Cuando Europa anunció nuevos aranceles al coche eléctrico chino, China respondió con una investigación antidumping a la carne de cerdo que exporta Europa a ese país. El país europeo al que más afectaría esta represalia sería España, así que ahora Pedro Sánchez insta a Europa a replantearse su posición.
Durante su reciente viaje oficial a China, el presidente del Gobierno de España ha dicho que no necesitamos una guerra comercial con el país asiático y que tenemos que tender puentes entre España y China.
China amenaza con la carne de cerdo que importa de Europa. España es el principal exportador mundial
Hace tiempo que los coches chinos dejaron de ser una amenaza para los fabricantes europeos y se convirtieron en un dolor de cabeza. Puede que se infravalorase el potencial que tenía el país asiático en la industria del automóvil global y ahora que ha pasado a ser el lobo, occidente está tratando de frenar su expansión a base de aranceles.
Primero fue Estados Unidos, luego Europa y más recientemente Canadá. Obviamente, a China no le ha sentado nada bien que sus marcas tengan que soportar impuestos adicionales para vender sus coches en estos mercados y enseguida dejó claro que no se iba a quedar de brazos cruzados.
Poco después de que Europa anunciase nuevos aranceles de entre el 17% y el 38% al coche eléctrico chino, Pekín respondió con la amenaza de imponer aranceles o incluso prohibir las importaciones de carne de cerdo que llega a China desde Europa.
Ese aviso preocupa a toda Europa, pero a España especialmente, sencillamente porque, de todo el mundo, es el país que más carne de cerdo exporta a China: casi el 21% del total.
Según datos de Interpoc, la patronal del sector porcino en España, en 2023 nuestro país exportó 560.488 toneladas de carne de cerdo a China. Traducido en dinero fueron 1.223 millones de euros, por lo que, si China cumple su amenaza, el agujero en la economía española puede ser importante.
Lógicamente, los políticos españoles son conscientes de ello, incluido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que ha aprovechado su reciente viaje oficial a China para intentar rebajar tensiones. Solo unos meses después de que España votase a favor de los nuevos aranceles europeos al coche eléctrico chino, Sánchez quiere que Europa se replantee estos impuestos.
En palabras recogidas por Reuters, el presidente del Gobierno de España ha dicho: "Tengo que ser franco, tenemos que reconsiderar nuestra posición, todos nosotros. No sólo los estados miembros, sino también la Comisión Europea".
"No necesitamos otra guerra, en este caso una guerra comercial. Creo que tenemos que tender puentes entre la Unión Europea y China, y desde España seremos constructivos y trataremos de encontrar un compromiso entre China y la Comisión Europea", ha añadido Sánchez.
De momento, Europa no ha cambiado su posición y se mantiene firme con unos aranceles que llegaron como respuesta a las prácticas desleales de China. Es evidente que cualquier represalia que tome China con Bruselas hará daño a nuestro mercado, pero no hay que olvidar que la industria del automóvil es crucial para Europa (y en particular para España, que es el segundo productor de vehículos de la Unión Europea).
En parte, lo que pretenden los aranceles al coche chino es “obligar” a los fabricantes del país asiático a fabricar sus coches en suelo europeo para venderlos aquí sin esos aranceles. Por lo pronto, Chery fabricará 300.000 coches al año en la antigua planta Nissan de Barcelona, mientras que BYD levantará fábricas en Hungría y Turquía.