Hace un par de meses, mi compañero Javier Álvarez probó en Motorpasión el Citroën DS3 1.6 THP de 155 caballos de potencia, hasta el momento el modelo más deportivo y prestacional de la gama DS de Citroën.
En su prueba Javier decía que el coche se “mueve de maravilla sin llegar a ser radical“, y una marca como Citroën debería saber hacer coches radicales. De hecho, el coche más rápido del mundo sobre una carretera es desde hace unos años un Citroën, antes el C4 con el que Loeb arrasaba en el mundial de rallyes, y ahora…un DS3.
Así que ni corto ni perezoso, eché mano de la que debería ser la versión más radical del Citroën DS3, el Citroën DS3 Racing. Se trata de la versión más deportiva y radical, con el motor THP exprimido hasta los 203 caballos de potencia, una estética que guste más o menos destaca sobre lo habitual, y un sello que lo hace único: viene firmado por Citroën Sport.
Del Citroën DS3 Racing hay varias combinaciones de color, pero cuando llegué a recogerlo vi que me había tocado la más llamativa y para mi gusto menos acertada de todas, negra y naranja. Unos días antes había visto uno de color blanco y negro, y sencillamente me pareció uno de los coches más bonitos que he visto últimamente.
Así que tocaría ser el centro de atención y despertar todas las miradas durante la semana que iba a durar mi prueba del Citroën DS3 Racing. Veamos con detalle cuales son las principales diferencias en el exterior e interior del Citroën DS3 Racing respecto a los modelos normales.
Aspecto exterior del Citroën DS3 Racing
Visto desde fuera, el Citroën DS3 Racing llama la atención lo veas por dónde lo veas. Y eso que su carrocería no tiene demasiadas diferencias respecto a la del Citroën DS3 normal. Los faldones no crecen en tamaño, ni los pasos de rueda se notan demasiado anchos, a pesar de que el coche gana 30 milímetros en este sentido.
La principal diferencia viene dada por los perfiles que recorren tanto los laterales de la carrocería como la parte baja de los faldones, realizados en fibra de carbono, que le dan un aspecto muy acertado. Si a esto unimos que la carrocería es 15 milímetros más baja que la de un DS3 normal, la estampa del coche impresiona.
No podemos decir lo mismo de la combinación de colores. El color naranja está sobre el perfil de la parrilla delantera, que tiene un tamaño muy grande y le da mucha fuerza al frontal. Los faros de led situados en posición vertical en los extremos del faldón son iguales a los del modelo normal.
Las llantas, otro error de colores. Son de 18 pulgadas y tienen la parte exterior de los radios pintados en color naranja, mientras que la parte interior es negra. Para acabar de romper con cualquier tipo de combinación posible, las pinzas de frenos con la inscripción “Citroën Sport” van pintadas en color rojo.
El techo del Citroën RS3 Racing es, al igual que en el resto de modelos una de las partes más destacadas, ya que los pilares entre éste y el resto de la carrocería se esconden bajo color negro o directamente brillan por su ausencia como es el caso del pilar B.
En la trasera, un alerón un poco más grande de lo normal y la salida de escape en un lateral, delatan que estamos ante la versión deportiva. Además al lado del logotipo DS3, una R en color rojo nos marca las diferencias respecto al resto.
Pero no podíamos dejar pasar el análisis exterior sin entrar a valorar los vinilos que recorren todo el coche, recordándonos en todo momento que a pesar de sus colores negro y naranja, no estamos solo ante un coche “tuneado”. Los vinilos le dan un toque muy caracterítico al coche, y en el caso de la versión blanca y negra, mejoran considerablemente su aspecto.
La calidad de los mismos es buena, no tienen pinta de que puedan acabar despegándose con el tiempo, las limpiezas y demás. Pero si que puede llegar cualquier gracioso por la calle o en la cuneta de tu rallye favorito y arrancarte uno de los vinilos. Al menos si lo hace, que sea en el que indica “Atention-Caution” en la tapa del depósito. Ni que fuese un Ferrari F430 de estos que prenden fuego a la mínima.
El interior “chillón” del Citroën DS3 Racing
El interior del Citroën DS3 Racing, como en todos los modelos DS de Citroën, nada tiene que envidiar a cualquiera de los modelos considerados premium en su segmento (MINI Cooper S y Abarth 500). La calidad de los materiales es de primer nivel, los acabados, las costuras.
Hasta el más mínimo detalle está cuidado en el Citroën DS3 Racing, y acertadamente han optado por recubrir parte del salpicadero con fibra de carbono. El volante es ancho, achatado, cómodo y también lleva inserciones en fibra de carbono. Encontrar la posición idónea al volante no es ningún impedimento.
Los asientos deportivos despertarán las miradas de todos los entendidos, son muy acogedores y el material que combina piel y tela está muy bien elegido. En el respaldo, la inscripción Citroën Sport nos recuerdan que estamos dentro de un coche poco común.
Pero lo que no tiene ningún sentido, es que toda la pieza frontal del salpicadero vaya pintada en el llamativo y “cansino” color naranja. Es demasiado intenso para los que van dentro, e incluso llegas a cansar de mirarlo aunque solo sea de refilón. Hubiese sido más acertado, hacer esa pieza imitando al carbono como en otras partes del salpicadero.
Por lo demás, y sin entrar en detalles al ser mínimas las diferencias respecto al Citroën DS3 1.6 THP de 155 caballos que ya probamos hace unos meses, el coche se encuentra a un nivel muy alto, digno de esa clase premium que Citroën quiere conseguir con la gama DS.
Continuará...