Hay una batería que promete ser barata y "meter el sol en una caja", y es española

Hay una batería que promete ser barata y "meter el sol en una caja", y es española
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Dejar de lado los combustibles fósiles supone un aumento de la demanda de sistemas de almacenamiento de electricidad. Los costes y la eficiencia de estas tecnologías son los principales retos a superar.

Así, encontramos propuestas interesante para salvar estas trabas, como por ejemplo esta batería cuya materia prima es la sal. Pero de ello también presume el proyecto Amadeus, basado en una batería termofotovoltaica a base de silicio.

Creado por investigadores españoles del Instituto de Energía Solar de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), se materializa en esta batería que definen como "meter el sol en una caja".

Su prototipo vio la luz hace ya tres años, pero aún siguen trabajando en él. No obstante ha tenido premio, pues acaba de ser galardonado como mejor invento europeo en la categoría “Kickstarter" del Radar de la Innovación de la UE.

Almacenar en forma de calor la energía solar y eólica

Estación eólica

Diez años lleva trabajando en este proyecto el equipo del doctor Alejandro Datas, que nació para concebir un sistema de almacenamiento de bajo coste para fuentes de energías renovables, como es el caso de la solar o la eólica.

El concepto de esta batería es acumular en forma de calor el excedente de energía de plantas solares, eólicas o incluso de otras fuentes como la propia red eléctrica.

Para almacenar la energía en forma de calor en el interior del contenedor, se ha optado por trabajar con aleaciones de silicio. Éste pasa de sólido a líquido al volverse incandescente (en torno a los 1.200ºC) y almacena esa energía debido a ese cambio de estado, explica en este vídeo de ElDiario.es la doctora Alba Ramos.

Concepto del sistema de Amadeus (Foto: UPM)

Además, dicho recipiente cuenta con placas termofotovoltaicas orientadas al interior para que pueda recuperar parte de esta energía almacenada y así alimentar la red eléctrica, apoyándola en picos de alta demanda.

Su aplicación, aseguran, puede ser para hogares, barrios (por ejemplo para alimentar el tendido eléctrico o puntos de carga de vehículos eléctricos), en la industria, así como para plantas eólicas o solares.

Se ha optado por el silicio por ser un material capaz de trabajar a esas temperaturas y por ser barato, ya que se obtiene del cuarzo que es el material más abundante de la corteza terrestre.

No obstante, aún está en desarrollo y en forma de prototipo. Por ejemplo aún no han podido determinar que porcentaje de energía puede recuperar, ya que siguen trabajando en dar con la aleación de silicio más adecuada para reaprovechar la energía.

Por otra parte, y pese a ya haber recibido fondos de la Unión Europea, están a la búsqueda de inversores para concebir su versión definitiva e industrial. El premio del Radar de la Innovación de la UE no es en metálico, pero sí que puede ser un buen escaparate para conseguir la financiación.

Este proyecto no es el único que está desarrollando baterías termofotovoltaicas: el Massachussets Institute of Technology (MIT), cuya tecnología promete recuperar hasta un 40 % de la energía, y Antora Energy, una firma californiana, están desarrollando sistemas de almacenamiento basados en el mismo concepto.

No obstante, según Datas, el suyo tiene la ventaja de poder trabajar a menor temperatura (por ejemplo el del MIT lo hace a 2.400 grados). Lo que significa, detalla, que tienen menos problemas de aislamiento térmico en cuanto al desarrollo del continente.

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