Estamos acostumbrados a todo tipo de extravagancias provenientes de Rusia, pero sin duda esta es una de las que se lleva la palma. Los chicos de Garage 54 ENG han decidido llevar a acabo un experimento: sustituir los habituales neumáticos de un coche por unas ruedas compuestas por 3.000 clavos y probar cómo reacciona sobre la nieve.
La industria del neumático ha avanzado mucho: gomas de invierno o equipadas con clavos son habituales allí donde la nieve es protagonista durante todo el invierno. Y Rusia es uno de esos países. Pero, ¿y si hablamos de ruedas formadas únicamente por clavos? Garage 54 ENG ha querido dar respuesta a esta pregunta y grabarlo en vídeo.
No es la primera vez que estos rusos se lanzan a locos experimentos con neumáticos: ya intentaron demostrar si era eficaz sustituir una rueda por 9 kilómetros de cinta aislante...
Están locos estos rusos...
Primero toca crear las propias ruedas, lo que hacen sobre unas llantas convencionales soldando uno a uno los gigantescos clavos. Tras un laborioso trabajo, pasan a montarlos en un coche para comprobar así su eficiencia.
Con tremendo cuidado montan estas curiosas ruedas, que bien podría ponerse a picar carne, en un automóvil de tracción delantera. Por tanto estas punzantes 'gomas' artesanales van ubicadas en el eje delantero, igual que cuando montamos unas cadenas sobre un neumático de verano.
El primer escollo lo salvan: los 'neumáticos' no se doblan bajo el peso del coche, ya que al distribuir la presión por diferentes puntos, permite que ninguno de ellos tenga que soportar toda la carga.
Ahora toca conducir con ellos, lo hacen sobre una carretera cubierta de nieve: a bajas velocidades y con tremendo cuidado, todo va bien. "Puedo sentir como tracciona", comenta uno de los chicos de Garage 54 ENG.
Pero en cuanto comienza a pisar el acelerador más allá de los 10 km/h la cosa cambia: las ruedas comienzan a colapsarse hasta que, finalmente, los clavos acaban por doblarse y el automóvil se queda encallado. Como experimento y para conseguir visitas en Youtube está bien pero, como era de esperar, el resultado del vídeo deja poco margen para la duda: una rueda confeccionada íntegramente por clavos no puede sustituir ningún neumático.