La cultura camper normalmente solo la entienden aquellos que la viven. Para muchos, dejar las comodidades del día a día y salir de la zona de confort es impensable, para otros es necesario, ya sea por dificultades económicas o por vivir un estilo de vida que solo una casa con ruedas te puede ofrecer.
Ashley Kaye es una de estas personas. En un viaje se dio cuenta de que quería dejar atrás su vida en Wisconsin para vivir al estilo nómada, y vaya si lo hizo. Dejó su trabajo, vendió su casa y compró una Toyota Tacoma que camperizó por 50.000 dólares.
"Puedo pasar todo el día dentro de la caravana sin sentirme agobiada"
Según ha contado a la CNBC, el detonante de esta decisión drástica fue un viaje. Con 27 años, Ashley trabajaba en sector sanitario corporativo desde casa durante jornadas interminables. Vivía en la casa que había heredado tras la muerte de su padre, y un viaje a Honduras le abrió los ojos.
Allí conoció a una persona que vivía en su caravana de forma permanente, recorriendo el mundo, así que decidió ahorrar todo lo posible y un año después renunció a su trabajo. Después de investigar un poco por su cuenta, Kaye se arriesgó y compró una pick-up Toyota Tacoma por 42.000 dólares. En 2023 vendió su casa: ya no había vuelta atrás.
Para poder hacerla habitable, pasó tres meses en Baja California haciendo las modificaciones necesarias. Hasta la fecha, calcula que se ha gastado 50.000 dólares en renovaciones. Los costes incluyeron la incorporación de paneles solares, el reemplazo de la caja de la camioneta, la mejora de la suspensión, neumáticos nuevos, la personalización de un parachoques y la instalación de una nevera.
Así empezó su nueva vida junto a su perro y su cámara, relatando su estilo de vida en su cuenta de Instagram. Ahora tiene 36 años y se las apaña para viajar sola por todo el mundo. Ya ha recorrido más de 20 países, asegura que la Tacoma no le ha dado ningún problema más allá de tareas de mantenimiento y aunque es su estilo de vida, no quiere idealizarlo: "No quiero caer en el cliché y decir que es una vida de ensueño porque es mucho trabajo y hay muchas cosas que cuidar y mantener", recoge la CNBC.
Además la Tacoma no tiene baño, así que usa un inodoro y una ducha portátiles. En su rutina, Kaye conduce una media de cinco horas al día, y pasa unos tres días en cada destino. En promedio, calcula que gasta 550 dólares al mes en gasolina y 450 dólares en comida, además de 96 dólares al mes en la factura del móvil y otros 200 para tener internet Starlink.
Claro que no todo es para siempre. A pesar de la experiencia, esta mujer empieza a cansarse de conducir y se plantea a largo plazo vender la Tacoma: "Solo quiero terminar mi aventura. No estoy cansada de vivir en la autocaravana ni de ese estilo de vida, pero sí de conducir", explica. Aunque no a todos les sale bien.
Imagen | hifromashley/Instagram
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3 comentarios
fermaker
Viajar en una "camperizada" por un largo periodo de tiempo con un perro, muy higiénico no lo veo.
Respetable por supuesto, pero hay gente pa tó.
Ni alquiler ni hipoteca, porque ha heredado, ese es el secreto
santuxi
Me di cuenta que mi vida era viajar, asique dejé todo, y no se como sin only fans pero me pago 1300 lereles al mes en viajar.
pibetp
Más impuestos, compras más allá de la comida, reparaciones del vehículo y veterinario de la mascota.
No se ha cansado de conducir. La venta de la vivienda da para lo que da. Y verá que no puede vivir asi toda la vida. Son fases de la vida.
Y el hecho de que no hace amigos de verdad, sólo conocidos en el viaje. Eso al final pasa factura. Es una vida solitaria.
Es mi plan de jubilación. Eso sí, en pareja, por largas temporadas y en una autocaravana full-equip. Pero sin la antenita del "llamataxis" xD