Así funciona un radar de tráfico para conseguir multar por la noche

Así funciona un radar de tráfico para conseguir multar por la noche
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Los controles de velocidad son, posiblemente, uno de los elementos sancionadores a los que más respeto se le tiene a la hora de ponernos detrás del volante. En torno a su funcionamiento hay infinidad de leyendas urbanas.

Una de las dudas más manidas son las dudas sobre si los radares multan de noche. Si un radar no ve, no puede denunciar la infracción, pero que por la noche el ser humano vea con dificultad no quiere decir que una máquina no sea lo suficientemente avanzada para hacerlo.

Los radares pueden multar las 24 horas del día

Helicoptero Mossos 3

Hablando con familiares, compañeros de trabajo o amigos puede que haya salido el tema de si un radar, que necesita hacer una fotografía al menos para remitir una prueba del exceso de velocidad, puede multar por la noche o en condiciones de baja visibilidad o no. Aunque en realidad hay que recordar que los radares no multan por sí mismos, sirven de base para que los agentes denuncien, y luego la Administración impone la multa que corresponda.

Hay opiniones y argumentos de todo tipo, pero sólo hay una respuesta válida: sí, los cinemómetros pueden denunciar casi en cualquier situación, ya sea por sus propios medios o utilizando accesorios complementarios.

Radar Quitamiedos

Los controles de velocidad cada vez son más evolucionados, precisos y versátiles. Hace poco hablamos sobre el nuevo radar montado en un helicóptero del Servei Català de Trànsit (SCT) capaz incluso de denunciar excesos de velocidad en tramo, pero poniendo los pies en la tierra los radares fijos (o portátiles) pueden funcionar en cualquier entorno.

Estos dispositivos se fabrican con el propósito de ser eficaces y muy resistentes. Los radares se desarrollan bajo especificaciones que no sólo les permitan funcionar entre 15 km/h y 300 km/h como en los desarrollados por Indra, sino también hacerlo entre -10ºC y 60ºC, dentro de carcasas de alta resistencia a los impactos y a las inclemencias, con cámaras de alta resolución, velocidades de obturación prácticamente irreales y bajo sistemas de encriptación.

Tabla exceso de velocidad: multas y puntos

Fijándonos en el aparataje que conlleva la instalación de un radar fijo en un pórtico, por un lado tenemos un sensor que mide la velocidad, por otro lado una cámara que capta las imágenes y, en muchos casos, un potente flash cuya función es hacer visible al coche infractor y su matrícula para tomar la prueba que acredite la infracción.

Una opción algo más moderna que ha ido sustituyendo progresivamente a las cámaras con flash que acabamos de describir son los radares que funcionan gracias a cámaras infrarrojas. Su funcionamiento permite fotografiar con eficacia en entornos lumínicos muy poco favorables con la definición necesaria para la identificación y, de paso, suprimen el flash que delata su presencia y distrae al resto de conductores de la vía, no sólo al infractor.

Radar Movil 1

Así que pensar que al abrigo de la noche se puede correr de manera impune es una premisa equivocada; los radares pueden prescribir las denuncias oportunas durante las 24 horas del día.

El único entorno en el que quizá un radar no pueda funcionar con total precisión es bajo el efecto de niebla intensa o en nevadas especialmente copiosas donde, más que un error en la velocidad del vehículo, lo que se imposibilita es la prueba gráfica de la infracción. Aunque tampoco es aconsejable correr en esas condiciones.

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