Los taxis autónomos Cruise de General Motors, bajo la lupa: el gobierno de EEUU investigará el accidente de uno de sus coches

Los taxis autónomos Cruise de General Motors, bajo la lupa: el gobierno de EEUU investigará el accidente de uno de sus coches
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Los inicios de Cruise en la comercialización de la conducción autónoma no se están viendo libres de tropiezos. Si hace unos días nos enterábamos de la 'concentración espontánea' de varios de sus coches bloqueando una calle de San Francisco, ahora un incidente ocurrido con uno de estos vehículos llegará a los tribunales.

Y es que la National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA), la agencia del gobierno de EE UU que regula la seguridad vial, ha abierto una investigación para esclarecer una colisión que tuvo lugar en junio entre uno de los vehículos autónomos de la compañía y otro coche.

Un 'malentendido' entre máquina y humano

Cruise AV

Según apuntan desde Reuters, el accidente sucedió a principios del mes pasado cuando el coche autónomo de Cruise estaba realizando un giro a la izquierda en un cruce de calles. Al detectar la presencia de otro vehículo aproximándose en dirección contraria, el sistema de control detuvo la maniobra, quedando el autónomo parado en plena intersección.

Mientras el otro coche (un Toyota Prius, de acuerdo con el informe presentado por Cruise ante la autoridad de tráfico de California) entró en el cruce sin reducir su exceso de velocidad e impactó contra la parte posterior derecha del Cruise AV. Tras el accidente los ocupantes de ambos vehículos reportaron heridas leves que fueron atendidas por los servicios sanitarios.

Curiosamente la maniobra del giro a la izquierda que enmarca este accidente está considerada como una de las más peligrosas en circulación urbana (incluso para los más experimentados conductores humanos), dado que requiere invadir el sentido contrario mostrando a quienes se nos aproximen por él el débil flanco derecho de nuestro vehículo.

De ahí que, por seguridad y también por economía, empresas de distribución y logística como UPS tienen terminantemente prohibido a sus conductores realizar este tipo de giros en sus rutas de reparto.

En el momento y fecha del incidente los vehículos autónomos de la compañía estadounidense ya estaban recorriendo las calles de San Francisco con usuarios a bordo, tras recibir la licencia de las autoridades californianas para cobrar por sus servicios de traslado sin conductor.

Asimismo, en este primer mes de operaciones Cruise ya ha sufrido en sus carnes el primer fallo masivo de su software de conducción, el cual congregó en un mismo punto de la ciudad hasta 50 vehículos, colapsando el tráfico de las calles aledañas.

Con la apertura del expediente, la NHTSA añade a Cruise a su lista de marcas cuya tecnología de conducción automatizada examina con lupa, buscando comprender la lógica de su funcionamiento y el porqué de sus errores.

Entre estas compañías, Tesla ocupa un lugar destacado. No en vano, los de Fremont acumulan ya decenas de siniestros (algunos con heridos y fallecidos) motivados por fallos en su Autopilot el cual, entre otras deficiencias, parece no reconocer adecuadamente los vehículos de emergencia a su alrededor.

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