¿Merece la pena comprar un coche eléctrico de menos de 300 km de autonomía?
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¿Merece la pena comprar un coche eléctrico de menos de 300 km de autonomía?

El coche ha sido y es un fantástico instrumento de libertad de movimiento. En teoría, el coche eléctrico, cuyo advenimiento está previsto para 2035, no tiene por que cambiar esa idea. Con autonomías suficientes y todavía más puntos de carga, la premisa de poder viajar a cualquier parte cuando a uno le plazca debería mantenerse, en teoría.

En la práctica, sin embargo, la realidad es más dura. La autonomía de los coches eléctricos no es siempre la que garantiza esa libertad de movimiento de forma espontánea. Si bien con un eléctrico planificar los trayectos es casi una necesidad, con un modelo cuya autonomía real es inferior a 300 km es algo vital.

En un mercado en el que la autonomía es vista como un elemento esencial para determinar el éxito de un modelo o no, nos planteamos si todavía merece la pena comprar un coche eléctrico con menos de 300 km de autonomía.

A la hora de escoger un coche entran en juego diversas razones. El presupuesto del que uno disponga y sus gustos son determinantes, evidentemente, pero también hay una parte de razón que nos hace preguntarnos si ese coche responde a nuestras necesidades.

Por ejemplo, si vamos a tirar de un remolque en más de una ocasión (motos, caravana o pequeño barco), la opción de un coche eléctrico no es la ideal. Del mismo modo, debemos ser conscientes si nuestros desplazamientos son sobre todo urbanos y de periferia o si a menudo hacemos trayectos de más de 200 km.

Carga coche eléctrico

Cuál es la frecuencia y distancia de los recorridos cotidianos; y cuántos viajes largos en coche realizamos al año. Esa es la verdadera problemática del coche eléctrico para la mayoría de nosotros. Para quien pretenda hacer trayectos mínimamente largos en más de una ocasión a lo largo del año, un coche eléctrico con menos de 300 km de autonomía no es la herramienta adecuada.

¿Y cuándo puede serlo entonces? En casi todos los otros casos. Según datos del INE, los automovilistas recorren en España una media de 240 km semanales. Es decir, menos de 40 km al día. En esos casos, una autonomía real de entre 240 y 280 km es más que suficiente para el día a día, e incluso para escapadas de fin de semana no muy lejanas.

Fiat 500 Cargando

El coche eléctrico ha dejado de ser un coche exclusivamente urbano, salvo contadas excepciones. Se puede vivir a 45 km de su trabajo y usar un coche eléctrico todos los días sin necesidad de un punto de carga en el trabajo. Y en más de una ocasión no habrá ni que cargarlo todas las noches. En ese caso, sí que el coche eléctrico es una buena opción.

Ventajas asociadas al coche eléctrico

Mazda Mx 30

El coche eléctrico tiene ciertas ventajas asociadas a su uso en España, sobre todo en grandes zonas urbanas. Por ejemplo, con un eléctrico y su etiqueta CERO de la DGT tendremos el libre acceso a zonas de ultrabajas emisiones y a núcleos urbanos en protocolos de contaminación, podremos aparcar gratis en zonas de estacionamiento regulado, etc. Otra ventaja es el acceso a carriles de alta ocupación (BUS VAO) si vamos solo en el coche.

Pero no es solo una cuestión de disponer de esas ventajas. La verdadera pregunta es si nos son útiles. Si vamos a ir al centro en coche de forma muy esporádica estas ventajas quizá no sean las más determinantes a la hora de comprar un coche eléctrico, independientemente de su autonomía.

Etiqueta Cero Dgt

Del mismo modo, si esos protocolos no se aplican en nuestra ciudad, qué más da disponer de un eléctrico. Además, un híbrido enchufable con la etiqueta CERO goza de las mismas ventajas.

No todos los eléctricos son iguales

Dacia Spring

Otra cosa muy distinta es si cualquier eléctrico nos sirve. De nuevo, los gustos son importantes a la hora de decidirse, pero en la oferta actual hay modelos más recomendables que otros para estos menesteres, sean el único coche de la casa o el segundo o tercer coche de la familia.

Un Renault Zoe con batería de 40 kWh y autonomía WLTP de 313 km, desde 33.680 euros, o un Fiat 500e con batería de 42 kWh y autonomía WLTP de 322 km, desde 31.350 euros, nos parecen las propuestas más razonables por su relación precio-autonomía en este particular segmento de los menos de 300 km de autonomía.

Renault Zoe Ok

Por supuesto, también está el Dacia Spring, el coche eléctrico más barato del mercado que por cerca de 20.000 euros ofrece una autonomía real de casi 200 km.

En el otro extremo del mercado, nos encontramos con modelos como el Honda e. El pequeño Honda es una genialidad en términos de estilo, pero sus 200 km de autonomía WLTP por 36.200 euros se nos antojan un modelo un tanto caro. Por su parte, el Mazda MX-30, también muy original, se queda también corto con sus 200 km de autonomía WLTP por un precio cercano a los 35.000 euros.

Al final, la pertinencia de un eléctrico de menos de 300 km de autonomía como coche único o como segundo coche de una familia abre la puerta a algo a lo que muchos fabricantes se preparan para ello: el fin del coche en propiedad, o en renting o en leasing. De ahí que muchas marcas quieran desarrollar su faceta de proveedores de movilidad, como Mobilize de Renault, y no solamente vender coches. Marcas como Hyundai o Lynk & Co proponen también ahora modalidades de suscricpión a lo Netflix.

Y es que si el único coche del que vamos a disponer no ofrece más de 300 km de autonomía, necesitaremos otro coche para esos viajes largos que no queramos o no podamos hacer en tren o en avión. Y serán los proveedores de movilidad los encargados entonces de aportar una solución puntual a nuestro viaje.

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