Desde su creación, Tesla se ha enfrentado a más de una investigación y demanda. Sin embargo, esta demanda que ha sido admitida a juicio apunta directamente a una de las mayores promesas y argumentos de venta de la compañía, su mla llamado sistema de conducción autónoma, compuesto por el Autopilot y el Full Self-Driving (FSD) y que no pasa de un nivel 2.
En una demanda por un accidente mortal en el que se vio implicado el sistema Autopilot de Tesla, el juez del caso ha dictaminado que existen "pruebas razonables" de que la dirección de Tesla permitió a sabiendas un uso indebido y letal de su tecnología de conducción.
La demanda la interpone la viuda de Stephen Banner, quien murió en 2019 a las afueras de Miami (Florida), mientras circulaba a bordo de su Tesla Model 3 con el Autopilot activado cuando chocó contra un camión que se incorporó de una carretera perpendicular a la que circulaba Banner.
El Tesla de Banner, que circulaba a 110 km/h, no detectó ni las manos de Banner en el volante ni la presencia de un remolque en medio de su camino, según The Washington Post. El coche pasó por debajo del remolque, matando a Banner.
Sin embargo, todo esto no significa que Tesla haya sido reconocida culpable, sino que el juez ha visto indicios suficientes para que así sea. O, en todo caso, la situación genera suficientes dudas como para dilucidar en juicio si promocionó un uso indebido del Autopilot o no.
En una demanda como esta, en el sistema judicial estadounidense, un juez determina si procede la celebración de un juicio, con jurado popular, o no. Y lo determina en base a los indicios y pruebas que le presentan los demandantes. Y para el Juez Reid Scott, de Florida, Tesla actuó de mala fe.
Tesla era muy consciente del problema con el Autopilot
Al parecer, el juez Scott citó un vídeo publicado por Tesla en 2016 en el que la empresa afirmaba que "el coche se conduce solo", pero no dio "ninguna indicación de que el vídeo sea aspiracional o de que esta tecnología no exista actualmente en el mercado." Se trata del mismo vídeo que empleados de Tesla revelaron más tarde que era todo un montaje.
Para el juez Scott, hay indicios suficientes de que Tesla "participó en una estrategia de marketing que pintaba los productos como autónomos" cuando ha admitido que incluso su software "Full Self-Driving" no lo es.
"Sería razonable concluir que la demandada Tesla a través de su CEO e ingenieros era muy consciente del problema con el 'Autopilot' al no detectar el tráfico cruzado", informa Reuters que escribió el juez Scott.
Según los informes, el juez también comparó el accidente con el accidente similar en 2016 en el que murió Joshua Brown, donde un Tesla también se empotró debajo de un semirremolque después de no detectarlo.