos dispuestos de forma vertical o el indicador de carga de la batería del capó, que recuerda a la toma de aire del primer Renault 5 y tiene el logotipo del 5 iluminado con cinco barras LED, cada una de ellas representa un 20% del porcentaje de carga de la batería; cuando el logotipo está completamente iluminado, sabes que la batería está cargada al 100%.
Los colores también parecen sacados de los años 70. Se puede elegir entre cuatro tonos: amarillo, verde, azul oscuro y blanco. En función del acabado, el techo puede ser de color negro y personalizarse con distintos vinilos opcionales. También hay varios diseños de llantas disponibles; las más pequeñas son de 18” y en la unidad de pruebas van calzadas en unos neumáticos Continental EcoContact 6Q enfocados a la eficiencia.
El Renault 5 E-Tech por dentro: diseño, tecnología, calidad y no tanto espacio
Lo que no hay es posibilidad de escoger la carrocería con tres puertas, como en el Renault 5 de los años 70 y como en uno de los principales rivales de este modelo: el Mini Cooper E. Solo está disponible con cinco puertas; aunque el ángulo de apertura de las puertas traseras no es muy grande, obviamente es más práctico así.
Eso sí, hay que tener claro que las plazas traseras solo sirven para niños o para adultos en trayectos cortos porque hay poco espacio para la cabeza y, sobre todo, para las piernas.
Con el asiento del conductor colocado a mi gusto (mido 1,83 metros de alto), directamente no me caben las piernas detrás; me gusta conducir con el asiento muy abajo y el Renault 5 permite bajarlo mucho, pero tengo que subirlo un poco para que el pasajero que se sienta detrás pueda meter los pies.
Con menos de 4 metros de largo, el maletero tampoco puede ser grande: tiene 277 litros de capacidad, pero esta medida tiene truco porque Renault utiliza e hueco que hay debajo del suelo para contar esos 277 litros. Por lo tanto, el espacio de carga útil es algo más pequeño, pero el diseño es muy limpio, así que es aprovechable. Caben entre tres y cuatro maletas de cabina colocadas de pie y en el hueco que hay debajo del suelo se pueden guardar los cables de carga.
Delante no hay problemas de espacio. Con el asiento del conductor colocado en su posición más baja me sobra espacio para la cabeza. Agradezco poder bajarlo tanto porque me permite tener una posición de conducción muy cómoda, con las piernas relativamente estiradas y el volante bastante alto.
De esa forma puedo ver perfectamente el cuadro digital y todos los mandos quedan a mano; por suerte, la pantalla táctil central se complementa con unos botones físicos para el clima muy útiles. La visibilidad también es buena en todas las direcciones y, más allá de la ergonomía, se respira un ambiente a medio camino entre lo clásico y lo moderno.
El Renault 5 está completamente digitalizado, pero el diseño de los asientos es un homenaje a los asientos de las versiones deportivas del primer Renault 5, como el TX y el Turbo, con los característicos pétalos y colores muy setenteros a juego con la pintura exterior.
El salpicadero y el techo también recuerdan al del primer 5 y la marca ofrece de manera opcional componentes para personalizar el interior, como distintos diseños para la palanca de cambios, que está situada detrás del volante, o un porta baguettes.
Una etiqueta escondida en la bolsa que hay en el respaldo del asiento del conductor es otro de los guiños a la historia del R5 porque tiene la silueta del primer R5, la del R5 Turbo de 1980, la de un Supercinco y la del modelo nuevo.
De la personalidad moderna del Renault 5 destaca el sistema de infoentretenimiento OpenR link con Google integrado. Es uno de los mejores sistemas multimedia del mercado y en este coche va francamente bien, como en sus hermanos mayores. Además, incorpora un avatar llamado Reno que responde al comando “Hola, Reno” para funcionar como asistente virtual.
El multimedia con Google integrado, sin embargo, no estará disponible en la versión básica del Renault 5, que llegará en 2025 con un precio de partida de 24.900 euros, pero sí tendrá Apple CarPlay y Android Auto sin cables. En el resto de versiones el sistema openR link viene de serie,
De momento, la única variante disponible es la más potente de las tres que tendré el Renault 5. El básico, denominado “five”, tendrá 95 CV y una batería de 40 kWl, por encima habrá un Renault 5 E-Tech con la misma batería de 40 kWh y 122 CV, y el que ya se puede comprar es el Renault 5 E-Tech de 150 CV con batería de 52 kWh. Es el que he conducido en la primera toma de contacto.
Esta variante está disponible con dos niveles de equipamiento: techno e iconic cinq. Este último es el más completo y es el del coche analizado. Con la batería de iones de litio de 52 kWh, homologa una autonomía de 409 km en ciclo combinado WLTP y puede cargarse a una potencia máxima de 11 kW en corriente alterna y de 100 kW en corriente continua.
Al volante del Renault 5 E-Tech: eficiente y con alma
Durante la prueba, el consumo medio obtenido con esta versión fue de 15,3 kWh/100 km, es decir, muy próximo a los 15,1 kWh/100 km homologados, si bien es cierto que alguna que otra alegría con el pie derecho hizo que la media subiese. En cualquier caso, es un buen consumo que, teóricamente, permitiría hacer 340 km reales con una carga.
Hay quien dirá que le parece poco, pero estamos hablando de un coche con un planteamiento eminentemente urbano, por lo que 340 km en ciclo combinado dan para muchos desplazamientos por ciudad y vías interurbanas.
No sé cuántos kilómetros diarios harás tú, pero, de media, los conductores europeos recorremos 41 km al día, así que echa cuentas. En caso de hacer un viaje de vez en cuando, si paras a cargar la batería a 100 kW es perfectamente viable. Si viajas a menudo, este coche no es la mejor opción (ni ningún utilitario, ya sea eléctrico o de gasolina).
De todas formas, comparado con sus rivales, este Renault con batería de 52 kWh sale mejor parado en términos de autonomía: el Mini Cooper E de 184 CV ofrece 305 km de autonomía y el Fiat 500e de 118 CV llega hasta los 330 km de autonomía.
En parte, el Renault 5 se permite ofrecer un rango más amplio con una carga y gastar menos por el peso. Renault ha conseguido que el Renault 5 más potente, con la batería más grande y mejor equipado pese 1.449 kg.
Todo el mundo estará de acuerdo en que no es un peso pluma, pero es una buena cifra para un coche de este segmento; sin ir más lejos, el Mini Cooper E de 184 CV pesa 1.615 kg con una batería de 40,7 kWh y casi 10 cm menos de largo, mientras que el Fiat 500e de 118 CV pesa 1.440 kg con una batería de 42 kWh y 30 cm menos de largo.
El peso sigue siendo uno de los principales hándicap de los coches eléctricos y, aunque todavía queda mucho camino por hacer para llegar a las cifras de un modelo equivalente de combustión, es una buena noticia que las marcas vayan dando pasos hacia delante.
En el Renault 5 no solo queda claro a través del consumo, que podría ser todavía más bajo con el modo de conducción ECO activado y conduciendo a un ritmo más relajado. Al volante también se nota que es ligero (para los estándares de los eléctricos) y con los 150 CV de esta versión se siente bastante ágil (acelera de 0 a 100 km/h en unos más que respetables 8 segundos).
Pero, que un coche eléctrico, especialmente uno así de pequeño, se mueva bien con esa potencia, no es nada nuevo. Lo que diferencia al Renault 5 de otros eléctricos es que es divertido. Salvo excepciones muy contadas, reconozco que me cuesta pasarlo bien al volante de un coche de cero emisiones, pero con el Renault 5 he disfrutado por las carreteras de montaña de la Costa Azul.
Renault ha hecho muy buen trabajo con la puesta a punto: la suspensión es más bien dura, pero no resulta incómoda en zonas de baches ni al pasar resaltos urbanos; la dirección es increíblemente directa y tiene buen peso en el modo de conducción Sport, si bien es cierto que no es comunicativa y los neumáticos Continental EcoContact6Q no ayudan a transmitir información; y los frenos tienen un tacto muy agradable y funcionan bien. La distancia entre ejes de apenas 2,54 metros también tiene que ver en el buen comportamiento dinámico del Renault 5.
Si haces un coche cargado de nostalgia y personalidad, es imprescindible que también tenga personalidad en el plano dinámico, que tenga alma. Eso es algo muy complicado en un eléctrico, pero Renault lo ha conseguido con el 5. Y ojo, el chasis puede con mucho más que con los 150 CV de esta versión, pero eso es cosa del Alpine A290, que es más potente y también más caro.
El Renault 5 ofrece un buen equilibrio a todos los niveles: ni se queda corto de potencia ni es demasiado, es muy fácil de conducir, pero también es divertido, y sale bien parado si hablamos de eficiencia.
Lo único que se echa en falta es la posibilidad de escoger entre varios niveles de intensidad de la frenada regenerativa porque solo hay uno estándar (modo D del cambio) y uno más intenso (modo B del cambio) que no llega a ser suficiente para conducir con un solo pedal. Renault asegura que esta opción llegará más adelante e imagino que las unidades que se vendan ahora podrán actualizarse vía OTA (Over The Air), pero esto último no está confirmado.
Precio del Renault 5 E-Tech: es accesible, pero no barato
Pero hay una cuestión que está por encima de todo lo demás, e incluso del diseño y la nostalgia: el precio. Otro hándicap que tienen los coches eléctricos es que son caros; el Renault 5 más barato se pondrá a la venta desde 24.900 euros dentro de unos meses y a esa tarifa habría que sumar las ayudas del Plan MOVES III, que pueden ser de hasta 7.000 euros con achatarramiento, de manera que el precio de partida de este modelo pasaría a ser de 17.900 euros.
Con el precio que tienen todos los coches hoy en día, es una cifra muy interesante que se puede permitir mucha gente, de hecho, un Renault Clio básico con motor gasolina de 90 CV parte desde los 16.800 euros. La cuestión es si merece la pena la variante básica del Renault 5 o interesa estirar un poco el presupuesto para tener más equipamiento, más potencia y más autonomía.
Para salir de dudas habrá que esperar a probar el Renault 5 “five” que llegará en 2025; de momento, podemos hablar del modelo analizado de 150 CV y, con un precio base de 32.900 euros, sin contar el MOVES III ni descuentos, ya no estamos ante un coche tan accesible.
Bien es verdad que puede costar 25.900 euros con el MOVES III, pero todavía no es un precio lo suficientemente asequible como para decir que es un coche eléctrico barato. Y el iconic cinq de la prueba, que es el más atractivo de la gama, es un poco más caro, puesto que arranca en 34.900 euros.
Los gastos asociados para acudir a esta presentación han sido asumidos por la marca. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.
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