Francia quiere controlar el precio de la electricidad, y por eso ha nacionalizado sus centrales nucleares

Francia quiere controlar el precio de la electricidad, y por eso ha nacionalizado sus centrales nucleares
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El pasado 8 de junio, Francia nacionalizó su compañía eléctrica EDF (Électricité De France). Desde entonces posee la totalidad del capital y los derechos de voto de la eléctrica.

Con este movimiento, Francia persigue varios objetivos. Oficialmente, y cuando se presentó el proyecto de ley, se trataba de "impedir el desmembramiento" de la compañía eléctrica.

Sin embargo, el verdadero objetivo es poder fijar el precio de la electricidad sin tener que depender del mercado Europeo. Tampoco se puede excluir de la ecuación que se trata de un rescate de la energética gala que arrastra casi una década de pérdidas.

EDF ha tenido unas pérdidas de 18.000 millones de euros en 2022, debido en gran medida a que casi la mitad de sus reactores nucleares están parados por mantenimiento o para ser actualizados y poder prolongar su vida útil. Al final la deuda acumulada de EDF alcanza los 64.000 millones de euros.

Controlar el precio de la electricidad

El Gobierno francés lleva varios meses buscando la manera de regular todo el parque nuclear de EDF, introduciendo un precio mínimo y máximo para la venta de sus MWh. La Comisión Europea se opone a ello, como defensora de la competencia.

Centrale Du Bugey

La dificultad para Francia, y otros países que no dependen del gas, como España y Portugal, es que las tarifas eléctricas en los países de la UE dependen en gran medida del mercado europeo y no del coste de producción de las centrales energéticas de cada país. A grandes rasgos, el precio final del MWh que se compra para el día siguiente suele coincidir con el de la última central que entra en el mercado del Viejo Continente, es decir, la más cara.

Esta es a menudo una central de gas, incluso en países que no dependen de este combustible fósil para producir su electricidad. Y como el gas es notablemente más caro que el resto de energías, el precio final de la electricidad sube de forma artificial para compensar a quienes producen energía con gas.

Es un problema para las familias, pero también para las industrias que tienen un elevado consumo de electricidad. En Francia, el 67,43% de las empresas industriales disponen de una tarifa regulada asociada al nuclear, la Tarifa ARENH, que es de 42 euros el MWh. Sin embargo, la UE pondrá fin a esa tarifa en  2025.

Centrale Edf Cattenom

Ante la perspectiva de una nueva tarifa liberalizada que podría dispararse, Francia quiere regular el precio de las nucleares. El presidente de EDF, Luc Rémont, se niega y recuerda que aunque el único accionista de la compañía sea el estado, sigue siendo una empresa de derecho privado, no es una empresa pública.

Además, asegura que el coste de generación de las nucleares es de entre 100 euros y 120 euros el MWh, por lo que la idea de limitar el precio de las nucleares es imposible. Salvo que la autoridad reguladora francesa del nuclear ha filtrado que el coste de generación, según sus cálculos, es de 60 euros el MWh. Es algo que no ha gustado al presidente de EDF, recordando que se trata de un “dato confidencial”. Un dato que no ha desmentido.

Al final, la seudo nacionalización de la energética gala pone de manifiesto los límites del mercado eléctrico europeo, diseñado para evitar grandes diferencias en el precio de la energía entre países que dependen de fuentes de energía dispares.

Y cuando los países que menos dependen de la energía más cara, éstos quieren salir de ese mercado. España y Portugal lo han hecho con la Excepción Ibérica (que ya lleva meses sin aplicarse), ahora Francia quiere hacerlo con su energía nuclear.

Fotos | Richard Lacour, 'E48616' y Spiritrespect

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