De los circuitos más míticos a mesa en tu salón con nevera incluida: Goodyear convierte neumáticos de carreras en objetos de deseo por 200 euros

De los circuitos más míticos a mesa en tu salón con nevera incluida: Goodyear convierte neumáticos de carreras en objetos de deseo por 200 euros
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¿Qué pasa con los neumáticos usados tras rodar en una carrera a más de 300 km/h? Goodyear ha decidido darles una nueva vida, no como residuo, sino como piezas de mobiliario con historia y carácter. El resultado son unas mesas únicas, con alma de circuito, que pueden ser tuyas por menos dinero del que imaginas.

Pero este ejemplo de reciclaje creativo no es ni el primero ni el único: otras firmas y artistas ya llevan años transformando piezas de coches y motos en auténticas obras de arte para los amantes del motor y el diseño con personalidad.

De Spa-Francorchamps a tu salón: más que unas ruedas

Goodyear ha lanzado una colección exclusiva de mesas de centro fabricadas a partir de neumáticos slick usados en competiciones de alto nivel como el WEC (Campeonato Mundial de Resistencia) o la European Le Mans Series. Bautizadas como Goodyear Eagle Tire Table, estas mesas son auténticas ruedas de competición reconvertidas en objetos de diseño industrial, ideales para cualquier rincón con ADN racing.

Cada pieza es única. Literalmente. Conserva la suciedad, los arañazos, las marcas oficiales de la FIA y todas esas cicatrices de guerra que relatan la historia de una batalla en pista. A todo esto se suma una estructura funcional y robusta: 70 cm de diámetro, 35 cm de alto y un cristal templado de 0,6 cm que remata el conjunto, listo para soportar desde un par de cervezas hasta una pila de revistas de motor.

Y aunque parezca una pieza de museo, el precio es casi tan atractivo como la idea: 200 euros más 23,90 de envío en España. Están disponibles en seis versiones distintas, según el circuito del que procedan (Spa, Le Castellet o Barcelona) y el acabado (transparente o negro).

Rueda

La propuesta de Goodyear no solo es estética, sino también ecológica. Este tipo de upcycling da una segunda vida a materiales que, de otro modo, acabarían en la basura, sin perder ni un ápice de carácter. Como aseguran desde la marca: “Cada mesa es única, igual que las carreras que ha vivido”.

Este tipo de iniciativas no es nuevo en el mundo del motor. En Bélgica, por ejemplo, el proyecto After The Race, fundado por el diseñador Jean-Denis Claessens y el artista callejero Edmon Thonnard 'Pogo', transforma capós, puertas y otras partes de coches de competición en lienzos cargados de historia. Algunas obras incluyen incluso restos de caucho o aceite de motor. Todo ello siguiendo una filosofía puramente artesanal, con acabados personalizados y un fuerte componente emocional.

Cada pieza que sale de su taller conserva el alma del coche original. No en vano, su coche fetiche es el icónico Porsche 911, cuyas curvas y heridas de guerra se convierten en arte. A medio camino entre la escultura y el homenaje, sus creaciones están hechas para capturar la potencia y la emoción de las carreras en estado puro.

Otros ejemplos de arte ‘sobre ruedas’: Bel&Bel, mobiliario con espíritu clásico

Sillon

Más cerca, en Barcelona, el estudio Bel&Bel lleva desde 2005 aplicando la filosofía del “reciclaje artístico” a piezas automovilísticas que marcaron una época. Fundado por los artistas Jesús y Carles Bel, el estudio transforma viejos asientos, carrocerías y elementos de coches y motos en sofás, sillas, escritorios o incluso neveras con regusto vintage.

Su pieza más icónica es el sofá 600, realizado a partir de un SEAT 600 auténtico, restaurado con mimo y transformado en un mueble lleno de nostalgia y personalidad. Desde su taller en una masía del siglo XVII, trabajan con materiales en desuso para crear piezas funcionales, tecnológicas y altamente estéticas. Apuestan por la durabilidad y la exclusividad frente a la producción en masa.

Ya sea en forma de mesa de centro, escultura mural o asiento retrofuturista, lo cierto es que cada vez hay más ejemplos de cómo el mundo del motor puede dar lugar a piezas únicas que van más allá de la decoración. Son objetos que cuentan historias, que conservan el alma de la velocidad y que, con algo de creatividad, pueden vivir una segunda vida igual de emocionante. Porque, como en las mejores competiciones, lo importante no es solo el punto de salida… sino cómo y dónde acabas la carrera.

Imágenes | Goodyear, Bel&Bel

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