La contribución de la guerra al cambio climático: el Ejército de EEUU sería el 47º país más contaminante del mundo

La contribución de la guerra al cambio climático: el Ejército de EEUU sería el 47º país más contaminante del mundo
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Con la Cumbre de la OTAN recién concluida, parece que la principal conclusión a la que se ha llegado es que hay que invertir más dinero en defensa. La guerra en Ucrania y la crisis energética que le ha seguido ha tirado por la borda los objetivos climáticos, y el carbón reaparece para producir electricidad.

En el punto de mira desde hace años, el Ejército de los EEUU, considerado uno de los mayores contribuyentes al cambio climático del mundo.

Las emisiones de CO₂: una compleja fotografía de contribuyentes

Marina

Prepararse para la guerra e ir a ella son actividades que requieren ingentes cantidades de combustibles fósiles. Movilizar a las tropas incluye vehículos terrestres, marítimos y aéreos, y supone la quema de grandes cantidades de hidrocarburos.

Según datos de 2021 recogidos por Statista, EEUU encabeza la clasificación de los ejércitos más poderosos del mundo, por delante de Rusia y China, que ocupan el segundo y tercer lugar, respectivamente.

La clasificación se basa en más de 50 criterios, que van desde el número y la diversidad de armas, hasta la disponibilidad de efectivos para enrolar ante un posible conflicto, pasando por factores geográficos o de la industria armamentística. La mayor puntuación en el índice equivale a 0:

Infografía: Estados Unidos encabeza la clasificación de los ejércitos más poderosos del mundo | Statista Más infografías en Statista

Aquí nos encontramos con EEUU como el Ejército más poderoso pero a Rusia y China, aún en fase de modernización de su sistema militar, también como grandes contribuyentes al cambio climático.

"En 2017, la Fuerza Aérea de EEUU compró combustibles por valor de 4.900 millones de dólares, la Armada compró 2.800 millones, el Ejército 947 millones y los Marines 36 millones. También se descubrió que el ejército estadounidense compró 269.230 barriles de petróleo al día y emitió más de 25.000 kilotoneladas de dióxido de carbono", recoge Earth.org.

Un informe de la Universidad de Brown ha estimado que desde la invasión de Afganistán en 2001, el Ejército estadounidense ha emitido 1.212 millones de toneladas métricas de gases de efecto invernadero. Esto equivaldría a las emisiones de unos 257 millones de vehículos de pasajeros al año.

Forbes
Emisiones de CO2 en millones de toneladas. Gráfico: Forbes.

Solo en 2017, las emisiones de CO₂ sumaron 59 millones de toneladas, más que muchas naciones industrializadas, incluidas Suecia y Suiza.

El Ejército estadounidense también produjo más gases de efecto invernadero que Marruecos, Perú, Hungría, Finlandia, Nueva Zelanda y Noruega, de acuerdo a datos recogidos por Forbes.

Según la investigación de la Universidad de Brown con datos de 2017, el Pentágono sería el 55º emisor de CO₂ más grande del mundo si fuera un país.

Pero a medida que avanzan los análisis con el tiempo, el papel contaminante del Ejército estadounidense avanza puestos. En 2019, un informe publicado por la Universidad de Durham y Lancaster encontró que que si las fuerzas armadas de EEUU fueran un estado nación, sería el 47º mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo, ubicándose entre Perú y Portugal.

Estas cifras se obtuvieron teniendo en cuenta las emisiones del uso de combustible únicamente.

En este contexto, y con el Pentágono exento de informar acerca de sus emisiones, el Ejército asegura que tiene un plan para disminuir su dependencia del petróleo: reducir en un 50 % las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030, con 2050 como año para lograr cero emisiones.

Problema: la electrificación total de los vehículos tácticos y no tácticos no es una solución a corto plazo debido a la infraestructura y a la climatología extrema a la que se enfrentan. Pero el petróleo no es infinito, y EEUU lo sabe.

Humvee

Por otro lado, EEUU fue en 2021, con diferencia, el país con mayor gasto militar del mundo (más de 800.000 millones de dólares). Le siguieron China (293.000 millones), India y Reino Unido.

Los estudios y evaluaciones públicas independientes que analizan la huella medioambiental del Ejército estadounidense y su cadena logística son interminables, pero necesarios para tener una fotografía más completa del complejo problema global de emisiones.

Mientras los países reclaman un mayor gasto en defensa, establecen ambiciosos planes para que la ciudadanía abandone sus vehículos gasolina y diésel, señalando la paja en medio del granero.

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