Volkswagen ha sido multado por explotar laboralmente a trabajadores en Brasil durante décadas. Y fue un sacerdote el que inició la investigación

La Fiscalía brasileña considera que Volkswagen no ha mostrado interés en las negociaciones y que debe emitir una disculpa formal

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Victoria Fuentes

Volkswagen utilizó "trabajo forzoso, violencia y sometió a los trabajadores a condiciones degradantes". Es la conclusión a la que ha llegado el juez que ha condenado a Volkswagen Brasil por someter a 300 trabajadores de una granja que poseía a través de una subsidiaria a condiciones de esclavitud. Ocurrió en la década de los 70 y 80.

Fue un sacerdote quien comenzó a investigar los abusos en 1970 en un rancho de la Amazonia, y ahora, 55 años después, el fabricante alemán va a tener que rendir cuentas con una multa que no es especialmente significativa en términos económicos, pero que sí supone otro golpe a su imagen.

Volkswagen apelará

Según detalla Reuters, la unidad brasileña de Volkswagen deberá pagar 165 millones de reales (alrededor de 26 millones de euros) en daños por someter a trabajadores de una granja a condiciones similares a la esclavitud en las décadas de 1970 y 1980. La marca, que asegura que "defiende constantemente los principios de la dignidad humana y cumple estrictamente con todas las leyes y regulaciones laborales aplicables" apelará el fallo.

La Fiscalía brasileña considera que Volkswagen no ha mostrado interés en las negociaciones y que debe emitir una disculpa formal por haber sometido, alega, a cientos de trabajadores de una empresa de su propiedad a condiciones de trabajo degradantes, torturados y mantenidos bajo vigilancia armada y obligados a vivir en servidumbre para pagar sus deudas.

Christiane Pelda Ejemplo de la deforestación de la Amazonia venezolana para expandir la ganadería. Foto: Christiane Pelda.

Todo ocurrió entre 1974 y 1986 en una hacienda ganadera en la Amazonia, en el rancho Santana do Araguaia. Eran tiempos de dictadura militar y decenas de miles de trabajadores eran obligados -después de ser engañados con falsas promesas- a arrasar la selva para convertirla en terreno para el ganado. En concreto, la finca propiedad de la marca se utilizaba para la ganadería y la explotación forestal.

Esta sentencia se ha producido en parte gracias a Ricardo Rezende Figueira, de 73 años, un sacerdote católico que ha dedicado su vida a documentar el trabajo esclavo moderno.

Es una sentencia histórica, pues tal y como detalla The Washington Post, Volkswagen es la primera empresa declarada responsable de los abusos cometidos en la Amazonía durante este periodo. El fabricante de automóviles ya había aceptado la responsabilidad por la persecución política de los trabajadores de sus fábricas durante la dictadura militar. Curiosamente, el dinero no irá a los extrabajadores, sino a un fondo que se centra en promover condiciones de trabajo dignas y erradicar el trabajo esclavo en el Estado.

Imagen | Pixabay

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