Un coche dio media vuelta al borde de un barranco en una pequeña carretera de China. A priori, qué tiene de raro. Nada, salvo que se trata de una maniobra tan complicada e inusual como peligrosa, en la que el más mínimo error del conductor podría haber sido fatal.
Es difícil decir exactamente dónde tiene lugar la escena de abajo, aunque por la matrícula es en algún lugar de China. De todos modos, da un poco igual donde es. Lo que importa aquí es la excepcional pericia de este conductor, aderezada con un poco de suerte.
No sabemos qué le pasó por la cabeza a este conductor. ¿Fue un reto personal? ¿Quizá fuese una apuesta (“sujétame el Baijiu”)? O incluso puede que fuera realmente necesario dar media vuelta. Sí, justo ahí. Entre una ladera imposible de subir y un acantilado de a saber cuántos metros. Solo sabemos una cosa con certeza: no fue una maniobra nada fácil.
¿Qué puede salir mal?
En una carretera -siendo muy generosos- muy estrecha y por la que solo puede pasar un coche, este conductor decidió que podía dar media vuelta. Por qué no.
Obviamente, no dio media vuelta en tres movimientos. Ni en cuatro. Tuvo que avanzar y recular girando las ruedas unas cuantas veces más. Y todo esto con las ruedas traseras medio en el aire.
La cosa no pinta bien. Y sin embargo, en apenas unos segundos, el conductor lo consiguió. Aunque parezca una locura, dio media vuelta en un lugar imposible. Eso sí, algo de suerte ha tenido.
Y es que, como bien apuntan en los comentarios del vídeo, la cantidad de factores que están fuera del control del conductor es tal que ni siquiera debería haber pensado en hacerlo.
Por ejemplo, el borde sobre el que se apoya media rueda podría ceder en cualquier instante, y adiós. Su pie puede resbalar y acelerar demasiado. Los frenos pueden fallar. O simplemente pudo calcular mal el espacio.
Sí, el conductor tiene cierta pericia. Y también mucha suerte. Así que, ya saben, no lo intenten en casa. Ni tampoco en China. Ni en cualquier camino así de estrecho.
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