La séptima mujer más poderosa de Asia quiere a Jeep y ya se ha puesto manos a la obra

La séptima mujer más poderosa de Asia quiere a Jeep y ya se ha puesto manos a la obra
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Era un secreto a voces que el CEO de FCA, Sergio Marchionne, estaba abierto a la venta del grupo desde hacía tiempo. Los rumores tomaron forma hace unos días con el interés de un gigante del motor en China, que se acercó a Marchionne con una oferta sobre la mesa rechazada por el italiano. Tras la negativa, las acciones de FCA se dispararon en bolsa.

Ahora parece que la fusión chinoestadounidense está un paso más cerca ya que, según informa Automotive News, la automotriz china Great Wall, ha puesto sus ojos en Jeep y se ha puesto en contacto con FCA para empezar las negociaciones: quiere convertirse en el mayor fabricante de SUV del mundo.

¿Se dejará seducir Marchionne?

International Students Committee
Foto: Wikipedia/International Students Committee.

La séptima mujer más poderosa de Asia y presidenta de Great Wall, Wang Fengying, ha confirmado a Automotive News que quiere comprar la joya de la corona de FCA y ya se han puesto en contacto para empezar las negociaciones.

Entre los candidatos a adquirir las marcas Jeep y Ram, así como Chrysler, Dodge y Fiat, se barajaban su socio, Guangzhou Automotive Corporation, Dongfeng Motor, Great Wall o Zhejiang Geely Holding Group. Parece que es Great Wall Motors la que tiene la sartén por el mango, pues una fusión con FCA podría conformar el primer grupo del sector verdaderamente global. Recordemos que China es el principal mercado de todoterrenos Jeep, lo que ayudaría significativamente a FCA a dejar de quemar efectivo.

Great Wall Motor

El movimiento separaría a Jeep del resto de firmas de FCA, dejando como interrogante el futuro de Fiat, Chrysler, Dodge y Ram, ya que con probabilidad Alfa Romeo y Maserati se independizarían. Great Wall aspira con esta adquisición a convertirse en el mayor fabricante de SUV del mundo, teniendo en cuenta que a Marchionne le seduzca la oferta, ya que tiene la pinta de querer vender al mejor postor.

Great Wall no es moco de pavo, y Trump lo sabe

Trump

Pero, ¿dónde se sitúa en el mapa automotriz este fabricante chino? Fundada en 1984, Great Wall Motors es el séptimo mayor fabricante de automóviles en China, con una cuota de mercado del 3,8 %. En 2016 sus ventas fueron de 1,1 millones, de los cuales 933.000 unidades eran SUV. De hecho, su subrmarca HAVAL representa el mayor fabricante de modelos SUV en Asia.

Entre sus joyas destaca la Great Wall Hover y su sucesora la Great Wall HAVAL H3 y H5, modelos SUV con gran aceptación en el mercado latinoamericano, italiano y búlgaro. Pero desde hace unos años, Great Wall quiere introducirse en el competitivo mercado estadounidense e introducir allí sus modelos.

jeep

Ahora compite en el mercado con grupos como Zhejiang Geely Automobile y lucha por paliar la caída de beneficios netos que ha experimentado en el último año. Aunque Great Wall genera muchos menos ingresos que FCA (14, 7 millones vs 131.000 millones), estaría dispuesta a recaudar dinero para la adquisición.

Todo esto en el supuesto de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que estará clamando al cielo al ver marcas genuinamente americanas como Jeep o Chrysler en posibles manos chinas, lo permita. De hecho, hace cosa de unos días Trump autorizó una investigación sobre China por supuestos casos de robo de propiedad intelectual.

Manipulador de divisas, ladrón, enemigo... Para Trump China es sinónimo de todo lo peor del mundo y tiene el nombre del país asiático grabado a fuego. Si no te lo crees, aquí tienes este vídeo como prueba (si eres capaz de aguantarlo).

Para el magnate, China es el culpable de la pérdida de empleos en su país y el principal inventor del calentamiento global (tuiteado en 2012), una mentira para restar competitividad al país de las libertades. Ahora, el conflicto con Corea del Norte puede ser una potente arma para presionar a China en asuntos comerciales.

Puede avecinarse una guerra con China ante los desafíos de Trump, cuyos impuestos aduaneros no terminaron de gustar a Marchionne. Mientras tanto, tendremos que esperar a descubrir si al CEO de FCA le seduce el plan.

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