La actuación de este Ford Mustang autónomo en Goodwood ha dado la vuelta al mundo pero, ¿qué ocurrió?

La actuación de este Ford Mustang autónomo en Goodwood ha dado la vuelta al mundo pero, ¿qué ocurrió?
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Como ya sabéis, entre el jueves y el domingo de la semana pasada el Goodwood Festival of Speed tuvo lugar al sur de Inglaterra y una de las atracciones que se repitió a lo largo de los cuatro días fue la del Ford Mustang autónomo de Siemens afrontando la colina. Pero no salió como esperaban.

Ya en el primer intento -con Lord March dentro, fundador del evento y propietario del Goodwood Estate- este Mustang autónomo tuvo algún encontronazo con las barreras de paja y zigzagueó de lado a lado en la estrecha pista, a una velocidad extremadamente baja. Para muchos fue una actuación ridícula y los vídeos han dado la vuelta al mundo. Incluso se le ha llamado el "Drunk Mustang" o Mustang borracho por la manera en que se movía en la pista.

Lo cierto es que, según informa el periódico británico Sunday Times, este proyecto de coche autónomo creado por estudiantes de la Universidad de Cranfield, en Reino Unido, con ayuda de Siemens, tuvo algunos contratiempos de última hora que dificultaron su (lenta) hazaña en la subida de Goodwood.

El primer vídeo corresponde a uno de los primeros intentos. El segundo, a la que sea probablemente la mejor actuación del Mustang autónomo en el Goodwood Festival of Speed 2018

A pesar de la primera actuación, que fue motivo de burla por parte de los espectadores, el equipo siguió apostando por su proyecto y por ir mejorando el comportamiento del coche para los próximos días. Lo fácil habría sido recoger los bártulos e irse a casa, sobre todo después del bochornoso arranque del evento, pero se quedaron, apechugaron y consiguieron mejorar de cara a los siguientes días del festival, así que merecen un respeto.

Cinco razones para un mal resultado

  • Fallo en la dirección asistida: Tal y como han asegurado los responsables del proyecto, el Ford Mustang de 1965 utilizado como base para este coche autónomo equipaba de origen la dirección asistida opcional, que en este caso se dotó de un motor eléctrico capaz de actuar sobre ella. El caso es que antes del evento se generó una fuga en el circuito que resultó en cambios de presión en el mismo, lo cual puso las cosas muy difíciles al software del coche, que como quedó patente no fue capaz de solucionar la papeleta. De hecho, durante varias de las pasadas del coche, la persona que viajaba al volante tuvo que hacer diversas correcciones.

  • El zigzagueo fue buscado: Por alguna razón que se escapa a nuestra lógica, el equipo de Siemens y la Universidad de Cranfield programó el vehículo para ir de lado a lado en la pista. ¿La razón? Desde el equipo de producción del evento se pensó que podía ser más vistoso ver cómo el Mustang movía él solito la dirección, pero está claro que resultó una pésima idea y desde el primer intento el proyecto quedó en evidencia. Una elección nefasta, en todo caso.

Ford Mustang autonomo Goodwood
  • Un trabajo de... seis semanas: Para escribir el código y programar el vehículo, la persona a cargo del software -un estudiante de máster, y no un profesor, como han asegurado desde el equipo- tuvo apenas seis semanas para trabajar. Un poco precipitado todo, ¿no?

  • Señal GPS, casi exclusivamente: Aunque el coche estaba equipado con sensores, radar y LIDAR, todos estos dispositivos no se utilizaron en Goodwood. El equipo recurrió a dos antenas GPS (una delante y otra detrás), cuya señal llegó incluso a perderse en algún momento, bajo los árboles de Goodwood. Vamos, que según los responsables del proyecto esto tampoco funcionó como ellos pensaban.

  • La señal de TV pudo generar interferencias: Otro aspecto que preocupa a los responsables del proyecto es que los diferentes sistemas del coche, al estar éste equipado con una cámara de televisión para la producción del evento y una gran antena para transmitir la señal, pudo haber sufrido interferencias de algún tipo.

Roborace hizo un mejor papel

Si el Ford Mustang ha sido el primer vehículo de calle en afrontar la colina de Goodwood de manera autónoma (digamos que en el mejor de los intentos, sin intervención humana), otro vehículo totalmente autónomo se enfrentó al mismo reto, el llamado Robocar de Roborace, que es el primer coche de competición en despachar el trazado de manera autónoma.

En este caso, el vehículo no estaba tripulado (ni siquiera tiene habitáculo, ya que está ideado como un coche autónomo desde su concepción) y sí iba equipado con todo tipo de cámaras y sensores, así que no recurría casi exclusivamente a señal GPS como el Mustang. A la vista está que hizo un papel mucho mejor, subiendo la colina bastante más rápido y sin incidentes.

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