Tras la pandemia, se implantaron en España ayudas al transporte público con algunos títulos y abonos pasando a ser gratis. Un año después se analizó su impacto en ciudades como Madrid: la medida no redujo para nada el uso del coche privado, ni los atascos. Y lo mismo ocurrió en Tallin (Estonia), donde se convirtió en un servicio completamente gratuito.
Pero en esta ciudad de EEUU ha pasado justo lo contrario: sí ha funcionado. Desde hace dos años los autobuses son completamente gratuitos y la iniciativa se ha traducido en menos coches en las calles y más ciudadanos cogiendo el bus.
Viajes gratis, pero también mejor servicio
En agosto de 2023, Iowa City eliminó el billete de su red de autobuses: se estableció como un programa piloto que duraría dos años. El pasado mes de agosto había que decidir si se mantenía la medida, y así se ha hecho: el Ayuntamiento de la ciudad votó extenderlo un año más. Los ciudadanos están encantados: han pasado de pagar 31 dólares al mes de abono, o 1 dólar del billete sencillo, a no pagar nada.
Para financiarlo, han aumentado en un 1 % los impuestos de servicios públicos. Pero también penalizando el uso del coche: se doblaron las tarifas de los parquímetros en la calle, pasando en el centro de la urbe de 1,50 dólares a 2,25 dólares. Según The New York Times, no hubo excesivas críticas y los comercios lo consideraron razonable. Al fin y al cabo, el número de clientes no ha bajado.
Más de 5.000 trayectos menos en coche. Esa es justo la clave. Que el autobús sea gratuito en cada una de las 13 líneas de esta ciudad ha aumentado el número de viajeros: un 68 % tras los dos años de implantación, según datos del consistorio. Y estiman que al final de este año fiscal se dispare al 118 %.
Esto se ha traducido en menos coches en las calles: el Ayuntamiento afirma que ahora, al año, se recorren 2,8 millones de kilómetros menos en las calles de Iowa City y que las emisiones de CO₂ se han reducido en 24.000 toneladas métricas. Esto equivale a 5.200 coches privados menos en las carreteras.
En definitiva: se ha conseguido justo lo que se perseguía. Según explica Darian Nagle-Gamm, directora de transporte de Iowa City, este proyecto buscaba reducir la contaminación en la ciudad, bajando el uso del coche privado y fomentando el uso del transporte público. Y a su vez, aliviar el gasto de las familias. El fin último es llegar a 2050 con un 55 % menos de trayectos en coche.
Más autobuses, mejores rutas. Pero la otra clave es que el servicio del Iowa City Transit ha mejorado mucho. Desde 2021 la ciudad aumentó el número de autobuses en las líneas, además de optimizar las rutas e incluir nuevas. En el primer año de aplicación los trayectos en autobús pasaron de 1,26 millones a 1,65 millones, incrementándose un 31 %.
Esto, más allá de la gratuidad del transporte, es fundamental para que la gente deje el coche y coja el autobús: de nada sirve que sea gratis si no es un servicio práctico para el usuario. Si el trayecto para ir al trabajo es de más de una hora en transporte público y solo 20 minutos en coche, lo normal es que los ciudadanos sigan yendo en coche.
No obstante, que sea gratis asimismo impulsa un mejor servicio: en Iowa City, la puntualidad de todas las líneas ha batido récords, gracias a que los pasajeros no tienen que pararse a pagar el billete en cabina o cancelarlo en la máquina.
Posible en pequeñas ciudades. También es cierto que no es lo mismo aplicar esta medida en una gran ciudad como Madrid, con más de 3,5 millones de habitantes solo en la capital. A lo que se añaden ciudades periféricas cercanas como Coslada, San Sebastián de los Reyes, Móstoles o Rivas Vacaciamadrid: todas rondan entre 80.000 y 100.000 habitantes. Mientras, Iowa City tiene poco más de 67.800 habitantes, por lo que su red de transporte público es menos exigente.
En grandes capitales, lo que sí ha sido efectivo es aplicar restricciones en los coches. Un ejemplo es el peaje urbano en Londres o las ZBE en el caso de España. Tras tres años de su implantación, en Madrid Central (ahora ZBE Distrito Centro) el tráfico se redujo un 3,2 % en general y un 3,8 % en horas puntas en días laborales.
Pero que el transporte público gratis haya funcionado en una ciudad pequeña o mediana, demuestra que es una medida extrapolable a este tipo de urbes. En el caso de España por ejemplo ciudades como Palencia, Linares, Ponferrada o Aranjuez, de similar población a esta urbe americana.
Imágenes | Iowa City Transit
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