Hace tres meses saltaron las alarmas: Bruselas nos dio una colleja por la baja fiscalidad de la que disfrutan los combustibles fósiles en España y el anterior Ejecutivo presentó una propuesta para elevar en un 28,6% el precio del gasóleo, así como subir el impuesto de circulación a los coches alimentados por este combustible.
El nuevo Gobierno continúa con estos planes de equiparar el precio del diésel y la gasolina, y esto es lo que sabemos hasta ahora.
Una subida escalonada para financiar políticas medioambientales: 9,55 céntimos más por litro
¿Cuánto costará esta subida? El impuesto sobre la gasolina es de 40,25 céntimos por litro, mientras que el del diésel es de 30,7 céntimos. Por lo tanto, los vehículos con motor diésel pagarían 9,55 céntimos más por litro. Llenando un depósito de 50 litros de gasóleo, la diferencia con la situación actual sería de casi 5 euros.
¿Cuándo se producirá? Aún no se han detallado los términos del plan, pero se aplicaría de 2018 a 2021. El Gobierno quiere corregir "el error histórico" sobre el impacto medioambiental que provocan los motores diésel.
Hay excepciones. Los transportistas y agricultores seguirán disfrutando de bonificaciones para el gasóleo profesional. Así, no cabe esperar que la subida de impuestos aplicables al gasóleo repercutan de forma directa en un incremento general de los precios de los bienes transportados o de los productos agrícolas.
¿Cuál es el objetivo? Recaudar 2.100 millones para luchar contra el cambio climático. El Gobierno de Pedro Sánchez justifica esta subida de los precios del diésel con la protección del medio ambiente. Según el diario Expansión, la equiparación de la fiscalidad del diésel y la gasolina supondría una recaudación de 2.140 millones, pero de forma escalonada a lo largo de la legislatura. El primer año se recaudarían 600 millones de euros, y así sucesivamente.
En España hay un total de 17,9 millones de coches con motor diésel, cuatro millones más que coches de gasolina, que tendrán que desembolsar casi 10 céntimos más por cada litro a la hora de llenar el depósito.
Las propuestas recogidas en el informe elaborado, meses atrás, por el Comité de Expertos sobre escenarios para la Transición Energética, también contemplaba una subida del impuesto de matriculación de los coches diésel. Un aumento fiscal que correspondería a los Ayuntamientos.