De momento no ha sido el caso, pero sí que la revista Actualidad Económica ha elegido a Goodyear como una de “Las 100 mejores ideas del año” por sus investigaciones sobre el aprovechamiento de los residuos de la cosecha de arroz para fabricar neumáticos eficientes. Premios de cocina y de prestigio culinario al margen, la idea de Goodyear es suculenta.
A diferencia de otros procesos que implican utilizar alimentos para la industria —léase biodiésel, por ejemplo—, la idea de Goodyear no implica la explotación agraria y el desabastecimiento alimenticio en países más desfavorecidos. Por el contrario, el proyecto de extraer sílice a partir de las cenizas de la cascarilla de arroz, que lleva en marcha dos años, emplea sólo los residuos de la producción de este cereal. Cada año se generan en todo el mundo 700 millones de toneladas de estos residuos.
La técnica de Goodyear mezcla las cenizas de la cascarilla de arroz con la goma de las bandas de rodadura de los neumáticos para aumentar la fuerza de la goma. De esta forma se consigue una resistencia menor a la rodadura y por tanto un ahorro de combustible. Lógicamente a estas ventajas se les añade el reciclaje de una sustancia de desecho que de otra manera va a parar a los vertederos.
De momento es una idea, pero ¿quién sabe si no formará parte de los futuros neumáticos?
Por cierto, España es la octava potencia mundial en exportación agroalimentaria. Sólo en arroz, aquí se producen cada año 720.000 toneladas, y en este producto mantenemos una balanza comercial positiva con unas importaciones de 70.000 toneladas al año y unas exportaciones de unas 240.000 toneladas. ¿Quién sabe también si esta técnica no podría servir para mejorar nuestra economía?
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