Una Lambretta de tres ruedas convertida en micro camper con alma de tuk tuk: la genialidad de un artesano que transformó chatarra oxidada en pura fantasía

David Motley transformó una vieja 'Lambro' en una tiny camper única, pequeña, vintage y llena de ingenio

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Irene Mendoza

Las micro campers siempre han ocupado un rincón muy particular del caravaning. Son demasiado pequeñas para competir con una camper tradicional y demasiado ingeniosas para pasar desapercibidas. En ese territorio conviven remolques diminutos, inventos caseros incluso para motos y tuk tuks convertidos en mini-casas móviles, todos con una misma idea en común: cuando falta espacio, manda el ingenio.

En ese universo aparece la Lambretta Tuk Tuk Camper, una creación que pudo haberse quedado en un experimento curioso, pero terminó convirtiéndose en una pieza única. Su autor es el artesano británico David Motley, especialista en cuero y muebles a medida, que decidió transformar una Lambretta Lambro de tres ruedas en una micro camper funcional. El resultado es tan pequeño y tan bonito que parece una maqueta.

Una ‘Lambro’ del 60 rescatada del óxido para una segunda vida

La historia empieza con dos piezas rescatadas casi por romanticismo: una Lambretta Li 175 Series 2 de 1960, también conocida como ‘Lambro’, y una caja Lambretta de 1969 que había pertenecido a un repartidor de leche. Esta última es tan rara que solo se conocen dos unidades en todo el mundo. Ambas estaban cubiertas de óxido y obligaron a desmontarlo todo antes de poder empezar a construir.

Motley ensanchó la caja, recortó el suelo y la soldó al chasis del scooter para crear un espacio abierto donde, al menos, cupiese un adulto tumbado. También eliminó la pared que separaba la cabina de la zona trasera, lo que permitió ganar unos centímetros decisivos. La base mecánica era humilde, pero el Lambro siempre había sido popular en Italia e India por su sencillez, y eso lo convertía en un lienzo perfecto para un proyecto artesanal.

Un interior artesanal de 14.000 euros y un nivel de detalle que sorprende

El proceso completo duró seis meses y costó 12.000 libras, unos 14.000 euros, pero el diseño interior justifica cada céntimo: Motley forró paredes y paneles con cuero, añadió cortinas, armarios y portavasos hechos a medida y diseñó una cama que, según él, podía alojarle a él y a sus dos hijos. Justa, pero posible.

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También recuperó detalles originales del Lambro, como el banco delantero, que se integraba en la cama en modo acampada. Pero sin duda la joya oculta de la corona es el cajón de cocina trasero: al pulsar un botón, sale un módulo con fregadero, hornillo de gas y frascos de cristal hechos a medida para café, té, azúcar y jabón.

Durante la grabación del programa ‘Amazing Spaces’, que mostró el proceso de esta ingeniosa camperización, Motley confesó que “pasó noches enteras decidiendo el color de los jarros y sus tapas”. La anécdota resume bien su obsesión por el detalle.

Cocina

Una creación preciosa y limitada por sus 7 CV, aunque llena de encanto

Eso sí, la estética no cambia la mecánica ni la física: el ‘Lambro’ original ofrecía 7 CV y una velocidad máxima de apenas 58 km/h cargado. La capacidad de carga rondaba los 400 kg, suficiente para equipar mínimamente la estructura, pero no para convertirla en un vehículo camper de larga distancia. Las micro campers como esta ofrecen lo esencial para dormir y cocinar, aunque su tamaño y estabilidad condicionan la experiencia. 

Y para muchos, precisamente ahí reside su encanto. Más allá de la aparición televisiva de la ‘Lambretta Tuk Tuk Camper’, no hay constancia de que Motley o su familia llegaran a utilizarla para viajar. Aun así, pasó al rincón de las micro campers más especiales, ingeniosas y queridas del caravaning. Una pequeña rareza que recuerda que, en este sector tan amplio, las mejores historias a veces caben en muy poco espacio.

Imágenes | Dabl

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