Bolt, una de las principales empresas de VTC europeas, utilizará en Europa robotaxis fabricados por el grupo Stellantis. Stellantis y la plataforma estonia de movilidad compartida Bolt acaban de anunciar que han firmado un acuerdo de colaboración para acelerar el despliegue en Europa de coches de conducción autónoma de nivel 4, es decir, sin conductor.
Su colaboración combinará las plataformas de producción de Stellantis adaptadas para la conducción autónoma, específicamente la plataforma de furgoneta mediana, que es la base de modelos como la Peugeot Traveller, y las plataformas STLA Small (Citroën C3 Aircross, o Fiat Grande Pande actuales) y la amplia red de Bolt, que actualmente ofrece servicios de VTC en más de 50 países, incluidos 23 Estados miembros de la Unión Europea.
Stellantis sin conducción autónoma de nivel 3, se asocia con Bolt para la de nivel 3
Las pruebas de estos nuevos coches sin conductor, destinados a ofrecer servicios de VTC, comenzarán en varios países europeos a partir de 2026, con el objetivo final de que el especialista lituano en movilidad compartida cuente con 100.000 vehículos autónomos en su plataforma en 2035.
Por su parte, el fabricante de automóviles prevé, una vez realizadas las pruebas de los prototipos y las flotas piloto, la “industrialización a gran escala”, con un objetivo de producción inicial previsto para 2029.
Con su asociación, que combina la “experiencia en ingeniería” de Stellantis y la “capacidad operativa” de Bolt, ambas empresas aspiran a “convertir la movilidad autónoma en una solución fiable para el día a día en Europa”, explica en un comunicado Antonio Filosa, CEO de Stellantis.
“Nuestro objetivo es crear la mejor oferta de vehículos autónomos, adaptada a las necesidades europeas y que cumpla con las normas utilizables por millones de personas", añade Markus Villig, fundador y director de Bolt.
Apostando por las plataformas AV-Ready (Autonomous Vehicle Ready) de Stellantis, ambas empresas indican que trabajarán en estrecha colaboración con las autoridades europeas para “garantizar un despliegue responsable y conforme a las normas de seguridad, protección de datos y ciberseguridad”.
Y es que los despliegues de robotaxi de Waymo, Tesla o la desaparecida Cruise de General Motors, a gran escala en ciudades como San Francisco o Phoenix, han protagonizado toda clase de incidentes, más o menos serios. Desde un robotaxi que no sabía salir de una rotonda hasta unos robotaxis que retrasaron una ambulancia y provocaron la muerte del paciente.
En China, donde también operan flotas de robotaxi, como la de Baidu, estas no se libran de incidentes. Recientemente, un robotaxi de Baidu provocó un accidente en una ciudad del centro de China y dejó a dos personas en cuidados intensivos.
Stellantis, que canceló su primer programa avanzado de asistencia al conductor de nivel 3 en agosto debido a los altos costes (perdiendo 5.000 millones de euros en seis mese), los retos tecnológicos y las dudas sobre el interés de los consumidores, se asocia aquí con un tercero para entra en la conducción autónoma de nivel 4.
De momento, se trata sólo de un acuerdo de intenciones en el que no hay nada establecido de manera concreta, pero la idea de Stellantis es minimizar el riesgo de su inversión en la conducción autónoma gracias a las finanzas de Bolt.
Imágenes | Stellantis
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