Estas son las averías más comunes en el coche cuando llega el frío. Así puedes evitarlas

Estas son las averías más comunes en el coche cuando llega el frío. Así puedes evitarlas
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Cuando se acerca el invierno y las heladas comienzan a hacer acto de presencia, se acumula una cantidad considerable de nieve a cotas no tan altas y las máquinas quitanieves empiezan a trabajar es cuando debemos prestar atención al mantenimiento de nuestro vehículo.

Arrancar un motor frío o revisar la batería no es lo único a lo que debemos prestar atención para evitar estas averías tan comunes, sobre todo si tu coche duerme en la calle.

Rotura de los limpiaparabrisas con temperaturas bajo cero o nieve

Dejar los limpiaparabrisas en su posición natural durante una helada o una nevada copiosa puede provocar que se congelen y al intentar levantarlos se rompan. Otro escenario es que con el peso de la nieve se produzca una avería que limite su funcionamiento.

En estos casos es buena idea dejarlo levantados para que no queden en contacto con el parabrisas durante la noche. Otra opción es colocar una sábana o textil que cubra el cristal y los retrovisores, dejando por encima los limpiaparabrisas. Nunca eches agua caliente para derretir el hielo, pues el brusco cambio de temperatura hará que la luna estalle, y tampoco acciones los limpiaparabrisas con la capa de hielo aún presente. Un consejo que se extrapola al polvo.

Revisa la batería (y cámbiala si es necesario)

Bateria

Con las variaciones bruscas de temperatura, especialmente con el frío, la batería del coche puede quedarse 'seca'. Y más, con los consumidores eléctricos que llevan los vehículos actuales, que no dejan de demandar energía en ningún momento.

Así, es importante revisar el estado de carga de la batería con la ayuda de un polímetro. Y si es posible, evita que el vehículo pase la noche en la calle, sobre todo en zonas de montaña.

Presta atención a los líquidos del coche, que pueden congelarse

El combustible se suele congelar a una temperatura cercana a los 30 grados bajo cero. Sin embargo, la avería o el problema puede llegar incluso antes de la congelación con la gelificación. En esta situación, los líquidos se vuelven mucho más densos hasta tal punto que la bomba de la gasolina no va a ser capaz de trasladar el combustible al motor e incluso los inyectores van a tener problemas por la densidad de la gasolina, además de que el filtro de la gasolina se puede colapsar.

Esto hará que tu coche no pueda arrancar cuando hace un frío extremo. En este sentido, existen aditivos anticongelación para coches diésel que cualquier usuario puede echar en su depósito para prevenir la congelación.

Otro líquido que suele congelarse (en los -14 ºC) es el AdBlue, así como el aceite del motor. Este se vuelve más denso por el frío, no va a ser capaz de lubricar con la misma efectividad las piezas del propulsor y se puede llegar a producir una avería muy grave.

Los daños de la sal que echan las máquinas quitanieves

Neumaticos

Aunque es n daño más común en países como Alemania, también es importante tener en cuenta que la sal que se esparce por la carretera para evitar la congelación puede afectar a los bajos del coche y a la pintura porque es abrasiva, hasta el punto de oxidar piezas tan importantes como la suspensión o el tubo de escape del coche.

En este sentido, si vas a circular durante varios días por carreteras con sal es recomendable que laves el coche prestando especial atención a los bajos.

Considera comprar un juego de neumáticos de invierno o 'all-season'

Neumaticos All Season

Los neumáticos de invierno no sólo son un aliado contra la nieve o el hielo, sino que incluso bajo el sol demuestran un mejor comportamiento frente a los neumáticos de verano, siempre que las temperaturas sean inferiores a 7 ºC.

Por encima de esas temperaturas sus prestaciones empeoran y se deterioran más rápido, por ello hay que tener presente que si suben las temperaturas no es recomendable seguir usándolos porque se degradarán. Aquí los all-season pueden ser una buena opción, pues suponen una alternativa a las cadenas y un equilibrio de prestaciones tanto en condiciones de verano como de invierno sin tener que cambiar los neumáticos.

Por último, también hay accesorios en el maletero que nos podrán resultar especialmente útiles, así como un botiquín básico con apósitos, gasas esterilizadas, vendas elásticas, guantes de vinilo, alcohol o agua oxigenada, tijeras, pinzas, esparadrapo y algodón.

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