El barco eléctrico Candela C-8 quiere pulverizar todos los récords de autonomía, y está a punto de entrar en producción

El barco eléctrico Candela C-8 quiere pulverizar todos los récords de autonomía, y está a punto de entrar en producción
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Solo han pasado unos meses desde que Candela, una start-up con sede en Estocolmo, anunció planes para producir su hidroala eléctrica C8, pero gracias a que con la última ronda de financiación sumó 24 millones de euros a las arcas de la compañía, el proyecto avanza a toda máquina.

El primer prototipo acaba de superar con éxito sus primeras pruebas y sus creadores afirman que la C-8 “está prácticamente lista para entrar en producción”.

Por su diseño, solo posee un 20 % de la resistencia aerodinámica respecto a embarcaciones convencionales y, gracias a ello, podría conseguir la misión con la que fue creada: batir todos los récords de autonomía de las embarcaciones eléctricas actuales.

Cómo funciona un barco “volador” como el Candela C-8

A diferencia de la mayoría de las embarcaciones (ya sean eléctricas o no), las de Candela se desplazan sobre unas “alas subacuáticas” llamadas hidroalas o hidroplanos, que también son conocidas por su denominación en inglés: hydrofoil.

Estas hidroalas elevan la embarcación fuera del agua y ayudan a reducir drásticamente el consumo de energía en comparación con las embarcaciones de vela.

Este drástico aumento de la eficiencia supone un cambio en las reglas del juego para las embarcaciones eléctricas, que durante mucho tiempo se han visto perjudicadas por la necesidad de cargar con grandes y costosas baterías para obtener una autonomía eléctrica razonable.

Con el sistema de hidroplano controlado por ordenador de Candela, las embarcaciones pueden funcionar durante horas sin dejar de ser competitivas en cuanto a costes con otras embarcaciones de alta gama.

Según la compañía, “lo que hace que los hidroplanos sean tan efectivos es la drástica reducción de la resistencia. Un casco de planeo típico tiene una relación de elevación a arrastre de 4 a 1, mientras que en el Candela C-8 es de 20 a 1.”

Cuando el mar está demasiado agitado, el C-8 también se puede operar como un barco convencional, aunque con un alcance reducido. Con solo presionar un botón en la pantalla táctil, las hidroalas se retraen en el casco, algo que también resulta útil en maniobras como ingresar a un puerto poco profundo o al poner el barco en un remolque, por ejemplo.

Cuando se conduce en aguas poco profundas, tanto el motor C-POD como las hidroalas se retraen y se protegen por completo de ensuciarse y golpear objetos sumergidos.

Barco Volador

Con una velocidad máxima de 30 nudos y una batería lo suficientemente grande como para volar a 20 nudos durante 2,5 horas seguidas, las embarcaciones de Candela están diseñadas para la navegación de recreo y los cruceros diurnos.

La batería de 45 kWh ofrece un alcance máximo de 50 millas náuticas (92 km), que son “dos o tres veces más que las lanchas rápidas eléctricas convencionales con baterías un 300 % más grandes”, según Candela.

Front

El C-8 está diseñado para ofrecer la misma experiencia de lujo que muchos propietarios tradicionales de lanchas rápidas esperan (pues incluye una cama solar grande, una cabina para dos adultos y dos niños, baño marino y ducha, etc.), pero en un paquete que es más divertido de usar y requiere menos mantenimiento.

En datos, mientras que muchos motores de combustión interna requieren mantenimiento cada 100 horas de funcionamiento o menos, el C-POD de la C-8, que proporciona 50 kW (unos 67 CV) puede funcionar durante 4000 horas sin mantenimiento. Para alguien que salga a navegar de tres a cinco horas todos los fines de semana, eso significa casi 20 años de uso sin mantenimiento.

Candela P 30 C 8 Header

El Candela C-8 ha tenido un programa de desarrollo vertiginoso, pues el año pasado apenas eran bocetos sobre papel.

Pero nadie espera que una empresa de “barcos eléctricos voladores” vaya despacio y desde el pasado mes de agosto ha logrado la ronda de financiación más importante jamás completada por un fabricante de barcos europeo, ya sea eléctrico o de gasolina.

Esta ronda de financiación, que fue dirigida por EQT Ventures, según la compañía, “servirá para triplicar el equipo de I+D, invertir en la automatización de la producción y, al mismo tiempo, aumentar la producción de embarcaciones eléctricas”.

Candela planea construir la “fábrica de embarcaciones eléctricas más automatizada del mundo” en el norte de Estocolmo, que será capaz de producir 400 botes Candela C-8 por año, así como varios modelos más grandes, entre ellos, el Candela P-30.

Con su flota, la compañía busca pulverizar los récords de autonomía de los barcos eléctricos en el mercado. Por el momento, las reservas de su Candela C-8 ya superan en ventas a los barcos escandinavos de su clase que funcionan con gas.

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