La paradoja noruega: vender muchos coches eléctricos no hunde la demanda de gasolina. Una lección para el resto de países

La paradoja noruega: vender muchos coches eléctricos no hunde la demanda de gasolina. Una lección para el resto de países
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Noruega lleva varios años centrada en fomentar el uso del coche eléctrico. Y lo ha conseguido, hasta el punto de que es la referencia mundial en este sentido. Pero los turismos no son los únicos vehículos que circulan por sus carreteras.

Mientras las ventas de coches eléctricos no dejan de crecer, la demanda de combustible no cae. Sigue habiendo demasiados camiones y autobuses con motor de combustión que están complicando los números para lograr la descarbonización.

La descarbonización no solo es cosa del coche eléctrico

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Hace tiempo que Noruega se convirtió en el líder mundial en coches eléctricos y en el país con mayor proporción de coches eléctricos per cápita. El Gobierno noruego ha contribuido mucho a ello, pero hace unos meses comenzó a darse cuenta de que la adopción del coche eléctrico tiene algunas lagunas.

Y es que, además de ser líder mundial en coches eléctricos, Noruega se ha convertido en el campo de experimentos mundial del vehículo eléctrico, y el paso del tiempo está demostrando que hay que replantearse ciertas cuestiones.

El año pasado, Noruega comprobó los efectos de sobreincentivar al coche eléctrico, por eso se ha replanteado las ayudas a la compra de este tipo de vehículos.

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El resultado no tardó en llegar: las matriculaciones de coches cayeron al nivel de 1962, dejando claro que la adopción del coche eléctrico a lo largo de los últimos años ha sido más un proceso artificial motivado por las ayudas que un cambio de mentalidad natural entre los conductores.

Otro de los daños colaterales de fomentar la compra de coches eléctricos a base de incentivos, más allá del agujero en las arcas del Estado, es el detrimento en el uso del transporte público.

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Ahora, Rystad Energy, una consultora noruega especializada en energía, acaba de poner de manifiesto un tercer problema: la adopción masiva del coche eléctrico en Noruega no está siendo sinónimo de descarbonización.

Lo demuestran los números que señalan que la demanda de combustibles fósiles para vehículos en Noruega no se ha reducido. Cifras que Rystad Energy ha sacado de la Oficina Central de Estadísticas (SSB) de Noruega.

Si el 80% de las matriculaciones de coches son de modelos eléctricos, ¿cómo es posible? Pues bien, según apunta Rystad Energy, Noruega se ha centrado demasiado en fomentar el coche eléctrico, pero no ha hecho lo mismo con el transporte por carretera, tanto de mercancías como de pasajeros.

Grafico Rystadenergy
Gráfico: Rystad Energy.

Casi todos los camiones, furgonetas y autobuses que circulan por Noruega tienen motor de combustión, por eso, la demanda de diésel y gasolina para autobuses y camiones ha aumentado de 30.000 barriles por día entre 2010 y 2015 a 32.000 barriles por día en 2022.

En cambio, la demanda de combustible para turismos ha disminuido un 20% desde 2016, en línea con la penetración de los vehículos eléctricos e híbridos en el mercado a lo largo de todo este tiempo.

Tesla Semi

El objetivo de Rystad Energy con este estudio es dejar claro que la adopción del coche eléctrico no es la única forma de llegar a la descarbonización. Electrificar el transporte por carretera es crucial para conseguirlo y, si todos los esfuerzos se centran en los automóviles, será muy difícil reducir las emisiones.

Los datos de la investigación aseguran que los autobuses eléctricos de batería solo representaron el 7,6% de todo el kilometraje que acumularon los autobuses noruegos en 2022. En el caso de los vehículos comerciales ligeros y medianos el porcentaje se reduce al 2,8% y, si hablamos de camiones, pasa a ser del 0,2%.

Autobus Electrico

De media, los vehículos destinados al transporte por carretera recorren muchos más kilómetros al año que los turismos y, según Rystad Energy el transporte por carretera ha aumentado en todo el país.

Si la mayoría de autobuses, furgonetas y camiones que circulan por Noruega siguen siendo diésel y gasolina, la demanda de combustible podría aumentar a partir de 2025. Sería una paradoja, teniendo en cuenta que casi todos los coches que se venden son completamente eléctricos.

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