Probamos el Range Rover Sport SV: 635 CV y un dinamismo de primer nivel para el único SUV capaz de tratar de tú a tú a un Porsche Cayenne Turbo GT

Probamos el Range Rover Sport SV: 635 CV y un dinamismo de primer nivel para el único SUV capaz de tratar de tú a tú a un Porsche Cayenne Turbo GT
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La versión más deportiva, potente y aspiracional del Range Rover Sport se llama Range Rover Sport SV. Es un SUV grande, con 635 CV de potencia y soluciones técnicas muy avanzadas que llega al mercado con un claro objetivo: ser alternativa al Porsche Cayenne Turbo. ¿Lo conseguirá? Lo hemos probado y te contamos nuestra opinión.

El actual Range Rover Sport, lanzado al mercado en el año 2022, vivía hasta hace unos meses carente de una versión de altas prestaciones y planteamiento marcadamente deportivo que heredase el espacio que antes ocupaban los Range Rover Sport SVR.

Pero eso ha cambiado recientemente, ya que a finales del pasado año la firma británica anunció el lanzamiento al mercado del nuevo Range Rover Sport SV, un coche que, pese a perder una letra respecto a su antecesor, promete unas prestaciones y un comportamiento dinámico muy superior al de modelos anteriores.

Prueba Range Rover Sport SV

Lo hemos probado casi en exclusiva en su versión más cotizada, la Edition One, que solo se venderá durante un año.

Sutiles cambios en el aspecto exterior para realzar su deportividad

Salta a la vista nada más ver esta versión SV en persona que se trata de un Range Rover Sport especial. Lo hace con sutileza, sin grandes adornos estéticos ni un estilo recargado que podría restarle elegancia y distinción a un coche que siempre ha tenido estos como atributos.

Empezando por la parte delantera, sus finas ópticas frontales están ahora acompañadas por un faldón de mayores dimensiones, que se despliega hasta más abajo que el de un Range Rover Sport convencional para albergar tomas de aire notablemente más grandes.

Prueba Range Rover Sport SV
Hasta las letras RANGE ROVER están fabricadas en carbono, como el capó sobre el que se apoyan

La parrilla delantera luce un diseño de la trama exclusivo para los SV, y a ello hay que unir todo el paquete de fibra de carbono que incluye hasta las letras Range Rover que presiden el capó delantero, fabricadas en este material.

Está versión Edition One lleva además un lip en la parte inferior del faldón también en fibra de carbono, exclusivo para los Edition One, en el cual se luce esa nomenclatura de forma muy discreta en el lateral izquierdo del mismo.

En este coche, el carbono no es solo marketing. Lo demuestra el hecho de que el gigantesco capó delantero está fabricado en este material, algo de lo que solo eres consciente cuando lo abres. Si quieres lucirlo, puedes elegir una opción de acabado en el que la parte central exterior del capó vaya acabada en carbono visto.

Prueba Range Rover Sport SV

Siguiendo el repaso hacia atrás del diseño de este coche, hay muchos elementos que destacan, como por ejemplo las tomas de aire en el capó, también en carbono, y sin duda en el caso de esta unidad, las llantas que merecen un capítulo aparte.

Son llantas de 23 pulgadas fabricas íntegramente en fibra de carbono. Sí, un SUV de más de dos toneladas de peso recurre a una solución técnica digna de los mejores hyperdepotivos o coches de competición para reducir el peso en masas no suspendidas, algo que influye notablemente en la dinámica como veremos más adelante.

El diseño y desarrollo de las llantas de fibra de carbono opcionales llevó tres años de trabajo

Estas llantas son la opción más alta del catálogo de opciones del Range Rover Sport SV, ya que de serie trae llantas de aleación de 23 pulgadas. En opción hay también unas llantas de aleación forjadas de 23 pulgadas, que suponen un ahorro de 14 kg respecto a las de serie.

Prueba Range Rover Sport SV

En la parte posterior del coche, el diseño elegante, sobrio y minimalista del Range Rover Sport de generación actual solamente se rompe por la presencia de cuatro salidas de escape de diseño circular, con las molduras finales en fibra de carbono. No podía ser de otra forma.

El logotipo SV en cerámica de color blanco contrasta con el color especial de la unidad de pruebas, el Carbon Bronze Matte que es exclusivo para los Sport SV y por tanto no se puede aplicar sobre un Range Rover Sport convencional.

Interior sobrio con asientos majestuosos

Uno de los aspectos que se tuvo en cuenta a la hora de diseñar el interior del Range Rover Sport SV, fue el hecho de que la necesaria dotación deportiva para esta versión de altas prestaciones no eclipsase el lujo y la elegancia de los Range Rover Sport convencionales.

Prueba Range Rover Sport SV

Es un interior con un acabado de auténtico lujo tanto por el tipo de materiales elegido como por la precisión de sus acabados. Por ejemplo, el pequeño mando selector del las marchas situado entre los asientos delanteros está fabricado en cerámica negra, algo que se siente cuando lo tocas. Transmite sensación de finura y contundencia a partes iguales.

Enmarcando las salidas de aireación o dando forma a otras secciones del salpicadero, encontramos zonas fabricadas en Moonlight Chrome de brillo oscuro, otro material que nos hace pensar que este coche apunta más a los Bentley Bentayga o Rolls-Royce Cullinam que a otros modelos de marcas Premium europeas.

El espacio en el habitáculo es amplio para dos ocupantes en las plazas delanteras y dos o incluso tres en las posteriores, aunque hay que tener en cuenta que en estas últimas los asientos tienen forma deportiva y eso puede penalizar al ocupante de la plaza central trasera. Eso sí, cuentan con reclinación.

Prueba Range Rover Sport SV

Mención aparte merecen los asientos delanteros. Los SV Performance con los respaldos de fibra de carbono tintados en oscuro son una obra maestra. Se trata de unos asientos fabricados en una sola pieza con el reposacabezas y el logotipo SV integrado e iluminado. Bajo mi punto de vista son los asientos deportivos que mejor combinan a día de hoy con el confort de marcha que esperas en un SUV de altas prestaciones como este.

Son asientos ajustables en 16 posiciones, los cuales pese a su marcado diseño deportivo, cuentan con la función de masaje y con climatización (frío/calor). Además la tecnología sensorial Body and Soul Seat de serie incorpora altavoces y movimientos en los asientos a juego con la música que estemos escuchando en cada momento.

El volante es específico para el Range Rover Sport SV, ya que tiene empuñaduras para los pulgares más prominentes, un revestimiento más grueso y un exclusivo botón del modo SV iluminado en la parte inferior central.

Prueba Range Rover Sport SV

Con una pulsación corta el coche se pone en modo SV, cambiando parámetros de suspensión, tren motriz, dirección, transmisión y escape activo para obtener el máximo rendimiento. Si hacemos una pulsación larga abrimos el menú Configurable Dynamics, donde se puede adaptar por completo el coche a nuestras preferencias de forma independiente.

El repaso al interior de este coche tan especial no podía acabar sin un vistazo a las levas del cambio integradas en la parte posterior del volante. Son levas más grandes que las convencionales y con la parte superior en cristal. Ahí dentro la tecnología LED Edge-Lighting permite que los símbolos +/- se iluminen en blanco al encender el vehículo o en rojo cuando se activa el modo SV.

Si a todo ello unimos una pantalla central táctil de 13,7 pulgadas, techo y pilares de las puertas tapizados en alcántara, espacio acristalado muy amplio que ayuda a darle amplitud al interior y un maletero de unos generosos 450 litros, este coche está sin duda entre los mejores de su segmento.

Motor BMW

Prueba Range Rover Sport SV
El motor, aunque va tapado por esta cubierta de carbono, lo fabrica BMW

Si lees toda la información oficial del Range Rover Sport SV, en ningún sitio te dirán que el motor es de origen BMW, pero lo cierto es que lo es. De hecho este coche equipa el mismo motor V8 de 4,4 litros con tecnología Mild-Hybrid y turbocompresores de doble vórtice paralelos en formación "V" que equipa, por ejemplo, un BMW X5 M Competition.

Es un motor muy probado que le da sin problemas, gracias a la puesta a punto específica para este modelo, unos nada despreciables 635 CV de potencia y 750 Nm de par que llegan a los 800 Nm cuando activamos el launch control.

Hablamos por tanto de una mecánica que pese a su menor cubicaje, ofrece 60 CV y 50 Nm más que los Range Rover Sport SVR de generación anterior con sus 5.0 V8 sobrealimentados.

Prueba Range Rover Sport SV

Esta potencia, además de convertirle en el Land Rover más potente jamás fabricado, le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 3,8 segundos y alcanzar una velocidad punta de 290 km/h, lo cual le mete de lleno en el selecto grupo de los SUV más rápidos del mundo.

Soluciones técnicas muy avanzadas

Hay tres aspectos clave que influyen en la dinámica de este coche y que demuestran que no es simplemente un Range Rover Sport vitaminado, sino que su planteamiento es bien diferente.

Por un lado, está el conjunto de llantas y frenos, que pueden ser específicos para esta versión si optamos por los componentes más deportivos y ligeros de todos los que se ofrecen en el catálogo.

Prueba Range Rover Sport SV

Las las primeras llantas del mundo de fibra de carbono de 23 pulgadas de una sola pieza ahorran 9 kg cada una, haciendo una dieta de 35,6 kg (o un 41 %) en comparación con las llantas convencionales de aleación fundida de 23 pulgadas.

Estas llantas de fibra de carbono, se ensamblan a partir de más de 200 componentes individuales unidos con resina. Desde Land Rover aseguran que además de ser increíblemente ligeras, están diseñadas y probadas según los estándares de durabilidad y robustez más exigentes, los mismos que en las llantas de aleación forjadas o fundidas de Range Rover.

De hecho, en la parte interna de los radios de las llantas delanteras se aplica un revestimiento cerámico de barrera térmica, similar a los utilizados en la industria aeroespacial, para proteger la fibra de carbono de las altas temperaturas de los frenos.

La dirección a las cuatro ruedas del es más activa en este que en otros modelos de Range Rover Sport y eso se nota al volante

Y es que si hablamos de frenos, los del Range Rover Sport SV son únicos en el mundo. Independientemente de si montamos los discos de serie o los carbono cerámicos, estamos ante los discos de freno más grandes de toda la industria automovilística.

Prueba Range Rover Sport SV

Los discos carbono cerámicos miden 440 mm y 390 mm de diámetro en la parte frontal y trasera, respectivamente, mientras que los discos Dual-Cast miden 420 mm y 390 mm, respectivamente.

La unidad que pudimos probar montaba los primeros, que están disponibles por primera vez en un Range Rover. Este tipo de frenos, que ya habíamos probado en coches de la competencia, ofrecen unas prestaciones de frenado mayores y  una mayor resistencia a las altas temperaturas, así como una vida útil más larga y una reducción del peso total no suspendido de 34 kg (o el 32 %) frente a los discos de freno estándar Dual-Cast.

Por último, merece un apartado aparte el sistema de suspensión 6D Dynamics. Se trata de un avanzado sistema de suspensiones, que cuenta con amortiguadores interconectados hidráulicos, muelles neumáticos ajustables y un control de cabeceo. Al utilizar este sistema semiactivo que guarda ciertas similitudes con el que equipa la actual generación del Porsche Cayenne, se elimina la necesidad de barras estabilizadoras convencionales con su consiguiente ahorro de peso

Prueba Range Rover Sport SV

También se reduce el cabeceo y el balanceo de la carrocería, que va casi plana en curvas y aceleraciones bruscas. Veremos luego cómo se traduce esto en dinámica.

Al volante de la bestia británica

Tuve el privilegio de conducir el Range Rover Sport SV largo y tendido, utilizándolo tanto para realizar trayectos largos entre Madrid y Galicia como en el día a día en ciudad. Lo único que no hice con él fue todoterreno, ya que esas llantas de 23 pulgadas en carbono, los frenos carbono cerámicos y el hecho de que el coche vaya siempre entre 15 y 20 milímetros más bajo que un Range Sport normal, pese a tener modos off road y poder aumentar la altura de la carrocería, no me parecían una opción muy acertada.

Al poner el motor en marcha el rugido que emiten las cuatro salidas de escape son una declaración de intenciones. Me atrevo a decir que es algo más modesto de lo que lo era el rugido del anterior SVR, pero también más acorde con el estilo elegante y minimalista de esta nueva generación del Sport.

Prueba Range Rover Sport SV

En términos generales, estamos ante un coche que denota un refinamiento muy alto en todos los aspectos. El habitáculo está muy bien aislado, apenas se escuchan ruidos del exterior y la mecánica está también aislada de forma que no se escucha casi el ronroneo del motor V8 en el interior.

En los modos de conducción convencionales, el motor y la caja de cambios automática ZF de ocho velocidades se compenetran muy bien para movernos entre el tráfico sin apenas tirones ni movimientos bruscos de ningún tipo. Destaca en este sentido la ayuda del eje trasero direccional, que tiene una puesta a punto específica en esta versión.

A la hora de aparcarlo son muy pocos los movimientos de volante que hay que hacer para meterlo en huecos que "a priori" pueden parecer imposibles para un coche que mide casi 5 metros de largo y supera los 2 metros de ancho.

Prueba Range Rover Sport SV

También se nota la actuación de este eje trasero direccional a la hora de tomar curvas o giros entre calles a muy baja velocidad, ya que lo hace todo mucho más sencillo.

Los 175 Nm de potencia eléctrica del sistema micro híbrido ayudan a darle suavidad en ciudad y se percibe la ayuda eléctrica al motor V8

Elementos como la suspensión, que baja notablemente su altura para facilitar el acceso o salida de los ocupantes cuando el coche está detenido, o el hecho de que al ser micro híbrido tenga la etiqueta ECO de la Dirección General de Tráfico hacen de él un coche que perfectamente se puede usar como vehículo de diario. Sí, sorprende decir esto de una bestia de 635 CV y casi cinco metros de largo, pero es así.

Pero sin duda lo mejor de este coche lo encuentras cuando sales con él a carretera. Hice un viaje Madrid - Vigo con cuatro ocupantes y los 450 litros de maletero aprovechados hasta el último milímetro y os aseguro que en pocos coches he viajado mejor que en este.

Prueba Range Rover Sport SV

El sistema de suspensiones es un absoluto prodigio. Tenía miedo que el hecho de ir tan cargado, en un coche con llantas de 23 pulgadas y una puesta a punto tan deportiva que lleva la carrocería siempre 15 mílímetros más baja que uno convencional, además de los asientos deportivos, fuesen a penalizar el confort, pero todo lo contrario.

Lo que me encontré es un coche súper confortable, con una mecánica que es un todo alegrías. El motor admite todo, da igual en la marcha que lo lleves o lo bajo que esté de régimen, que si le pides respuesta la tienes y la tienes con una contundencia como solo los SUV (y berlinas) de altas prestaciones son capaces de ofrecer.

Esos interminables 750 Nm de par ayudan a subir los puertos de montaña en autovía a ritmos irrisorios mientras el chasis da un aplomo absolutamente magistral. Y si a todo esto unimos que los consumos se mantuvieron siempre por debajo de los 14 l/100 km, que para ritmos alegres en autovía con tal magnitud de potencia me parece muy ajustado, el cocktail no podía ser mejor.

Modo SV, solo para conductores expertos

Prueba Range Rover Sport SV

Lógicamente nadie se compra un Range Rover Sport SV para no sacarle partido a sus virtudes deportivas. O sí. Pero lógicamente no iba a ser yo el que pasase por alto ese modo SV que se selecciona desde el botón situado en el volante.

Cuando lo pulsas sientes perfectamente cómo el carácter del coche cambia por completo por la modificación de parámetros de muchas de sus partes: la dirección se vuelve mucho más directa, la caja de cambios automática de ocho velocidades tiende a ir en marchas más cortas, la respuesta del acelerador es instantánea, el sonido del escape eriza el vello y el sistema de suspensión 6D Dynamics se pone en modo receptivo para minimizar los movimientos de carrocería que podrían restarnos décimas por vuelta en un circuito.

Una carretera de curvas con asfalto impecable y un día soleado en Galicia fueron el escenario perfecto para poner a prueba a la bestia cuando se desata todo su potencial.

Los más de 70 kilos de ahorro de peso gracias a los frenos y llantas de carbono se notan mucho cuando vas haciendo conducción deportiva

Lo primero que destaca, es lo mucho que acelera entre curvas. No tiene ningún problema en pasar tanto par y tanta potencia al asfalto, ofreciendo siempre una tracción absolutamente abrumadora que, unida a su enorme peso de 2,6 toneladas, hacen que la sensación sea similar a la de ir subido en un transbordador espacial.

Prueba Range Rover Sport SV

Los neumáticos traseros de 305 de sección son los más anchos que se han montado jamás en un Land Rover y por primera vez en la marca se utilizan unos más anchos detrás que delante (285/40 en la parte delantera y 305/35 en la trasera).

Sorprende lo mucho que acelera pero también lo mucho que frena. Es bestial la capacidad de deceleración de este coche, y lo dosificable que es gracias a esos frenos gigantes desarrollados por Brembo.

Además apenas hay cabeceo de la carrocería, y eso unido a la reducción de pesos en el eje delantero con las llantas y frenos de carbono (-73 kilos), ayudan mucho a meter el coche en las curvas con una facilidad absolutamente pasmosa.

En el modo SV, la altura de la carrocería del nuevo Range Rover Sport SV se ha rebajado 15 mm más, por lo que el vehículo es 25 mm más bajo en total que otros modelos de Range Rover Sport, y la presión del sistema hidráulico 6D Dynamics se eleva hasta un 51 % para así aumentar la estabilización del balanceo y el cabeceo.

Prueba Range Rover Sport SV

Lógicamente hay que tener en cuenta que pese al ahorro de peso gracias al carbono, seguimos al volante de un coche que sobrepasa las 2,5 toneladas, aunque a veces no lo parezca por lo mucho que corre. Eso también genera cambios de peso importantes cuando enlazas curvas o cuando provocas un cambio de apoyo, pero en todo caso son controlables e incluso permite jugar con ellos generando derrapadas del eje posterior que, si estuviese en circuito en lugar de en carretera, creo que darían para un recital de chillido de neumáticos y humo.

De hecho, después de 10 kilómetros buscando los límites del coche, apurando cada frenada hasta límites insospechables, ajustando las trazadas con precisión milimétrica, llevando mi cuerpo pegado al asiento por las enormes fuerzas G que genera esta bestia, creo que pocos SUV grandes me han hecho disfrutar tanto y con tan pocas preocupaciones en un tramo de montaña.

Conclusiones del Range Rover Sport SV

Prueba Range Rover Sport SV

El Range Rover Sport SV se mete por méritos propios entre los grandes SUV de altas prestaciones del mercado, un segmento muy exclusivo pero en el que cada día hay más contendientes buscando su parte del pastel.

Por exclusividad, por comportamiento dinámico y por su tecnología, creo que este es a día de hoy el único coche del mercado con capacidad para plantar cara a un todopoderoso Porsche Cayenne Turbo e-Hybrid, y eso es mucho decir.

De hecho, que Porsche haya dejado de comercializar en Europa el Cayenne Turbo GT (solo se ofrece el Turbo E-Hybrid Coupé con paquete GT), sitúa a este Range Rover Sport SV en una posición preferente para los que busquen un producto de lujo sin tener que irse a marcas Bentley o Rolls-Royce, un SUV realmente deportivo y potente sin hibridación huyendo de los Lamborghini Urus SE o Porsche Cayenne Turbo E-Hybrid y, al mismo tiempo, tendrán un coche que

Eso sí, hay que pagarlo porque el Range Rover Sport SV sin opciones cuesta de base 235.000 euros. Ah, y los Edition ONE como este ya estaban todos asignados a clientes que habían accedido a ellos mediante invitación. Esperemos que lancen un Edition TWO pronto. Nos han dicho que así será.

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