Tesla dejó de usar esta tecnología porque era "demasiado cara". Ahora China la va a convertir en su próximo golpe a la industria

Tesla dejó de usar esta tecnología porque era "demasiado cara". Ahora China la va a convertir en su próximo golpe a la industria
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Los coches de conducción autónoma, los que conducen solos como los robotaxis de Cruise, Waymo o Volkswagen, usan esencialmente dos tecnologías para leer su entorno y el tráfico, cámaras de alta definición y LIDAR,  un radar que usa láseres para producir imágenes tridimensionales de su entorno.

Elon Musk se empeñó en retirar los LIDAR de sus coches porque considera que son demasiado caros y no aportan nada nuevo. Sin embargo, no son pocas las voces críticas que aseguran que el principal problema del Autopilot FSD es justamente que carece de LIDAR. Ahora, el mayor fabricante mundial de LIDAR asegura que ha reducido a la mitad el precio de ese imprescindible sensor.

Un LIDAR 50% más barato

El grupo chino Hesai, el mayor fabricante mundial de sensores LIDAR para la conducción autónoma, ha anunciado que el año que viene reducirá a la mitad el precio de su producto estrella, lo que debería propiciar una adopción mucho mayor de esta tecnología en los coches eléctricos.

Actualmente, un LIDAR cuesta unos 800 dólares la unidad por coche aproximadamente. “La reducción a la mitad del precio hará que el uso del LIDAR resulte atractivo incluso para los vehículos eléctricos más baratos, con un precio inferior a 150.000 yuanes (20.000 dólares)”, según David Li, Consejero Delegado. En el caso de los coches eléctricos de un precio superior, el índice de adopción de la tecnología lidar podría aumentar hasta el 40%, según Li.

Por qué el LIDAR es esencial para la conducción autónoma. El LIDAR escanea la carretera mediante láser para obtener una visión más clara del camino incluso en condiciones adversas de visibilidad, como niebla, oscuridad o lluvia torrencial en las que una cámara no sería tan eficaz.

Para Tesla, son sistemas caros y considerados redundantes, pero aportan una seguridad doble. En caso de que la cámara no detecte un obstáculo o si el software no reconoce lo que hay delante y decida ignorarlo, un lidar sí enviaría una señal de que efectivamente hay un obstáculo y es preciso detenerse o esquivarlo.

Desde Nio a Xpeng pasando por Volvo, Honda o Mercedes, todos los fabricantes implicados en la conducción autónoma utilizan una combinación de cámaras, radar y LIDAR, siendo éste último un elemento esencial de sus sistemas.

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